No es posible liderar una compañía sólo desde una mentalidad enfocada en ‘rentabilidad a corto plazo’. Toda empresa debería considerar gestionarse de forma ética, coherente y pensando en lo mejor para todas las partes y si, esto además dará rentabilidad en el largo plazo. Como máximo representante de Allianz Partners en España y Portugal, no concibo una organización sin conciencia sostenible porque, sinceramente, no creo que se pueda liderar ningún mercado sin ella y porque todos debemos pensar más allá: reflexionar sobre qué podemos aportar a la sociedad -la suma de todos es mucho-.
Mi recomendación es que las empresas tienen que articular políticas corporativas y tomar decisiones empresariales que tengan en cuenta la necesidad de ser mucho más responsables con el medio ambiente, apostar por el consumo circular, por la producción sostenible, por las políticas igualitarias y por el apoyo a las comunidades que nos rodean.
Siempre pongo como ejemplo de gestión ética a Lipton Tea: una entidad que ha apostado por modelos sostenibles de producción, que ha sabido explicarlo y eso, ha llevado al consumidor a valorar sus productos. Lipton Tea es ahora más rentable y, lo más importante, más sostenible: ha ayudado en la mejora de vida de las comunidades locales donde producen.
También creo que la cultura corporativa es clave para mantener el rumbo de la organización. Independientemente del contexto o de sus gestores, las compañías son personas y las personas se quedan en una compañía por su sentido de pertenencia, por cómo la organización trata a sus empleados; todo lo demás ayuda, pero no a largo plazo.
Esta cultura corporativa es también fundamental para que los clientes empaticen con una marca. Cuando existe un fin y cuando entendemos un porqué, empatizamos, y eso mismo les sucede a los usuarios del mercado. No existe una cultura puramente ‘económica’ ni de ‘rentabilidad’; todos los proyectos nacen de un porqué más profundo.
En nuestro caso, el porqué es “queremos facilitar la vida a las personas y protegerlas”. Y ¿cómo vamos a proteger a las personas si no pensamos en ellas ni en el entorno en el que se encuentran? Hace poco iniciamos un servicio con vocación social del que estoy muy orgulloso: nosotros que recibimos millones de llamadas al año, ¿no podríamos hacer algo más por aquellos con los que hablamos a diario?
Pues sí, hemos formado a nuestra plantilla para detectar posibles Ictus al teléfono (una de las principales causas de muerte en España) que, detectado a tiempo, evita el 90% de las secuelas (incluida la muerte).
Es importante que cuando pensamos en gestionar éticamente nuestro negocio, no olvidemos la base: los empleados. Por eso ‘la protección’ que ofrecemos en Allianz Partners empieza por ellos y por su entorno más inmediato. Nuestro Equipo es la base de todo y la compañía tiene que gestionarlo con responsabilidad, mentalidad inclusiva y de respeto, pensando en su bienestar físico y emocional, que por supuesto toca muy de cerca a sus familias. Cómo se encuentren nuestros colaboradores en el entorno laboral, revertirá en el trato que ofrecen al cliente.
Por otra parte, que se está produciendo un cambio climático es innegable y estar concienciados sobre lo que está sucediendo además de buscar soluciones, es un paso esencial que todas las empresas podemos dar persiguiendo precisamente esa gestión ética y con el objetivo de responder a nuestra cultura corporativa y al porqué existimos. Debemos estar concienciados para poner en marcha acciones que ayuden a la sostenibilidad de nuestro planeta, que den lugar a nuevas oportunidades de productos y de modelos operativos. Nosotros, por ejemplo, tenemos un papel que jugar muy importante en la reducción de la huella de carbono de nuestros proveedores y en ayudar a desarrollar modelos que faciliten la implantación de una nueva movilidad más sostenible.
La sostenibilidad de los gestores –entendida como durabilidad-, es igual que la de las compañías: el éxito acompañará a aquellos que consigan transformar y equilibrar sus negocios hacia modelos que combinen respeto por las personas y por el entorno. Y si, también os aseguro que esto traerá crecimiento en ventas y más rentabilidad.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Aplicación de la ética en la gestión y la cultura de las organizaciones