Con la última reforma de la política pesquera europea, se introdujo por primera vez y de forma muy contundente el equilibrio en la pirámide de sostenibilidad, incluyendo a la económica y a la social en este prisma que hasta ese momento sólo tenía en cuenta la ambiental. Desde ese momento, el sector pesquero ajustó su hoja de ruta laboral, y las organizaciones hemos ido dando cada vez más importancia a las iniciativas que tienen como objetivo principal mejorar los aspectos que forman de este modelo triple de sostenibilidad.
En el mediterráneo andaluz, y concretamente en Almería, se ha apostado mucho por la defensa de la igualdad de género en la pesca. Almería es un puerto pesquero de gran importancia en el mediterraneo andaluz y cuenta con una proporción muy alta de armadoras mujeres que bajan diariamente a la lonja.
Tanto es así que en estos últimos años se ha nombrado a una mujer como presidenta por primera vez de una asociación de armadores en Andalucía. Además de este puesto jerárquico, en Andalucía se creó en 2018 la Asociación Andaluza de Mujeres del Sector Pesquero (AndMuPes), una asociación formada por asociaciones de mujeres con vínculo directo y activo en la pesca de todas las provincias andaluzas, y cuya presidencia la ocupa una armadora almeriense.
Desde entonces, de forma general en todo el litoral andaluz y de forma específica en el almeriense, los esfuerzos y logros de la mujer en la pesca han sido más que evidentes: se ha constituido en la administración autonómica un Consejo Asesor de la Pesca integrado por las 3 asociaciones que representan a todo el sector andaluz, y una de estas 3 es AndMuPes, lo que demuestra la solidez con que la Junta de Andalucía ha acogido a esta asociación que en su trayectoria ha demostrado ya implicación, rigurosidad y un trabajo integrador.
Su currículum ya viene respaldado por cursos de formación dirigidos a mujeres del sector, organización de foros internacionales con mujeres del norte de África, concursos y publicaciones digitales, etc.
Otro de los aspectos en los que se ha avanzado en los últimos años dada la gran necesidad surgida ha sido en la defensa de los intereses socioeconómicos de los pescadores.
Tras las primeras noticias de que el Comisario Europeo de Pesca (V. Sinkevicius) quería imponer un plan plurianual a la pesca de arrastre donde se limitará hasta un 40% la actividad de los barcos, han sido múltiples y constantes las acciones llevadas a cabo por el sector para hacer ver que era inviable continuar con la actividad pesquera con esos parámetros.
Protestas coordinadas en puertos mediterráneos de toda Europa, intervenciones en el Parlamento y la Comisión, reuniones con los representantes de más alto nivel en la gestión pesquera autonómica, nacional y europea, declaraciones en medios de comunicación, e incluso iniciativas en la sociedad (change.org, etc).
Los pescadores, coordinados, se han puesto de pie para tomar acción en un Plan que está suponiendo la desmantelación de nuestro tejido costero que vive de la pesca. Aun así, en Andalucía, continuamos apoyando todos estos movimientos a nivel político y mediático con energía.
Y en último lugar, el tercer aspecto de la sostenibilidad que sin duda alguna más cambios ha tenido, es el ambiental. El impacto en el mar en estas últimas décadas se ha evidenciado tanto en la gran cantidad de basuras marinas como en el estado general del agua del mar y de los caladeros. Por suerte, y gracias al conocimiento científico, se han ido desarrollando cambios en el arte de pesca y en la tecnología a bordo que han reducido el impacto de esta actividad.
Los armadores han aceptado estos cambios con esperanza para que los stocks vuelvan a tener una biomasa recuperada. Cambios en la luz de malla del copo, motores con menor consumo de combustible por dispositivos accesorios, sondas que dan la talla y especie del cardumen antes de cerrar el arte de cerco para evitar capturas no deseadas, o puertas de arrastre que no contactan con el fondo, son algunas de las más destacables.
La gente de la mar se ha convertido en guardianes del buen estado de los fondos a través de los numerosos proyectos de recogida de basuras del fondo del mar con la actividad de la pesca de arrastre, y con esta labor, además de fondos más limpios se han recogido datos valiosos para conocer los orígenes de estos residuos y poder tener más luz para que la administración ponga soluciones.
Sin duda, hoy ya el pescador no se dedica a pescar y vender sus capturas en la subasta. Hoy el pescador se preocupa de invertir en cambios a bordo que mejoren la selectividad de su arte.
El pescador o pescadora está integrado en estructuras que defienden sus intereses a nivel colectivo, el sector pesquero está transmitiendo su experiencia y conocimiento gracias a su participación en la educación ambiental con toda la sociedad, y todo el sector andaluz, y en concreto el almeriense, reconoce el papel de las mujeres en la pesca y lo valoran con orgullo.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: La sostenibilidad del sector pesquero español, en colaboración con Pesca España.