Apostar por el turismo sostenible es cada vez un factor más determinante para la elección de experiencias. De hecho, los datos apuntan a un interés en los viajeros cada vez mayor por opciones más verdes para sus vacaciones, ya sea en lo que respecta el transporte o los propios alojamientos. En línea con estos principios encontramos Barceló Fuerteventura Beach Resort, localizado en la Caleta de Fuste; un claro ejemplo de esta nueva forma de turismo que aboga por prácticas hoteleras más responsables.
Ahorro y consumo eficiente
Tras la reforma, Barceló Fuerteventura Beach Resort ha implementado diversas medidas de ahorro y consumo eficiente para optimizar los gastos energéticos. El resort dispone de dos plantas desalinizadoras para el consumo de agua y se ha logrado reducir la demanda energética mediante la instalación de iluminación led y bajo consumo en la totalidad del hotel. Además, posee coladores salinos para la desinfección de agua de piscinas. Estas son solo algunas de las medidas adoptadas por el hotel que lo han llevado a disponer del certificado medioambiental BREEM.
El resort cuenta con 964 habitaciones completamente renovadas y equipadas con todos los accesorios necesarios para que el huésped disfrute de una experiencia única en el corazón turístico de Fuerteventura, en primera línea de mar junto al monumento histórico del Castillo de San Buenaventura XVIII.
Concebido conforme a criterios de sostenibilidad, Barceló Fuerteventura Beach Resort cuenta con cuatro hoteles, un spa Thalasso, siete piscinas, puerto deportivo, amplísima propuesta de entretenimiento, además de una completa oferta gastronómica en sus catorce bares y restaurantes. Se trata de uno de los resorts más grandes de Canarias, con una parcela de 150.000 metros cuadrados y amplias zonas de jardines que intensifican el compromiso con la mejora de la huella de carbono.
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