¿De qué modo tu compañía apuesta por las buenas prácticas socialmente responsables?
La responsabilidad social corporativa en BASF forma parte intrínseca de la estrategia de la compañía. Somos parte de la sociedad, y, por tanto, actuamos de forma responsable en los territorios donde tenemos presencia. Nuestro compromiso social no se centra en el éxito a corto plazo, sino a un impacto positivo a largo plazo en la sociedad. Nos centramos principalmente en proyectos relacionados con la ciencia y la educación y nos implicamos en diversos proyectos sociales locales.
¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
En BASF apoyamos la consecución de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Nuestro objetivo es empoderar y apoyar a las organizaciones locales en su trabajo. Participamos en numerosos proyectos sociales, y no sólo con donaciones o patrocinios, sino también con nuestra experiencia y tiempo, alineando nuestro compromiso social de una manera orientada al impacto.
¿Y alguna buena práctica en concreto con los objetivos que persigue que te gustaría destacar en esta entrevista?
Kids’ Lab es una iniciativa educativa de BASF con el objetivo de despertar en los más jóvenes el interés por la ciencia. Los niños y niñas aprenden jugando con los principios básicos de la investigación, descubriendo, a su vez, cómo la química forma parte de su día a día. En los Kids’ Labs los niños son los protagonistas de su propio aprendizaje. Las tareas abiertas y la narración de historias estimulan la creatividad, la experimentación y la co-creación entre alumnos. BASF colabora con distintos colegios en los municipios donde opera con el objetivo de acercar la ciencia a los niños y jóvenes. En el año 2021, más de 600 niños de entre 8 y 12 años han participado en esta iniciativa.
¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de Plastics Europe a la hora de mejorar vuestra RS?
Plastics Europe es la asociación que aglutina los intereses de los productores de materia prima plástica. Para nosotros es fundamental la labor de la asociación en la defensa de los intereses del sector, así como las iniciativas que desarrolla, como la Operation Clean Sweep (OCS) que tiene como objetivo evitar la emisión al medio ambiente de partículas de plástico.
Asimismo, Plastics Europe, forma parte importante de EsPlásticos, que es la asociación que aúna los intereses de toda la cadena de valor de los plásticos, y que es una iniciativa pionera en Europa, que proporciona una voz única de todo el sector y ayuda a difundir los mensajes de toda la cadena de valor de forma sólida y consistente.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel de contribución a los ODS y a la Economía Circular con las acciones conjuntas que estáis emprendiendo en vuestro sector?
BASF y el sector de los plásticos se encuentran firmemente comprometidos con los ODS y la Economía Circular. Tenemos un gran reto como sociedad: ser capaces de utilizar, reutilizar y reciclar todos los materiales de forma responsable y generar nuevos recursos y materias primas recicladas para volver a introducirlas en el sistema productivo. Sin duda alguna, para ello, la colaboración público – privada será clave para establecer el marco de actuación que permita alcanzar una verdadera economía circular.
¿Qué acciones, proyectos estáis llevando a cabo para contribuir a la circularidad y/o neutralidad climática de los plásticos?
En BASF tenemos una estrategia ambiciosa para acelerar nuestra contribución a la economía circular con tres grandes objetivos: duplicar las ventas de productos circulares (productos que facilitan el ciclo de reciclaje y/o se basan en materias primas recicladas o renovables, productos que ahorran recursos, productos más duraderos, etc. ) hasta los 17 mil millones de euros en 2030, utilizar 250.000 toneladas de materia prima reciclada para 2025 a nivel mundial y ejecutar un programa de economía circular para acelerar la transición.
En este plan, la tecnología del reciclado químico jugará una parte importante para conseguir circularizar nuestros procesos y nuestros productos. Actualmente, ya disponemos en el mercado de productos procedentes de reciclado químico en distintos sectores (envases, textil, automoción, etc.). Ahora el objetivo es disponer de mayor cantidad de materia prima reciclada y con la calidad suficiente, y tener un marco regulatorio que permita el despliegue de la tecnología en Europa.
En el ámbito de la descarbonización, en BASF presentamos en 2021 nuestra hoja de ruta hacia la descarbonización en 2050. Para ello, en BASF nos hemos comprometido a reducir las emisiones de CO2 en todo el mundo en un 25 % en 2030 en comparación con 2018, y alcanzar un objetivo de cero emisiones netas de CO2 a nivel mundial para 2050. Para ello, BASF invertirá unos 4.000 millones de euros hasta 2030 para cumplir con el objetivo.
A nivel nacional, destacar que, desde el 1 de enero de 2022, siete de los nueve centros que BASF tiene en España ya funcionan 100% con electricidad de origen renovable, gracias al acuerdo que ha suscrito el Grupo con la multinacional energética Engie, que produce parte de su energía verde en parques eólicos instalados en España.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de tu organización en materia de sostenibilidad?
Uno de los grandes retos que tenemos por delante en los próximos años es la Estrategia Sostenible de Productos Químicos (CSS). Dicha estrategia es un elemento clave del Pacto Verde de la UE, y conducirá a una revisión profunda de la actual legislación sobre productos químicos y tendrá importantes implicaciones para la industria química y los usuarios intermedios de productos químicos. En BASF ya hoy estamos trabajando en los productos químicos del futuro, con el objetivo de proporcionar soluciones y productos seguros y sostenibles desde el diseño a nuestros clientes.
Para lograr compatibilizar sostenibilidad y competitividad, necesitamos un marco normativo estable y predecible. La legislación sobre productos químicos en Europa es una de las más protectoras de todo el mundo, por lo que son necesarias evaluaciones de impacto rigurosas de cualquier modificación que se pretenda llevar a cabo para analizar las consecuencias, no sólo en términos de sostenibilidad, sino también económicas y de empleo.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Economía Circular de los Plásticos