El pasado jueves 22 de junio, FSC España y la Unidade de Xestión Ambiental e Forestal Sostible (UXAFORES) de la Universidad de Santiago de Compostela organizaron una jornada de puertas abiertas en el Edificio Impulso Verde, Lugo, construido con madera sostenible, para explicar cómo la gestión forestal y el abastecimiento responsables impulsan la creación de ciudades más sostenibles, más respetuosas con el medio ambiente y más conectadas con los entornos rurales.
A la jornada acudieron más de 100 asistentes entre socios de FSC España, asociaciones sectoriales, arquitectos, ingenieros, promotores, ingenieros forestales y profesionales del sector forestal de la ciudad de Lugo. Posteriormente se realizó una visita al proveedor de madera local utilizada en el Impulso Verde, Hemanos Rubal, ubicada en Alfoz y a la SOFOR (Sociedad de Fomento Forestal) del Monte Uceira en Pol, una sociedad que agrupa a más de 80 propietarios y más de 500 parcelas en 50 hectáreas de superficie certificada bajo los estándares FSC.
Viaje hacia la sostenibilidad urbana“El viaje hacia la sostenibilidad urbana comienza – tal y como destacó Alberto Rojo, Presidente de FSC España – en un bosque gestionado de forma responsable, donde la actividad forestal se realiza bajo estándares ambientales rigurosos que garantizan la disponibilidad de los recursos forestales a largo plazo, su viabilidad económica, se generan beneficios para las comunidades locales y se conserva y protege la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, misión que FSC lleva realizando desde hace casi 30 años y 21 años en España”.
“La investigación es clave para integrar los bosques y sus aprovechamientos en las industrias y formar a profesionales capacitados”, recalcó Esperanza Álvarez, Coordinadora del Grupo de Investigación de UXAFORES. Y destacó “el papel determinante de PEMADE Plataforma de Ingeniería de la Madera Estructural, grupo investigador central del uso de la madera en la construcción del proyecto Impulso Verde”. Ambos grupos de investigación pertenecen a la Universidad de Santiago de Compostela.
Este viaje hacia la sostenibilidad, explicó Lara Méndez, Alcaldesa del Concello de Lugo “comenzó en Lugo hace 8 años con el proyecto Lugo + Biodinamico, del que forma parte el edificio público Impulso Verde y que abarca distintas medidas y acciones en 21 hectáreas ubicadas en un polígono industrial y que tiene vocación de demostrar cómo queremos que sea Lugo y las ciudades del futuro”. “La construcción con madera, añadió, contribuye a reducir el impacto medio ambiental de las industrias, pero también impulsa el desarrollo económico local y la fijación de población, pues permite generar nuevas oportunidades”.
Impulso Verde
Durante la jornada se organizaron dos mesas redondas para hablar del uso de la madera en la construcción; y del procedimiento de verificación del cumplimiento del estándar FSC de Proyectos realizado por APCER, cuya auditoría ha tenido como resultado la obtención del Certificado FSC de Proyectos, siendo el primer edificio en España en obtener el Certificado FSC que garantiza a la sociedad la trazabilidad de la madera empleada.
El Edifico Impulso Verde, explicó Boris Hinojo, Coordinador del Proyecto Life + Biodinánico de Lugo es un “modelo demostrativo en un triple sentido, para crear ciudades más resilientes al cambio climático, donde se ha utilizado de forma predominante madera local y de proximidad con garantías de sostenibilidad y donde se han implementado medidas bioclimáticas para garantizar la eficiencia energética”.
Belén Feijoo, arquitecta en PEMADE explicó algunas de estas medidas bioclimáticas utilizadas “como el suelo radiante, caldera de biomasa, energía solar fotovoltaica, sistemas de renovación del aire y de recuperación de calor, entre otras”. “El resultado de las medidas diseñadas lograrán un ahorro energético de un 74% con respecto a los edificios de oficinas ya existentes y de un 54% al respecto de los de nueva construcción”, añade Belén.
José Antonio Lorenzana e Iker Irurtia, Ingeniero de estructuras de madera en Egoin, empresa constructora principal del Impulso Verde, explicaron el sistema de construcción del edificio, en el que a modo de lego, “fue construida por cuatro personas en 33 días, lo que reduce los plazos de ejecución, reduce el coste de cimentación por el menor peso del conjunto del edificio y por tanto se compensa el mayor coste que tiene la madera respecto a otros materiales convencionales, teniendo como resultado final un ahorro”.
La madera empleada en el edificio, aproximadamente 270 m3 de madera CLT, 45 m3 de madera laminada y 7 m3 de madera laminada de eucalipto almacenan tal y como señaló Belén Feijoo “280 toneladas de CO2, de manera que el resultado del edificio es balance de carbono cero pues hemos calculado que entre el carbono embebido del propio material y el CO2 generado en el transporte y en la construcción el carbono total es de 277 toneladas”.
Madera de pino en Galicia
“En España se obtienen aproximadamente 5 millones de m3 de pino al año, 2 millones en Galicia, pero sin embargo en Galicia sólo un 6% se destina a la construcción, el resto se emplea principalmente para embalajes”, señala Jacobo Aboal, Director de la XERA Agencia Gallega de la Industria Forestal de la Xunta de Galicia.
“Ya disponemos de un material menos contaminante y que reduce la huella de carbono de nuestras ciudades, la madera. Estamos en un momento de emergencia climática, no nos queda otro remedio que utilizar materiales renovables y menos contaminantes. La administración tiene un rol central, el promotor público tiene que ser el primero en traccionar esa cadena de sostenibilidad”.
Francisco Roca, Director de Xilonor del Grupo Finsa, empresa líder en Galicia en la fabricación de madera CLT para el uso en la construcción, utilizada en el Edificio Impulso Verde, señala en esta misma línea “que la utilización del pino en madera contralaminada para fines constructivos promueve la revalorización de la madera y la gestión forestal sostenible de nuestros bosques”.
Con la utilización de madera, el sector de la construcción tiene la oportunidad no sólo de cumplir con la reducción de emisiones de CO2 y demostrar que las edificaciones almacenan carbono, sino de activar la economía en los entornos rurales y de promover la gestión forestal sostenible de nuestros montes, pues la demanda prevista de madera en los próximos años, sólo puede garantizarse a largo plazo si se realizan prácticas forestales responsables.
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