El evento ha sido presentado por Ignasi Carreras, director del Instituto de Innovación Social de la escuela de negocios, y Ana Sainz, directora de Fundación Seres, con la participación de Lourdes Ripoll, vicepresidenta adjunta al CEO y RSC de Meliá Hotels International; Javier Inclán, director del Área Social e Institucional de la Fundación Repsol; y José Manuel Sedes, manager de Sostenibilidad y Calidad de Vodafone
Ana Sainz, directora de Fundación Seres, ha sido la encargada de abrir la jornada para dar paso a la introducción de Ignasi Carreras, director del Instituto de Innovación Social de Esade, que ha destacado la visibilidad, los beneficios sociales o la interrelación entre responsabilidad social corporativa y acción social, como factores clave para la conveniencia o no de poner en marcha una fundación.
Tras las presentaciones, la jornada ha continuado con dos rondas de intervenciones en las que cada uno de los ponentes ha tenido oportunidad de presentar la estrategia de RSE de su compañía y/o fundación y defender el modelo que aplica.
Lourdes Ripoll, ha defendido las ventajas de canalizar la RSE como un departamento más de la compañía. El no tener una fundación empresarial permite una mayor integración de la RSE en la estrategia del negocio y hace necesaria la involucración de todas las partes de la compañía. “Se utilizan las mismas métricas y se evalúa la aportación de valor igual que al resto. Esto hace que la RSE no se perciba como un gasto”, apuntó Ripoll, que aludió a las ventajas de imbricar el departamento de RSE en la compañía en compromiso, involucración e ilusión.
Por otro lado, José Manuel Sedes, ha explicado la diferencia de las acciones de la RSE de la compañía y de la fundación. “Tener una fundación de empresa no significa que no esté relacionada con el negocio, todo lo contrario”. La Fundación Vodafone nació como condición necesaria para implantar la marca en España. Se ha mantenido a lo largo de los años por los beneficios que ésta genera para la compañía. “El impacto que se genera con la fundación es mayor. La relación con los medios es mucho más fluida cuando se trata de una fundación”, añadió Sedes.
Por último, Javier Inclán, ha recalcado que no se debe crear una fundación por los beneficios fiscales. Las acciones de RSE de su compañía están centradas en sus productos y servicios mientras que las de la fundación se centran en las personas. Afirmó que tener una fundación no significa desligarse del negocio, “nuestras actuaciones siempre van en la misma dirección. Nosotros no hacemos filantropía, ni caridad ni mecenazgo, hacemos Responsabilidad Social”.
La conveniencia o no de canalizar la acción social a través de una fundación de empresa, es una decisión de gran relevancia dentro de la articulación de la RSE en una compañía. Razones como el tamaño de la empresa, su tradición y su estructura interna o el sector en el que actúe, determinan la creación o no de la fundación además del rol que asume ésta en el desarrollo de la política de RSC.