Una nueva forma de entender el trabajo se abre camino como consecuencia de la imparable marcha del desarrollo tecnológico y la inteligencia artificial. Si bien ahora estamos inmersos en lo que para muchos es la Cuarta Revolución Industrial o industria 4.0, el próximo paso, aunque todavía quede un poco lejos, está a punto de llegar. Pero ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
Tomando como punto de partida la Primera Revolución Industrial en 1765, el ser humano ha pasado de utilizar el carbón y el vapor a ser capaz de manufacturar gases e hidrocarburos para ir perfeccionando su técnica hasta ser capaz de manipular la energía atómica. Este conocimiento de la técnica nos ha llevado a una Cuarta Revolución Industrial dominada por internet, las Tecnologías de la Información y la necesaria búsqueda de nuevas formas de energía verdes que contengan la crisis climática ocasionada por las antiguas formas industriales mencionadas.
Con todo ello, vemos que el ser humano utiliza la tecnología como punta de lanza para alcanzar un progreso que le ayude a liberarse de sus tareas mundanas sin renunciar al aumento de su productividad y eficacia. Así, no es descabellado imaginar que durante los próximos años la sociedad llegue a una Quinta Revolución Industrial en la cual dicha tecnología alcance tal grado de desarrollo que permita que la sociedad abandone el concepto que tenemos del trabajo para centrarse el verdadero potencial humano.
¿Qué es la Industria 5.0 o Quinta Revolución Industrial?
Como hemos comentado anteriormente, para muchas organizaciones, la Industria 4.0 sigue siendo la meta a alcanzar o la hoja de ruta de sus estrategias empresariales. La Cuarta Revolución Industrial, basada en los avances de las Tecnologías de la Información y Comunicación, tiene como elementos clave: la automatización, la robotización, el big data, los sistemas inteligentes, la virtualización, la IA, el aprendizaje automático y el Internet de las cosas.
Sin embargo, la UE en su afán de abanderar y recuperar la locomotora de la globalización ha empezado a dibujar el concepto de la Industria 5.0 o Quinta Revolución Industrial.
Según la publicación de la Unión Europea ‘Industry 5.0 Human-Centric, Sustainable and Resilient’, el concepto de Industria 5.0 “ofrece una visión de la industria que va más allá de la eficiencia y la productividad como únicos objetivos, y refuerza el papel y la contribución de la industria a la sociedad”, además “sitúa el bienestar del trabajador en el centro del proceso de producción y utiliza las nuevas tecnologías para proporcionar prosperidad más allá del empleo y el crecimiento, respetando los límites de producción del planeta”. Complementa el enfoque de la Industria 4.0 “poniendo específicamente la investigación y la innovación al servicio de la transición hacia una industria europea sostenible, centrada en el ser humano y resistente”.
En otras palabras, la Industria 5.0 refleja un cambio de paradigma en donde el ser humano, la sociedad y la naturaleza priman por encima del valor económico. La productividad y la eficiencia decaen para asegurar el bienestar social a través de una tecnología más inteligente y respetuosa con los límites del planeta.
Ya son muchos los autores y expertos en la materia que hablan de la necesidad de transformar las organizaciones y el modelo económico para no llegar al “punto de no retorno”. Podemos citar a Thomas Piketty (El Capital en el siglo XXI), Kate Raworth (La economía del donut) o Paul Polman (Net Positive). Sin olvidar a muchos otros como: Noami Klein, Serge Latouche, Jason Hickel, John Elkington o el español Carlos Taibo.
Bien es cierto que los modelos de gestión que se están abriendo camino en las organizaciones basados en la Responsabilidad Social Corporativa, la ESG y el Triple Balance van por el buen camino, pero no son suficientes. El próximo paso se encuentra en poner el foco en los empleados, ya que son el motor para que la economía sea mucho más eficiente, social y sostenible.
En definitiva, la Industria 5.0 tiene la intención de compaginar una tecnología cada vez más precisa y potente junto con el potencial creativo de los seres humanos. Ya no se trata de minimizar la participación del trabajador a la automatizando procesos, sino aprovechar esa automatización para liberar al ser humano y que sea capaz de explorar sus límites.
Una nueva visión del liderazgo: “El líder 5.0”
Ante este nuevo paradigma en el que el capital humano es la base la organización, la figura del jefe o líder también debe cambiar por completo. Los mandos directivos tienen que ser capaces de crear ambientes de trabajo óptimos para que se desarrolle la creatividad y el talento. Y una cosa fundamental: ser capaz de retenerlo.
El nuevo modelo de la Industria 5.0 centra su inversión en el talento humano con el objetivo de crear de productos y servicios relevantes para el mercado, la sociedad y el planeta. Las doctrinas y 5 fuerzas de Michael Porter basadas en la competitividad dentro y fuera de las organizaciones para generar beneficio se caen por los suelos. Aquí lo que prima es la participación, innovación, investigación y colaboración entre individuos; asumiendo que el aprendizaje y el desarrollo continuo es la mejor vía para lograr resultados. Por lo que los nuevos líderes deben desplegar nuevas habilidades de gestión.
Antonio Peñalver, autor del libro El líder 5.0, considera que el liderazgo debe ser transformador y anticipativo. El líder 5.0 tiene que ser una figura capaz de responder con éxito a los retos con creatividad y tenacidad, a la par que logra ser inspirador y motivador para sus empleados. Pues solo de esta manera podrá sacar de ellos su máximo potencial e imaginación.
En palabras Peñalver: “El líder ha de saber trabajar con visión de largo plazo y grandes dosis de voluntad, pero sin perder de vista el corto plazo con una gran flexibilidad. Y todo ello sabiendo inspirar, generar la confianza y el compromiso de sus colaboradores a lo largo de todo el proceso de cambio y transformación que la organización precisa para ser competitiva”. Y continúa diciendo que “las organizaciones necesitan una perspectiva distinta de reconexión emocional con las personas. Precisan líderes más humanistas, que respondan de forma eficaz a las necesidades emocionales y físicas que conllevan los cambios continuos”.
En su libro, Peñalver recoge todas las nuevas características de los nuevos líderes y pone ejemplos de algunas de las figuras que han conseguido resultados a largo plazo en sus empresas. También analiza los retos que demanda la sociedad 5.0.
Estos y muchos otros temas fueron tratados en el XXX Foro Anual del Club Excelencia en Gestión, que tuvo como lema: Comunicación, talento, innovación y alianzas, las principales claves de la ‘Gestión 5.0’; y a cuya crónica puedes acceder aquí.
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