En el marco de la 29.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (COP29), que tendrá lugar en Bakú, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre, los embajadores del Pacto Climático Europeo, movimiento de personas que están dando pasos para construir una Europa más sostenible, analizaron las oportunidades y desafíos que enfrentará la cumbre de este año. Lorena Álvarez, José Segarra, Tosin Iduh y Carmen Marqués enfatizaron la necesidad de un marco de financiación climática inclusivo, acciones urgentes contra el cambio climático y el cumplimiento de los compromisos medioambientales internacionales.
Cada embajador aportó su perspectiva sobre los principales temas que abordará la COP29. Tosin Iduh subrayó la importancia de una transición justa e inclusiva y remarcó la relevancia del trabajo con organizaciones del Tercer Sector para llevar a cabo iniciativas que permitan adaptar las guías y publicaciones climáticas a formatos accesibles, como por ejemplo para personas con problemas de aprendizaje y desarrollo, buscando que más ciudadanos participen activamente en las soluciones climáticas. También, destacó que esta nueva COP se centrará especialmente en negociar la financiación climática, por lo que es necesario que todos los países y aliados sigan contribuyendo.
En ese sentido, Tosin, explicó que para alcanzar los objetivos de descarbonización se requiere de regulación que apoye y facilite la misma, siendo clave el contexto geopolítico para conseguir que se reduzca el impacto climático en el tiempo. Por esa razón, asegura que “la COP29 es un buen paso para que se pueda materializar esa voluntad” y, en nombre de toda la comunidad de embajadores, señaló que “no debe quedarse en palabras vacías”.
Por su parte, Lorena Álvarez- Sala recordó que en las cumbres se aceptó que el cambio climático es imparable, que se priorizó la adaptación ante la mitigación. También, que se creó el Fondo Verde y se firmó el preacuerdo de París, y hasta la UE valoró abandonar la cumbre por la falta de cumplimiento de los objetivos medioambientales. Bajo este contexto, Álvarez reflexiona que, aunque algunos acuerdos climáticos actuales eran impensables hace dos décadas, aún es necesario centrar los esfuerzos en salvar la vida y el bienestar humano frente al cambio climático, y que los resultados de estas cumbres marcan la diferencia en el día a día de las personas. Además, ha señalado que las COP han sido un espacio de diálogo constante durante 29 años. Aunque aún existen temas pendientes, cada encuentro permite avanzar en la discusión y mantener en la agenda la necesidad de llegar a acuerdos sólidos. La expectativa es que los próximos encuentros logren concretar compromisos significativos.
Por su parte, José Segarra destacó el papel clave del Objetivo Global de Adaptación (GGA), que busca fortalecer la resiliencia global y reducir la vulnerabilidad climática mediante esfuerzos concretos de adaptación en cada país. Segarra explicó que el GGA se enfoca en la planificación, implementación y monitoreo de los esfuerzos de adaptación por parte de los países firmantes; sin embargo, aún presenta grandes desafíos para alcanzar sus objetivos. Entre ellos la falta de métricas universales, para medir la adaptabilidad en diferentes contextos; la identificación de necesidades locales, que sean implementadas en los planes nacionales.
Asimismo, Segarra señaló que aún existe una financiación insuficiente. “Un financiamiento adecuado es fundamental para asegurar que los compromisos se traduzcan en acciones efectivas, sobre todo en las áreas más afectadas por el cambio climático”. Del mismo modo, recordó que hace falta un mejor seguimiento y evaluación, a través de sistemas sólidos que fusionen los datos locales y nacionales a nivel global. Solo así se sabrá que es necesario mejorar y en dónde aunar esfuerzos para la resiliencia climática: agua, salud, alimentos, biodiversidad, infraestructura.
Carmen Marqués hizo un llamado a la reflexión: “Este año, necesitamos actuar como una comunidad internacional más cohesionada que nunca para enfrentar la crisis climática”. “Los países deben asumir compromisos claros y transparentes, con especial atención a los países más vulnerables. Solo así evitaremos el aumento alarmante de las temperaturas y la creciente desigualdad climática”, señaló la embajadora del Pacto Climático Europeo.
La próxima COP29 representa, según los embajadores, una oportunidad para establecer un marco financiero sólido que responda a la urgencia del momento y brinde apoyo a las naciones más necesitadas. El Pacto Climático Europeo invita a todos los ciudadanos a involucrarse activamente y a participar en este esfuerzo global hacia un futuro más justo y sostenible.
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