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Los coordinadores de la Unidad de Fibromialgia del hospital Ribera IMSKE, los doctores Vicente Palop y Patricia Roth, aseguran que el ejercicio físico adaptado y supervisado, una dieta saludable y controlada y un programa de fisioterapia especial son clave para el tratamiento de este síndrome complejo, que se calcula que sufren más de 900.000 personas en España, la mayoría mujeres.
“Está comprobado que un entrenamiento, programa de nutrición y sesiones de fisioterapia, todo ello realizado por especialistas en fibromialgia y en instalaciones adecuadas contribuye a mejorar notablemente la calidad de vida de las personas que sufren esta enfermedad”, explica el doctor Palop.
El hospital Ribera IMSKE ha puesto en marcha, dentro de la Unidad de Fibromialgia, un Programa Integral de Salud para pacientes con este síndrome complejo, que incluye sesiones grupales, con opción de añadir trabajo individual, para facilitar la integración de los pacientes en programas de ejercicio físico y salud. El programa sigue una estrategia de cuidado integral, con enfoque biopsicosocial. Incluye una valoración inicial y trabajo semanal en sesiones de ejercicio grupal, pero adaptado a las necesidades de cada paciente.
La fibromialgia es un trastorno crónico de larga duración que causa dolor y sensibilidad en todo el cuerpo, afectando de manera especial al sistema musculoesquelético, que parece tener su origen en el sistema nervioso central y que se manifiesta también en el aparato digestivo, así como en diferentes órganos del cuerpo. Otros síntomas asociados a esta enfermedad son la fatiga crónica, problemas para dormir, deterioro cognitivo y problemas de salud mental, fruto estos últimos, en muchos casos, de la falta de descanso por el dolor constante.
Hidroterapia, fisioterapia y readaptación física
Para el tratamiento de este síndrome complejo, añaden los coordinadores de la Unidad de fibromialgia del hospital Ribera IMSKE, es muy importante un abordaje integral, personalizado y programas clínicos realizados por especialistas en esta enfermedad. “Hay pacientes que van a un fisioterapeuta sin comentar su enfermedad o no recurren a un especialista y salen peor que han entrado”, explican.
La doctora Patricia Roth asegura que tratamientos como el masaje muscular de liberación miofascial en Fisioterapia, o la hidroterapia en Readaptación ayudan a las pacientes a mejorar su calidad de vida. Pero insiste en la importancia de contar con profesionales muy bien formados en este síndrome, como los del equipo de Ribera IMSKE. “Una persona con fibromialgia puede no sentirse segura en la piscina, ya que es incapaz de seguir el ritmo de otros pacientes que se están recuperando de alguna otra patología o intervención”, explica.
El hospital Ribera IMSKE tiene fisioterapeutas, nutricionistas, reumatólogos, especialistas en el tratamiento del dolor y personal de Enfermería con formación en este síndrome complejo. Además, cuenta con instalaciones únicas en la ciudad Valencia para el tratamiento clínico de todo tipo de patologías que afectan al sistema musculoesquelético, como una piscina interior para hidroterapia o salas de rehabilitación y readaptación, además de una completa Unidad de Radiología, con tecnología puntera.
La doctora Roth explica que una persona que tiene dolor todo el día “no suele querer moverse, porque cuando se mueve tiene dolor. Y eso lleva a una mayor debilidad muscular y, a su vez, a más dolor”. Por eso, además de fisioterapeutas especializados en este síndrome, el proceso conlleva “ayudar a las pacientes a superar las barreras que le limitan o que teme antes de empezar a hacer ejercicio suave”.
La nutrición en el tratamiento de la fibromialgia
Por otro lado, una dieta saludable es fundamental para mejorar la calidad de vida de las pacientes con fibromialgia. “El sobrepeso afecta de manera especial a estas pacientes porque aumenta el dolor, limita la movilidad y contribuye a empeorar los síntomas de varios problemas de salud mental asociados, como la depresión o la ansiedad”, explica el doctor Palop, que apunta también a las consecuencias negativas que la inflamación tiene sobre el sistema nervioso central. “Incrementa la hipersensibilidad y por lo tanto incrementan el dolor, la fatiga y el insomnio”, explica.
Además, el doctor Palop recuerda que las personas con fibromialgia también tienen hipersensibilidad del tubo digestivo. “Esto hace que presenten muchas intolerancias a alimentos que son más difíciles de digerir, como la lactosa, la fructosa o el gluten, que a estos pacientes les generan verdaderos problemas alimentarios”, añade. “Adecuar la alimentación de la mano de un nutricionista especializado, como el del equipo de la Unidad de Fibromialgia de Ribera IMSKE, hace que mejoren mucho sus problemas de salud”.
Los coordinadores de esta nueva unidad clínica del hospital que el grupo sanitario Ribera tiene en Valencia aseguran que “con un programa a largo plazo, que incluye una dieta especial, fisioterapia y ejercicio controlado, conseguimos que nuestras pacientes mejoren de forma extraordinaria su calidad de vida y su condición física”.
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