Para paliar las injusticias que sufren tantas menores, la ONG Manos Unidas ha destinado cerca de 2.5 millones de euros a proyectos destinados a mejorar las condiciones de vida de estas niñas en diferentes regiones de Asia, África y América. Estos proyectos abarcan diversas áreas como: acceso a la salud (con programas que se centran en la higiene de las niñas, asegurando un entorno seguro y saludable); educación de calidad (con programas en escuelas de primaria) y empoderamiento socioeconómico (educación financiera), entre otras.
Educación de calidad desde edad temprana
«Para estrechar la enorme brecha de desigualdad que separa, todavía, a hombres y mujeres -fundamentalmente en los países del Sur- es necesario garantizar a las niñas el acceso a una educación de calidad desde edad temprana», comparte María José Hernando, del departamento de Estudios de Manos Unidas.
Actualmente, 1 de cada 5 niñas sigue sin terminar el primer ciclo de secundaria y casi 4 de cada 10 no terminan el segundo ciclo. También es amplia la brecha digital. Alrededor del 90% de las adolescentes y mujeres jóvenes no utiliza Internet en los países de renta baja, mientras que sus compañeros varones tienen el doble de probabilidades de acceder a Internet.
Para Hernando, una mujer formada desde la infancia tendrá más oportunidades de poder manejarse con seguridad en el mundo digital y eso permitirá, además, que cada vez más mujeres se conviertan en agentes de cambio en sus familias, en sus comunidades y en sus países. «Las mujeres y niñas serán, así, más conscientes de sus derechos y podrán reclamarlos para ellas y para otras mujeres de su entorno», declara.
Otros proyectos inciden en la prevención de la violencia contra mujeres y niñas, así como en garantizar su acceso a la justicia en caso de violencia. Y se trabaja para combatir la trata de personas y el matrimonio infantil, luchando para que las niñas no tengan que convertirse en madres antes de tiempo.
No hay duda de que las niñas de hoy serán las adultas de mañana. Protejamos sus derechos. Atender todas estas cuestiones es urgente y primordial para garantizar que las niñas tengan igualdad de oportunidades, acceso a una educación de calidad y una infancia segura y saludable.