¿Qué papel juega el propósito en la gestión sostenible del talento?
Las empresas son como las personas, tienen su propia cultura. Aquellas que la hacen tangible a través de sus valores y comportamientos son capaces de generar un entorno de confianza que lleva a las personas a sentirse vinculados emocionalmente y seguros para asumir retos, experimentar, compartir… Incluso, fallar para aprender y mejorar.
En un mundo con tantos estímulos y desafíos es fácil que en ocasiones olvidemos cuál es la razón superior que hay detrás de nuestro esfuerzo y desempeño. Por ello, es vital que los líderes entiendan el valor de motivar a través del propósito, huyendo de frases elevadas que no conectan con la realidad de las personas, y acercarlo al día a día para generar una visión compartida que reporte relaciones sólidas.
¿Cómo puede el liderazgo de una empresa implicarse en el día a día en la implementación de la estrategia integral de transformación cultural de su organización?
Los procesos de transformación cultural son procesos de cambio y, como en cualquier cambio, todo comienza con una toma de consciencia. En ocasiones olvidamos que para que los líderes puedan abanderarlos e implicarse activamente, primero deben comprenderlos y compartirlos. Entender por qué necesitamos cambiar, hacia dónde vamos y qué necesitamos para conseguirlo.
Cuando esto está claro, podemos trabajar activamente en su involucración acompañando a las personas, estimulando, y modulando nuevos hábitos y comportamientos donde la mentalidad y las conductas están renovadas y son sostenibles en el tiempo.
¿Cuáles son las claves para que la comunicación interna y externa de cara al talento sea exitosa, transparente y creíble?
Lo resumiría en tres pilares: coherencia, autenticidad y escucha activa. Aún existe cierto miedo a la transparencia y la honestidad en las comunicaciones por miedo a perder el control de la información y sus posibles consecuencias. Esto lleva a lanzar unos mensajes disonantes y de bajo impacto, fingir una cultura que no se vive en el día a día o preguntar poco por miedo a las respuestas.
Las personas en las organizaciones, queremos ser tratadas como adultos y disponer de información veraz que aporten valor para poder tomar mejores decisiones. En este momento de saturación de canales, formatos y mensajes, el talento está abrumado por la información formal y busca consumir contenidos auténticos, breves y visuales adaptados a sus necesidades.
Mirando al futuro, ¿cuáles son los desafíos que esta década nos depara a la hora de entender y gestionar el talento?
Hoy sabemos que el éxito de las organizaciones pasa por poner a los equipos a colaborar en torno a unos objetivos compartidos, y para que eso sea posible los líderes deben ser capaces de generar climas de respeto mutuo y confianza en los que las personas se sienten cómodas siendo ellas mismas, se sientan libres de compartir sus ideas, sus miedos, sus opiniones…
El contexto BANI define a la perfección el mundo incontrolable en el que nos movemos, por ello, los líderes deben ser conscientes de la complejidad del mismo y entrar en acción diseñando un mindset que ayude a las personas a ser más resilientes, flexibles, transparentes y empáticas.
En TRIVU hemos diseñado un programa experiencial para líderes en el que trabajamos la mentalidad y las herramientas para poder ejercer una de las grandes responsabilidades de esta década, diseñar entornos seguros psicológicamente en sus equipos.
¿Qué retos estás teniendo que afrontar para hacer de tu organización una empresa más auténtica, coherente y dinámica?
Sin duda, el mayor reto que tenemos por delante es ser capaces de generar un entorno de trabajo como equipo que nos permita conectar mejor nuestro talento con el impacto que generamos en nuestro partners y colaboradores.
Para conseguirlo estamos trabajando en redefinir, en base a nuestro propósito y valores, un modelo de trabajo más líquido y colaborativo identificando cuál es el verdadero valor que cada uno aportamos así como las habilidades y competencias que necesitamos para poder ofrecer nuestra mejor versión como equipo.
De todas las buenas prácticas que llevan a cabo desde su compañía ¿cuál es el logro que te hace sentir más orgullosa?
Hemos diseñado nuestro propio laboratorio de ideas donde, a través de equipos multidisciplinares y autoorganizados, identificamos pequeños retos del día a día, diseñamos soluciones que rápidamente ponemos en manos del resto del equipo, recogemos feedback e iteramos hasta que alcanzamos una soluciona consensuada.
Para poder llevar a cabo este laboratorio, trabajamos en diseñar una mentalidad compartida como equipo, basada en nuestros valores, que nos permita interiorizar filosofías de trabajo inspiradas en agilidad y pensamiento de diseño, así como garantizar un entorno psicológicamente y de respeto mutuo en el que las personas se sienten cómodas siendo ellas mismas.
Esta es nuestra manera de llevar nuestra cultura al día a día y de generar la experiencia TRIVU en todas las personas y también con nuestros partners.
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