Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, los coches son responsables de más de un 60% de las emisiones del transporte por carretera. Una de las claves para reducir las emisiones de CO₂ y proteger el planeta consiste en conducir de manera eficiente.
“Un viaje de Madrid a Barcelona, por ejemplo, supone una emisión de 73 kg. Sin embargo, con la conducción eficiente se puede ahorrar hasta un 15% del combustible. Así, los conductores contribuyen a reducir las emisiones y a cuidar más el planeta”, asegura Alexey Pérez, profesor de Onroad. Para Onroad la formación vial no sólo implica aprobar un examen, sino enseñar a los futuros conductores del país a conducir de la forma más segura y eficiente.
“La conducción eficiente se basa en reducir al máximo los gases contaminantes que expulsamos a la atmósfera”, explica Alexey, que añade: “este tipo de conducción se denomina anticipatoria, porque consiste en adelantarse a lo que el vehículo se va a encontrar. Por ejemplo, dejar de acelerar varios metros antes de llegar a un semáforo para no tener que dar un frenazo”.
La tecnología como aliada
Para reducir las emisiones, existen sistemas y tecnologías aplicables a los vehículos. Por ejemplo, el sistema AdBlue es un añadido que elimina los óxidos nitrosos, una sustancia nociva tanto para los humanos como para el medio ambiente, y los transforma en oxígeno y nitrógeno, gases inocuos. Por otro lado, la tecnología Start-Stop sirve para apagar el motor del vehículo cuando se detiene en un semáforo, en una retención o en punto muerto.
Todos estos factores no solo tienen efecto en la salud mental del conductor, sino también en el medio ambiente y la economía. La conducción ecológica es más beneficiosa para el planeta, pero también es más cómoda, segura y barata para el conductor. Este último factor resulta interesante para los conductores, sobre todo en un año en el que los precios de los combustibles se han encarecido más de un 20%.
Se puede contribuir a la lucha contra el cambio climático de diversas maneras y la conducción eficiente es una de ellas. La tecnología y los sistemas añadidos al vehículo son buenos aliados, pero lo más importante es el comportamiento del conductor, ya que los buenos hábitos al volante ayudan a reducir las emisiones y cuidar el planeta.