El transporte juega un papel crucial en la economía y la sociedad, proporcionando la movilidad y conectividad que impulsan el crecimiento y la prosperidad de cualquier comunidad. En Europa, la demanda de transporte ha aumentado considerablemente los últimos años debido al crecimiento poblacional y económico. Por este motivo, el sector debe asegurar que la movilidad sea sostenible a largo plazo.
El transporte es el responsable del 64% del consumo mundial de petróleo y del 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía, afectando negativamente al cambio climático, la calidad del aire y a la salud pública (International Institute for Sustainable Development, 2021).
¿Qué es un transporte resiliente?
Un transporte resiliente es aquel capaz de resistir y recuperarse de choques y tensiones adversas, como lo fue la pandemia de COVID-19 y lo está siendo el cambio climático. Implica electrificar el transporte, digitalizar sistemas, reducir la geografía humana y adaptarse a los desafíos climáticos. La resiliencia es fundamental para garantizar la conectividad, la productividad económica y el acceso a oportunidades en el sector del transporte. Además, la inversión en infraestructura resiliente es esencial para lograr un futuro sostenible y enfrentar las amenazas venideras.
Desafíos y tendencias en el transporte europeo
El panorama actual del transporte europeo presenta diversas problemáticas, pero el gran desafío es el impacto del transporte en el cambio climático: las emisiones del transporte en la UE aumentaron constantemente entre 2013 y 2019, representando alrededor del 25% del total de emisiones de GEI de la UE.
Según la European Environment Agency, entre 2000 y 2019, la demanda de transporte en Europa aumentó un 18% en transporte en automóviles, 86% en aéreos y un 22% en transportes de carga.
La contaminación acústica es otro de los problemas que plantea el transporte, de hecho, más de 18 millones de personas les molesta el ruido del transporte en la UE. Sin embargo, cabe destacar que los esfuerzos políticos en este ámbito también están consiguiendo resultados positivos: se ha reducido el transporte por carretera, el porcentaje de energía procedente de fuentes renovables utilizada en el transporte en la UE aumentó en 2021 al 10.2%, al igual que la proporción de matriculaciones de vehículos eléctricos que llegó al 19% en 2021.
Acciones y elementos clave para una movilidad sostenible
Transporte sostenible e inclusivo en las ciudades
Las ciudades juegan un papel protagonista en la promoción de la movilidad sostenible. Acciones como la aplicación de cargos por congestión, las mejoras en la eficiencia del transporte público, el fomento del uso de bicicletas y las zonas de bajas emisiones en las ciudades, son clave para reducir la dependencia del automóvil y mejorar la calidad del aire y la habitabilidad urbana.
Por otro lado, la tecnología también desempeña un gran papel en este objetivo común. Las aplicaciones de navegación móvil y los puntos de uso compartido de bicicletas son ejemplos de cómo la tecnología puede facilitar un transporte más eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
Resiliencia en el transporte aéreo y ferroviario
La industria de la aviación es una de las industrias que más contaminan. De hecho, según la UE, las emisiones producidas por los aviones en Europa aumentaron una media del 5% interanual entre 2013 y 2019.
Ya hay países en Europa que están planteando medidas restrictivas para los vuelos de corta distancia. Es el caso de España, que ya está poniendo en marcha estrategias para 2015 para reducir los vuelos que se puedan sustituir por viajes en tren de menos de 2,5 horas. Sin embargo, los altos precios y las bajas frecuencias de los viajes en tren son uno de los obstáculos a superar si queremos conseguir disminuir el número de vuelos (CNN, 2023).
Por otro lado, el tren es uno de los transportes más sostenibles de los que disponemos. De hecho, es uno de los medios de transporte que juega un rol clave para que la Unión Europea consiga la neutralidad del clima en 2050.
Según la Comisión Europea de movilidad y transporte, aún queda mucho trabajo por hacer para aumentar el uso de la red ferroviaria europea. Por ejemplo, solo el 7% de los viajeros en tren hacen viajes transfronterizos.
Por esta razón, es muy importante valorar la expansión y mejora de las redes ferroviarias para facilitar esta transición a lo sostenible y eficiente, reduciendo así la dependencia de los vehículos particulares.
Garantizando un futuro a las nuevas generaciones
La reducción de las emisiones de carbono a través de la transición hacia fuentes de energía más limpias y tecnologías más eficientes es un paso fundamental para enfrentar el cambio climático. Pero, al mismo tiempo, es necesario adaptar las infraestructuras y los sistemas de transporte para hacer frente a los impactos del cambio climático presentes y futuros.
Los impulsores principales son la transición hacia el transporte electrificado con fuentes renovables, la digitalización y la reducción de la geografía humana. Estos cambios están revolucionando la eficiencia y el coste del transporte, así como la seguridad vial y la inclusión social.
Aunque esto pueda implicar un coste adicional, los beneficios económicos y sociales de invertir en un transporte resiliente, superan ampliamente la inversión realizada. La planificación a largo plazo y la construcción de infraestructuras resistentes ayudarán a minimizar las interrupciones y los impactos económicos negativos.
La estrategia de Europa: conseguir una red de transporte resiliente
En Europa, se están desarrollando diversas iniciativas y proyectos sostenibles para promover una movilidad resiliente. Junto con China, están liderando la transición hacia vehículos eléctricos, pero se necesita cooperación internacional para lograr una adopción generalizada en todo el mundo y abordar los desafíos globales del transporte.
La Comisión Europea de Movilidad y Transporte ha presentado un plan para conseguir una movilidad ecológica, inteligente y asequible. Algunos de los hitos son los siguientes:
- Para 2030, al menos 30 millones de coches de cero emisiones circularán por las carreteras europeas, 100 ciudades europeas serán climáticamente neutras y el tráfico ferroviario de alta velocidad se duplicará en toda Europa
- Para 2035, los aviones de cero emisiones estarán listos para el mercado.
Para llegar a estos hitos será necesario llevar a cabo diferentes iniciativas, como sería conseguir que la movilidad sea justa para todos, creando una amovilidad más accesible y asequible. Aquí podéis echarle un ojo al Plan Europeo para la Transformación del Transporte.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de las Ciudades, en colaboración con Holcim España.