El Observatorio 2030 del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España es una iniciativa referente del trabajo colaborativo, que permite alinear valores y acciones transversales de todos los agentes implicados en el proceso constructivo y urbano, con el objetivo compartido de impulsar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas.
Es, además, la única mesa permanente del sector de la construcción y la edificación en España.
Su funcionamiento se basa en el trabajo de distintos grupos constituidos en torno a varias líneas de actuación. La Fundació Mies van der Rohe, a la que represento en calidad de Directora, se implicó desde el inicio en el Grupo de Trabajo vinculado a la calidad del entorno construido, y participa activamente en sus encuentros y debates.
La calidad del entorno construido, sea urbano o rural, incide de manera fundamental en la calidad de vida de las personas. La Unión Europea así lo reconoce a través de sus múltiples iniciativas, desde su continuado apoyo al Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea – Premio Mies van der Rohe, organizado por la Fundació Mies van der Rohe desde 1988, hasta la muy reciente presentación del informe ‘Hacia una cultura arquitectónica compartida’ redactado por el grupo de trabajo sobre ‘Calidad de la arquitectura y el entorno construido’ constituido por expertos de todos los estados miembros.
Este informe parte de la Declaración de Davos sobre Baukultur – para la que tantas adhesiones consiguió en España el Observatorio 2030 – y establece que los criterios para asegurar la calidad del entorno construido, además de los criterios funcionales, ecológicos y económicos, deben satisfacer también las necesidades sociales, culturales y psicológicas, así como un sentido general de identidad y pertenencia.
La calidad del entorno construido está estrechamente relacionada con los valores de la Nueva Bauhaus Europea y, en un sentido más amplio, con el Pacto Verde que los europeos nos hemos dado. La próxima Ley de Arquitectura española responde plenamente a estos retos y entronca con iniciativas similares en otros países, dotándonos de herramientas para asegurar dicha calidad.
La arquitectura de calidad es además un valor reputacional para el país en general y para el conjunto de agentes implicados en el proceso constructivo y urbano en particular. Las ciudades bonitas lo son por la calidad de su entorno urbano y la belleza de sus edificios. Los paisajes rurales, en Europa, han sido modificados por los hombres y mujeres que los han habitado, trabajado, transitado a lo largo de los siglos, y son paisajes hermosos cuando esta simbiosis se ha dado desde el respeto por el medio que acoge y no desde la depredación.
El valor reputacional de la belleza de las ciudades y paisajes rurales de un país es evidentemente una potencial fuente de recursos económicos en forma de turismo responsable siempre que, recordemos, el ansia especuladora no acabe con la propia fuente de riqueza.
Pero el valor reputacional del sector arquitectónico y urbanístico juega también un papel fundamental en la diplomacia cultural.
Cuando los premios internacionales, exposiciones, publicaciones y demás posicionan a la arquitectura de un país como referente, contribuyen a mejorar la imagen generalizada del país y todo el sector de la construcción se ve influido positivamente.
El Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea – Premio Mies van der Rohe nos permite, desde la Fundació Mies van der Rohe, contemplar de manera privilegiada el panorama arquitectónico europeo.
Los referentes arquitectónicos en Europa hoy son aquellos que añaden, a las herramientas clásicas de ordenación urbanística del territorio y a las distintas normativas edificatorias, nuevos elementos como los procesos participativos de los ocupantes de los edificios, el vecindario o la población en general. Las decisiones no deben tomarse sin pisar el terreno y sin adecuación al contexto. Y a las herramientas ya implementadas en toda Europa que mejoran la sostenibilidad medioambiental de los edificios se están añadiendo mecanismos que buscan la sostenibilidad económica y social: cooperativas de usuarios, vivienda pública de alquiler, reconversión de edificios, preservación de los tejidos urbanos preexistentes, inclusión de valores de memoria e identidad…
Si la arquitectura es la expresión material del espíritu de los tiempos, parafraseando a Mies van der Rohe, es importante recoger estos anhelos en el marco estratégico que define la Agenda Urbana Española, en la próxima Ley de Arquitectura que defenderá la calidad de nuestro entorno construido y articularlos todos ellos en el marco de la Nueva Bauhaus Europea y el Pacto Verde Europeo.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Espacios Urbanos Sostenibles