Según las previsiones, en el año 2050 el número de habitantes en las ciudades a nivel mundial alcanzará los 6.000 millones, lo que aumentará los retos que debemos afrontar en materia de sostenibilidad, incluyendo las mismas zonas urbanas. Al ser las ciudades los espacios con mayor densidad poblacional, son también el lugar donde se librará la principal batalla contra el cambio climático y la pobreza.
Más allá de que los gobiernos e instituciones tengan un papel muy importante, no debemos olvidar que tanto la empresa privada como la iniciativa individual de cada uno de nosotros son también vitales. Sin los recursos y esfuerzos de todos los actores de la Sociedad, la Sostenibilidad no será posible.
Y ¿qué recursos son ésos que pueden poner a disposición las compañías de Seguros y de Asistencia? Primero veamos el contexto desde el que partimos:
¿Qué es una ciudad sostenible? Muy sencillo, es un hábitat donde se disfruta de una adecuada calidad de vida y, al mismo tiempo, se mantienen y cuidan los recursos existentes para no comprometer la vida de las generaciones futuras. Aunque hay quienes defienden que, por definición, las ciudades no pueden ser sostenibles, veremos que podemos hacer mucho para refutar esa idea.
Para empezar, las ciudades son más eficientes para vivir que otras estructuras al basarse en economías de escala: al tener mucha densidad poblacional, poseen menores costes de vivienda, transportes y servicios en general. Es decir, una zona residencial de una ciudad no tiene por qué ser más ecológica y sostenible que el centro de una urbe. Todo se basa en la estructura de cada una de ellas y los accesos a bienes y servicios.
Se trata en definitiva de que los medios de transporte sean eficientes y ecológicos, que los accesos no entorpezcan la vida ciudadana, que la energía esencial para el funcionamiento de la ciudad se aleje de los combustibles fósiles, que haya más espacios públicos y facilidad para teletrabajar, que las empresas no se alejen del centro y que no se masifiquen con excesivo presencialismo.
Todo ello, hará que la ciudad sea más ecológica, que aumente la productividad, que se ahorre tiempo, que se reduzca el estrés y la contaminación, que aumente la seguridad… en definitiva, que aumente la calidad de vida.
Dos ejemplos de ello son las ´Smart Cities´ y las “Ciudades de los 15 minutos”.
Las ´Smart Cities´, son ciudades que apuestan por sistemas eficientes aplicados a sus infraestructuras, usando las tecnologías de la información y de la comunicación (TICS) como motores de esas infraestructuras. El objetivo es garantizar un desarrollo sostenible, una mejor gestión de los recursos disponibles y aumentar la participación de la ciudadanía. Además, incorpora una visión hacia el futuro, intentando que las generaciones venideras se encuentren los beneficios de las ciudades así conformadas.
Para que una ciudad sea realmente ´Smart´ debe tener el 100% de la producción de energía renovable, un sistema de transporte interconectado y que incentive a las personas a caminar o andar en bicicleta, una eficiente red de transporte público, sistemas de reciclaje de agua, sensores inteligentes en sus servicios públicos, agricultura urbana, industrias dentro de la ciudad y viviendas sostenibles, y que sean de construcción verde. En España existe un Plan Nacional de Ciudades Inteligentes con un presupuesto de 152,9 millones de euros.
Una ´Smart City´ sigue un plan de ordenación urbana que permite a sus habitantes acceder a cualquier servicio básico, o incluso al trabajo, en desplazamientos de menos de 15 minutos caminando, en bicicleta o en transporte público, reduciendo las emisiones derivadas de los desplazamientos, el gasto en energía y ganando en calidad de vida.
A nivel empresarial, lo que se plantea es trabajar en `co-working´ y que incluso las empresas abran pequeñas oficinas situadas en estos complejos donde los empleados más cercanos puedan hacer su jornada, siempre que no teletrabajen, claro está.
El concepto fue originado por el urbanista Clarence Perry como un modelo más desarrollado de comunidad vecinal. La puesta al día surgió en París y ya hay ciudades europeas como Copenhague o Barcelona trabajando en su planificación.
Evidentemente, las empresas de seguros tenemos mucho que decir en el desarrollo de todo esto, no solo en proveer de seguros a todos los riesgos que esta nueva concepción de ciudad implica, sino también de colaborar a su desarrollo y mantenimiento. Por eso, el mundo del seguro multirriesgo (de Hogar) sufrirá un cambio, que aunque ya empezó hace años, ahora va a ser más abrupto.
Y de hecho, donde encontramos un papel más destacado del mundo Asegurador es en ayudar a ‘crear’ la casa del futuro. ¿Cómo serán?
Para empezar, sin olvidar el diseño, está en un primer plano la eficiencia y la sostenibilidad que, de entrada, tiene que ver con el diseño de la casa. Una casa eficiente debe serlo desde que se planifica su construcción -tener una orientación eficiente energéticamente hablando, que cada fachada sea de un material diferente dependiendo de la incidencia del sol en ella-. De hecho, ya existen estudios de arquitectura que contemplan estos elementos para que, antes de saber cómo se va a calentar, enfriar o ventilar la casa, ésta sea lo más eficiente posible.
Después es importante saber cuáles van a ser sus fuentes de energía, y no será plenamente una casa sostenible si el 100% de energía no es renovable. Incluso hay que pensar en cómo sacamos los residuos de las viviendas, cómo es el sistema de evacuación de agua sucia y de basuras, etc.
También existe una necesidad de incorporar en estas viviendas multitud de sensores inalámbricos que pueden analizar datos y optimizar procesos en líneas de electricidad, tuberías de agua, carreteras, otras edificaciones y, a su vez, estar interconectados con el resto de la `Smart City´.
Dentro de las casas sostenibles, también encontramos las ‘Casa Hobbit’ (El Señor de los Anillos), totalmente ecológicas, integradas en el paisaje -urbano, en este caso-, con materiales ecológicos y reciclados, donde al estar totalmente conectada, se climatiza poniendo la calefacción o el aire acondicionado, bajando o subiendo persianas autónomamente e, incluso, poniendo una iluminación adecuada para cada momento del día o periodo del año, etc.
Es decir, no solo hablamos de programar nosotros mismos nuestra vivienda, sino de que la misma vivienda sea inteligente y se gestione ella mejor de lo que nosotros lo haríamos.
Una vez visto todo esto, volvemos a la pregunta: ¿qué podemos hacer las Aseguradoras y los servicios de Asistencia en este contexto? Muy sencillo, proveer a los asegurados de los medios materiales y de servicio para poder tener “a mano” este tipo de servicios que, por supuesto, en primer lugar pasan por un buen asesoramiento.
Claro está que no es posible “hacer desaparecer” todas las viviendas existentes para hacer un reseteo de las ciudades y crearlas de cero. Ahí es donde nosotros podemos ayudar, aconsejando y ayudando en la adaptación a este cambio.
Cosas como tener un buen aislamiento en la vivienda -aislando cada parte de la casa con un material diferente, si fuese necesario-, instalar fuentes de energía que utilicen combustibles naturales, colocar sistemas de acumulación de agua caliente que mejoren la eficiencia de los existentes, adaptar los sistemas de iluminación para ahorrar energía y mejorar en confort… Y es que debemos acostumbrarnos a la idea de que absolutamente todo puede ser automatizado.
Por cierto, si queremos saber si una vivienda es más o menos sostenible, podemos intentar certificarla como vivienda ecológica. Hay varias instituciones a nivel mundial que se ocupan de ello. Las más prestigiadas internacionalmente son Passivhaus, del Instituto alemán de Edificación y Medio Ambiente, Liderazgo en Diseño Energético y Ambiental (LEED) de Estados Unidos, Minergie de Suiza, el Método de evaluación y certificación de la sostenibilidad de la edificación (BREAM) Del Reino Unido, el Estándar de Alta Calidad Ambiental (HQE) de Francia, la Certificación Verde Green Building Council España (GBCe) de España.
Como conclusión, y aunque no lo creamos, lograr que nuestra vivienda convencional sea poco a poco una ´Smart Home´ no es tan complicado. Y aquí es donde las compañías aseguradoras tenemos mucho que decir y mucho en lo que ayudar.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de las Ciudades, en colaboración con LafargeHolcim.