¿Qué destacarías de la respuesta de ArcelorMittal ante la pandemia?
Desde finales de febrero ya teníamos conocimiento de la evolución de la enfermedad y desde ahí se desarrollaron planes de actuación y de contingencia para intentar frenar el contagio dentro de las instalaciones. El plan estuvo enfocado a la sensibilización y a la concienciación de todos los trabajadores en la adopción de medidas higiénicas y preventivas.
La rapidez fue posible al pertenecer a una multinacional donde el conocimiento es compartido entre diferentes plantas y países. Al estar presentes en 18 países, hemos podido aprender los unos de los otros en cuanto a las medidas que están adoptando determinados países. Entonces, lo más urgente fue poner en marcha ese plan de actuación y contingencia y reforzar toda la labor de comunicación interna y sensibilización; hay que destacar el trabajo de los servicios médicos que han estado en permanente contacto con los trabajadores para hacer seguimiento de las alarmas que se podían generar. Y también hubo un aspecto muy importante, que es la labor de los centros de I+D, que han ofrecido los recursos disponibles en materia de innovación a las administraciones sanitarias y que igualmente han hecho una especie de partnership con otras empresas en este sentido.
Como ejemplo de la innovación aplicada a la lucha frente a la pandemia, la fabricación en el Laboratorio de Fabricación Aditiva de máscaras de protección y pantallas faciales en un momento en el que había escasez de equipos de protección individual. O la producción de respiradores invasivos y no invasivos, poniéndolos a disposición de las administraciones sanitarias. También la puesta a disposición del Bio Lab, que es un laboratorio que tenemos en Asturias, el cual está inicialmente orientado en la aplicación de la biología al área de minería sostenible, pero que de la noche a la mañana se transformó en un laboratorio de análisis para las pruebas PCR. Fue uno de los primeros en ser acreditado por el Instituto de Salud Carlos III a nivel nacional.
Hablando un poco más en general de la estrategia de comunicación de su organización, ¿cómo ha evolucionado la estrategia de comunicación en estos últimos años hasta la actualidad? ¿Y cuáles son actualmente sus principales líneas de actuación?
En los últimos años y especialmente en el último, nos hemos enfocado en orientar la comunicación al reto de la descarbonización del sector del acero. Nosotros estamos inmersos en ese proceso vinculado a los Acuerdo de París, a la Agenda 2030. Y se necesita explicar, sobre todo en el ámbito externo con todas las administraciones implicadas, bien a nivel europeo, a nivel nacional o bien a nivel regional, cuáles son los retos del sector del acero frente a la descarbonización. Inevitablemente, la producción de acero genera CO2 y ahora hay una serie de tecnologías que se están desarrollando para minimizar la huella de carbono.
En paralelo a eso, se han explicado a los grupos de interés externos cuáles son las necesidades, las dificultades y las particularidades del sector del acero. En cuanto a los grupos de interés internos, los medios y las audiencias internas, es necesario hacer ver los retos que va a suponer todo esto. Es una transformación del proceso productivo hacia un modelo de bajas emisiones de carbono para llegar al objetivo de ser neutros en carbono con el horizonte de 2050. Todo eso va a requerir una serie de transformaciones del proceso y una serie de palancas añadidas como son, por ejemplo, la digitalización; en el sentido de que tenemos que ser más eficientes, optimizar los procesos y alinear esa industria 4.0 con ese reto que nos viene.
Básicamente, nuestra máxima prioridad sigue siendo la seguridad de los trabajadores y en los últimos años hay un gran esfuerzo de concienciación. Aunque seguimos disminuyendo el índice de frecuencia de accidentes con baja, tenemos todavía accidentes mortales dentro de la Compañía y la prioridad número uno de la empresa es la seguridad. Hay más objetivos, pero la sostenibilidad y la seguridad son los pilares de la comunicación de la Compañía en estos momentos.
¿Cuáles son las principales ventajas y beneficios de apostar por una comunicación responsable?
Nosotros somos muy transparentes en cuanto a proporcionar información de las emisiones, de su seguimiento, del control de la contaminación a través de las estaciones de controles de calidad del aire junto a sus proyectos y de los planes de mejora ambiental. Esto, además, lo publicamos a través de nuestra página web de forma pública. Difundimos las actas de las reuniones de nuestros Consejos de Relaciones con la Comunidad, las presentaciones que compartimos con los vecinos donde se ve la evolución de los indicadores de emisiones, etc. Dentro de esta estrategia que tenemos de integrar más la sostenibilidad en el negocio, una de las patas fundamentales es el diálogo con el entorno y la constitución de estos Consejos de Relaciones con la Comunidad es algo que sí que podemos destacar en los últimos años.
El último año, lamentablemente, no ha sido posible el diálogo permanente por el tema de la pandemia. Pero intentamos mantenerlo con los grupos de interés de nuestro entorno más cercano a través de esos Consejos de Relaciones con la Comunidad. Desde ese punto de vista, entendemos que es crítico tener un diálogo permanente para poder anticiparnos a los problemas o a los cambios que pueda haber, entender cuáles son las necesidades del entorno más próximo. Mantener un diálogo permanente con todas las partes interesadas, administraciones, vecinos, entidades locales, entendiendo que no podemos permanecer de espalda a la sociedad, nos permite anticiparnos ante cualquier problema o cualquier necesidad que pueda surgir.
En tu opinión, ¿cuáles son los principales errores que se siguen cometiendo en la actualidad en torno a la comunicación de la responsabilidad social? ¿Y cómo subsanarlos?
Hay mucho que hacer en este campo todavía. Yo creo que la alta Dirección de nuestra compañía está absolutamente involucrada en esto, pero cuando empezamos a extender la comunicación a los niveles inferiores de la Organización ya no cala tanto el mensaje. La alta Dirección de la Empresa entiende que la sostenibilidad es un área de prioridad estratégica y así lo trasmite. Pero cuando hacemos extender esto hacia abajo, empezamos a tener problemas. Y cómo hacer ver a nuestra plantilla que los ODS no son algo que es bonito y que está bien alcanzar, sino que debemos trasladarloa la gestión diaria de la Compañía. Eso se tiene que traducir en unos indicadores, con unos objetivos y un seguimiento. El reto es cómo enlazarlos con el día a día, cómo hacemos que la contribución de un operador en una instalación concreta impacte en el desarrollo sostenible.
Todavía, efectivamente, se tiene la consideración en algunos niveles de mando de que esto no va con nosotros. Que somos un sector que es clásico puro y duro, que es primario y que, bueno, poco podemos hacer por esto. Pero hay mucho que se puede hacer. Queda mucho por hacer todavía.
¿Qué opinas de esas personas que dicen que la Responsabilidad Social no deja de ser más que una forma de lavar la imagen, de greenwashing? ¿Cómo crees que se podría hacer desde la comunicación para revertir este punto de vista que a veces aún se mantiene?
Esto enlaza con lo que llamamos la licencia para operar. Nosotros entendemos que no es posible la producción del acero si no es a través de un proceso sostenible. En ese sentido, enlazamos la sostenibilidad dentro de la gestión diaria de la Compañía. Tenemos un seguimiento permanente de indicadores y cada vez más estamos trasladando esto a la gestión diaria del negocio. Intentamos mantener un diálogo permanente con nuestros grupos de interés, especialmente en las comunidades más próximas a nuestras plantas,a través por ejemplo de los llamados Consejos de Relaciones con la Comunidad.
¿Hay alguna buena práctica que queráis recalcar de este diálogo establecido con los grupos de interés?
Como hablaba anteriormente, yo destacaría la creación de los Consejos de Relaciones con la Comunidad en Asturias y en el resto de las plantas. Desde luego que uno trata de mantener una relación permanente con el entorno, con los grupos de interés, con las administraciones, con los vecinos. Pero nosotros hemos ido un paso más allá y hemos constituido estos órganos de representación permanente donde están integrados los vecinos, las administraciones locales, la universidad, las asociaciones empresariales y donde compartimos información y somos lo más transparentes posibles en los temas que preocupan especialmente, dependiendo de la planta que sea. Por ejemplo, aquí en Asturias donde yo estoy el tema de las emisiones y de la contaminación del entorno es un tema de alta preocupación para las comunidades vecinas.
¿Cuál consideras que es el papel de los medios de comunicación ante la responsabilidad social? ¿Se está cumpliendo el papel por parte de los medios de comunicación? ¿Qué se le puede pedir a los medios de comunicación?
Yo creo que habría que trabajar en acercar más toda la sostenibilidad al gran público. Es decir, hacer una labor didáctica, un poco explicativa de qué es esto de los ODS y que es la Agenda 2030, cuáles son los objetivos del Acuerdo de París. También ser un poco más pedagógico en cuanto a la explicación de los retos y de los problemas que tiene la industria, de las dificultades que nos encontramos a la hora de avanzar hacia esos objetivos que son comunes, pero que hay una serie de barreras, muchas veces tecnológicas, que no son fáciles de solventar. Es decir, se pinta la industria como la mala de la película y realmente no es así. Yo creo que por un lado hay que trasladar a la ciudadanía que hay una industria que se compromete con esto y que hay una inversión muy grande detrás.
¿Cómo ves llevar a cabo los ODS en un escenario post pandemia dentro de ese camino hacia la Agenda 2030? ¿Esto va a ser un parche para esta Agenda 2030 o va a ser una oportunidad para cambiar las cosas?
Nuestra estrategia de sostenibilidad se centra en los 10 Objetivos de la Sostenibilidad, que a su vez están alineados con los 17 ODS; tenemos identificados en qué ODS impactamos, cuáles son materiales para nuestro negocio y cuáles son de especial aplicación en los países en los que operamos. El primero de nuestros objetivos es procurar una vida segura y saludable para todos los empleados y nuestro entorno más próximo. Con lo cual, lo más urgente es poder salvar este escenario tan terrible que tenemos ahora.
Podemos y debemos seguir trabajando para avanzar en la integración de la sostenibilidad. En ese sentido, nosotros estamos ahora mismo inmersos en una campaña informativa y formativa orientada a explicar a los ODS. Mensualmente vamos a coger uno de los ODS de las Naciones Unidas y vamos a explicárselo a toda la plantilla a través de nuestros medios de comunicación interna y qué podemos hacer a nivel local para contribuir de forma individual y como organización a ese ODS en particular. Además de todo eso, nosotros tenemos un reto muy importante que es el de la descarbonización y eso nos va a ocupar los próximos 20 años. Primero hemos fijado el objetivo de reducir nuestras emisiones un 30 % para 2030. Y luego hasta 2050 tenemos como ambición tener un proceso con un balance neto de cero emisiones de carbono. Con lo cual, en el corto plazo y medio plazo vamos a tener que seguir hablando de sostenibilidad, especialmente de descarbonización.
“Nuestra máxima prioridad sigue siendo la seguridad de los trabajadores”
Alberto Carrero, Director de Comunicación, Relaciones Externas y Responsabilidad Corporativa de ArcelorMittal España, habla sobre la acción de su compañía ante la pandemia, de su estrategia de comunicación y sobre los ODS en un escenario post COVID-19
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