Con motivo de la entrada en vigor de las nuevas Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad (NEIS/ESRS) como marco vinculante para la presentación de informes de sostenibilidad según la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), SUST4IN organiza un nuevo programa ejecutivo internacional: ‘Métricas ESG VII Edición – Especial ESRS / NEIS‘.
Corresponsables, en alianza con SUST4IN, publica una serie de entrevistas a los ponentes del Programa con la que pretendemos arrojar luz sobre este tema aún desconocido para muchos profesionales.
‘Sin métricas, no hay ESG’ es el lema de la VII Edición del Programa Ejecutivo Internacional Métricas ESG, Especial ESRS/NEIS, organizado por Sust4in y en el cual participas. ¿Qué importancia tiene este aspecto a la hora de realizar los informes de sostenibilidad según la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD)?
Se suele decir que lo que no se puede medir no se puede gestionar, y en cierta medida comparto esa afirmación. En ese sentido las métricas pueden ser un instrumento para la gestión de la sostenibilidad.
A diferencia de la Directiva de Información No financiera (Non-Financial Reporting Directive-NFRD) de 2014, la Directiva de Informes de Sostenibilidad (Corporate Sustainability Reporting Directive-CSRD) publicada en diciembre de 2022 ha considerado necesario que haya normas concretas sobre lo que se debe divulgar y cómo se debe hacer, y para ello establece que debe haber normas europeas de información de sostenibilidad (NEIS), o ESRS, por las siglas en inglés (European Sustainability Reporting Standards), las cuales deben ser elaboradas con el apoyo técnico de EFRAG.
En julio de 2023 la Comisión Europea (CE) publicó doce normas que son de aplicación para las empresas de interés público de mayor tamaño en este ejercicio 2024.
Las métricas incluidas en las ESRS son clave para preparar los informes, y EFRAG ha hecho público recientemente un listado de datapoints para facilitar la preparación del informe de sostenibilidad.
Pero insisto, desde mi punto de vista la clave no es preparar la información, sino dotar a la entidad de los mecanismos para ser sostenible, empezando por adaptar su modelo de negocio y establecer estrategias orientadas en este sentido.
Las métricas son la forma de detectar si dichas estrategias funcionan o no, cumplen o no los objetivos previstos. Por otra parte, las métricas permiten la comparación en el tiempo y en el espacio, algo a lo que estamos acostumbrados en el ámbito de la información financiera, y que en breve será posible también en el ámbito de la información de sostenibilidad.
¿Entonces los estándares GRI ya no son suficientes por si solos?
Los estándares GRI tienen una orientación hacia fuera de la entidad, se orientan a identificar y medir impactos en el exterior, entendiendo como tal el medioambiente y la sociedad en su conjunto, lo que se ha venido en denominar la “materialidad de impacto”.
Sin embargo, hay otro aspecto que no se debe dejar de lado, determinar como el medioambiente y la sociedad afectan o pueden afectar a la entidad, la denominada “materialidad financiera”, y en esto se centra precisamente el International Sustainabilidad Standards Board (ISSB).
Por su parte, EFRAG, siguiendo el mandato de la CSRD, aborda simultáneamente ambas perspectivas hacia fuera y hacia dentro, pero además no solo impactos sucedidos sino potenciales. Esto se denomina “doble materialidad” en el contexto normativo europeo, y también se conoce como “materialidad dinámica”, porque se entiende que en el medio y largo plazo todo aquello que ha tenido un impacto no solo negativo, sino positivo, en el exterior repercutirá en la entidad, en forma de riesgos y oportunidades, por lo que la “materialidad de impacto” será “materialidad financiera”. Evidentemente podría haber externalidades que “nunca” repercutan en la entidad.
¿De qué manera animarías a las personas que están leyendo esta entrevista a formar parte del Programa Ejecutivo Internacional Métricas ESG?
Hay tantos motivos para conocer y profundizar en estos aspectos… para aquellos que ya están trabajando en esta línea, es necesario conocer lo que está pasando ahora en el plano normativo, lo que nos viene “encima”. Solo de esta forma estarán en condiciones de superar el reto que suponen los nuevos requisitos normativos.
Yo me dedico a la docencia de la Contabilidad en la Universidad, y para los estudiantes de Economía y Business es una gran oportunidad de trabajo en la empresa, en la consultoría y en el aseguramiento, es decir en la elaboración y la verificación de la información de sostenibilidad. Pero evidentemente esta temática excede a la economía, y se requieren expertos en otras disciplinas, tanto de ciencias sociales, sociólogos, como naturales, químicos, biólogos, etc.
Me atrevo a decir que, dada la novedad de la temática, no hay desventajas competitivas para los más jóvenes, todo lo contrario; así que animo constantemente a los estudiantes a que se orienten a trabajar en promover la sostenibilidad en las empresas.
Yo veo esta iniciativa normativa como una forma de mover a las empresas y a los stakeholders en el sentido correcto. Necesitamos ser sostenibles en todas las dimensiones, no solo económicamente hablando, sino permitiendo que la sociedad y el planeta lo sean.
¿Qué tendencias crees que marcarán la gestión ESG a corto y medio plazo?
Espero que un funcionamiento más responsable de las empresas, y de las partes interesadas, esto es, de sus accionistas y otros inversores, trabajadores, clientes, proveedores y demás agentes económicos y sociales.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables.