Las zonas urbanas son las más habitadas y las que más contaminación producen. Un total del 55% de la población mundial vive en las ciudades y se prevé que en el 2050 llegue a un 68%, según ha publicado las Naciones Unidas. Las metrópolis llegan a consumir un 75% de la energía primaria global, además de emitir entre un 50 y 60% de los gases de efecto invernadero en todo el mundo. Dichas emisiones pueden llegar a reducirse hasta un 90% en 2050 mediante la aplicación de medidas tecnológicas y beneficiosas para la población, siendo este el objetivo de las “smart cities“.
Beneficios del uso de herramientas tecnológicas en las “smart cities”
Las “smart cities” se definen como “la aplicación de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y las capacidades de procesamiento de la información para mejorar la planificación, el diseño y las operaciones urbanas”, según la Agencia Internacional de Energía. Por otro, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos destaca que la digitalización tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos para conseguir una mayor inclusión, sostenibilidad y resistencia.
Los resultados han sido positivos al realizar estudios para comprobar si el uso de tecnologías beneficia al usuario. El McKinsey Study ha concretado que las aplicaciones de las ciudades inteligentes pueden mejorar la calidad de vida de una población entre un 10 y un 30%. Actualmente, solo se utiliza un 10% de los datos sobre la calidad del aire, el consumo de energía, los patrones de tráfico y los datos geoespaciales. Mientras que si se aumentara el uso, la información permitiría mejorar la situación de las ciudades.
Las herramientas digitales van más allá del uso de los móviles o las aplicaciones. En el caso de las señales de tráfico, sus sistemas de administración pueden reducir la aglomeración en un 8% y permitir que los coches vayan a una mayor velocidad. También, se debe destacar que la carga inteligente disminuye el impacto de los vehículos en un 60%. Por lo tanto, los elementos que conforman una ciudad pueden desarrollarse para ser beneficiosos tanto con el medio ambiente como con la población.
A pesar de que todo indica que las “smart cities” ayudan a mejorar la calidad de vida de la población, también deben superar algunos obstáculos que ha recogido la escuela de negocios TBS Education – Barcelona como son las limitaciones de datos, insuficiente coordinación, falta de capacidad, acceso a la financiación y riesgos de la digitalización.
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