El miedo de las empresas a no encajar en las estrategias medioambientales, ha supuesto que un 62% hayan acelerado sus esfuerzos por ser más sostenibles. A pesar de que existe una coyuntura económica que afecta a los planes estratégicos, las compañías creen que es esencial mantener un compromiso con el impacto ambiental.
El aumento de los costes de la energía y la inflación supuso que las empresas redujesen su consumo. El 61% de las empresas que se han unido a esta bajada están de acuerdo en que mantendrán esta reducción para además poder contribuir al medio ambiente.
Estos datos suponen que nuestro país es, dentro del ‘top 10’, uno de los que más empresas tiene trabajando en materia de impacto ambiental, por encima de territorios como Noruega (61%), Alemania (60%), Portugal (57%) o Francia (53%), según el Informe Europeo de Pagos de Intrum.
A esto se suma una nueva Directiva sobre Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad de la Unión Europea (CSRD),que busca que las empresas sean transparentes en cuanto a su impacto social y ambiental. Estas se verán obligadas a presentar información sobre sostenibilidad con el fin de reducir los costes para sacar el máximo provecho del potencial del mercado único europeo, que contribuirá a un sistema económico y financiero plenamente sostenible e integrador de acuerdo con el Pacto Verde Europeo y los ODS de Naciones Unidas.
Esta medida supondrá que alrededor de 50.000 empresas españolas tendrán que informar a la UE sobre su impacto en el cambio climático. Queda claro que la sostenibilidad se encuentra entre los puntos clave de la agenda económica, siendo ya una prioridad para el desarrollo empresarial y para el futuro de las miles de empresas que conforman el tejido económico español.
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