La Fundación CRIS contra el cáncer, entidad referencia en la investigación contra esta enfermedad, esta Navidad se cuela en miles de hogares españoles para romper con la tradición del siglo XIX de comer 12 uvas verdes en Nochevieja para celebrar el cambio de año.
“Se trata de una propuesta que llama la atención sobre el alto número de personas que son diagnosticadas de un tumor en España -una tendencia al alza en personas jóvenes-, la importancia de mantener un estilo de vida saludable, poner en valor que la investigación es el único camino para curar esta enfermedad y trasladar a la sociedad civil que el compromiso con la investigación y el progreso es cosa de todos”, así lo ha declarado Marta Cardona, Directora de la Fundación CRIS contra el cáncer.
Las Uvas Rojas: 12 uvas contra el cáncer
La alimentación es fundamental para cuidarnos de cualquier enfermedad. Estudios científicos afirman que la uva roja, entre otros muchos antioxidantes, contiene una molécula llamada resveratrol, que podría estar asociado a un menor desarrollo de diversas células cancerígenas. Todas las variedades de uva contienen compuestos nutricionales excepcionales, Sin embargo, múltiples factores pueden afectar a su concentración. El tono púrpura de las uvas rojas nos habla de frutas especialmente ricas en ellos.
Pero, aunque la alimentación sea importante, no es suficiente para prevenir y tratar el cáncer. Solo con la investigación del cáncer conseguiremos nuevas terapias y tratamientos para paliar esta enfermedad. Sabemos que ningún alimento puede prevenir el cáncer por sí solo, pero sí que una dieta variada rica en alimentos vegetales puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer y aumentar la supervivencia. Cuando vemos la lista de “alimentos que combaten el cáncer” de la Fundación Mundial para la Investigación en Cáncer, observamos que todos son alimentos vegetales cargados de nutrientes-fitoquímicos o fitonutrientes por venir de las plantas- que pueden ayudar a prevenir enfermedades como el cáncer. Así pues, lo que marca la diferencia cuando hablamos de riesgo de cáncer, es llevar una dieta que incluya alimentos muy nutritivos, muy ricos en vitaminas, minerales y otros nutrientes con capacidad antioxidante y antiinflamatoria. Son muchos los alimentos beneficiosos para la salud general y con un reconocido papel en la reducción del riesgo de cáncer y otras enfermedades crónicas y varios estudios que demuestran que una mayor ingesta de determinados alimentos podría estar asociada con un menor riesgo de padecer la enfermedad. Y entre estos alimentos las frutas conocidas como bayas, y las uvas en particular, ocupan un lugar muy destacable por tratarse de pequeñas joyas nutricionales, repletas de nutrientes.
La Dra. Emilia Pardo, Asesora científica en nutrición de la Fundación CRIS contra el cáncer, explica que “cuando muerdes una uva, obtienes más que una explosión de sabor jugoso y dulce. También obtienes una dosis de nutrientes que benefician la salud. Las uvas proporcionan vitaminas C, K y B como tiamina, riboflavina y B6- son una rica fuente de fibra y minerales entre los que destacan el cobre el potasio y el hierro. Destaca la riqueza en resveratrol y en antocianinas, ambos poderosos compuestos vegetales con capacidad antioxidante y antiinflamatoria lo que se traduce en un abanico de beneficios para la salud cuando se consumen uvas. Al tiempo que refuerzan los beneficios para la salud del corazón, reducen el colesterol y controlan de la tensión arterial-, contribuyen a la salud de los ojos, de la piel y aunque contienen azúcar, y de ahí su mala fama, no parecen afectar negativamente el control del azúcar en sangre cuando se consumen con moderación e incluso ayudan a prevenir la ganancia de peso. También, cuando hablamos de salud intestinal ocupan un papel protagonista y la flora intestinal-microbiota-contribuye tanto a la prevención como a la supervivencia cuando hablamos de cáncer”.
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