El desarrollo de nuestras sociedades ha ido introduciendo cambios que facilitan la participación de las personas en su comunidad, fruto de los nuevos planteamientos sociales y culturales relacionados con la diversidad como pueda ser la inclusión, la participación comunitaria y la plena ciudadanía.
Esta participación, en numerosas ocasiones se ve limitada por barreras generadas en el hábitat, con diseños en muchos casos realizados pensando en un prototipo de hombre estandarizado o en un modelo de movilidad centrado en el automóvil.
Para evitar dichas barrearas, la principal herramienta con la que cuenta la sociedad es la Accesibilidad Universal, entendida esta como la cualidad de un espacio, objeto o servicio de ser usado con facilidad. Pero mientras la accesibilidad física o sensorial están parametrizadas y dispone de desarrollo normativo, la accesibilidad cognitiva en entornos y edificios está en proceso de definición de investigación y estudio.
Si bien es cierto que a nivel internacional tenemos como referencia las investigaciones derivadas del way fynnding, no se han realizado estudios que a través de una metodología de investigación contrastada permitan aportar conocimiento científico sobre los parámetros de la accesibilidad cognitiva en entornos y edificios.
Recientemente se ha modificado Real Decreto Legislativo 1/2013 para incorporar y especificar los ámbitos de actuación de la accesibilidad cognitiva.
La accesibilidad cognitiva es la parte que aborda la comprensión de la información, en servicios, entornos y edificios; ya que el mal diseño de los mismos se convierte en una barrera para que las personas con discapacidad intelectual puedan participar como ciudadanos de pleno derecho en la comunidad. Es por lo tanto la herramienta que puede proporcionar una comprensión más sencilla, facilitando así muchas acciones del día a día.
La accesibilidad cognitiva en entornos y edificios ha suscitado mucho interés social en los últimos años. La comprensión del entorno que nos rodea es fundamental para poder desempeñar cualquier acción adecuadamente, participar activa y autónomamente y estar incluido nuestras ciudades. A su vez la comprensión y orientación en el entorno es indispensable para que los espacios sean seguros.
La necesidad de comprender más fácilmente los entornos es una necesidad compartida por toda la población, y los beneficios de implementar la accesibilidad cognitiva se extienden a toda la ciudadanía, ya que esos entornos confusos o difíciles de entender generan incertidumbre, estrés y dependencia, limitando la autonomía y la capacidad de tomar iniciativas, así como la vida cotidiana de las personas en general.
Revisando los ODS nos encontramos que el número 11 nos invita a crear “Ciudades accesibles, sostenibles e inclusivas”. Sin duda, el futuro es diverso e inclusivo, las necesidades cognitivas para la participación plena han de ser consideradas en las ciudades inclusivas, y esta diversidad abarca a las personas con discapacidad intelectual, a otras discapacidades cognitivas, personas mayores, personas inmigrantes que no conozcan el idioma y al turismo en general.
Es por lo tanto una de las accesibilidades con mayor impacto en la población. En AFANIAS estamos convencidos que es la accesibilidad que más se desarrollará en las próximas décadas.
Las asociaciones como AFANIAS pertenecientes a la confederación Plena Inclusión están desarrollando distintas iniciativas para desarrollar metodologías de evaluación de accesibilidad cognitiva en entornos y edificios en las que participan personas con discapacidad intelectual como evaluadores.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de las Ciudades, en colaboración con Holcim España.