Blaise Desbordes, director de Fairtrade Francia, hace hincapié en el crecimiento que el Comercio Justo a tenido en el vecino país, que se ha debido, entre otras razones, por el trabajo cercano con el sector de la distribución. Sin embargo, reconoce que aún hay camino por recorrer en la concienciación de los consumidores y en el impulso a políticas públicas que favorezcan este movimiento.
¿Cuál es la situación del Comercio Justo en Francia actualmente y cómo ha venido evolucionando?
El Comercio Justo Fairtrade en Francia se encuentra en pleno crecimiento en los últimos años. En 2018 el crecimiento del mercado de comercio justo Fairtrade fue de 18%. Uno de los mejores ejemplos de ello es el crecimiento del consumo de bananas Fairtrade, sector que representa actualmente 10% del mercado de la banana en Francia, gracias al desarrollo de una oferta muy importante en las cadenas de supermercados. Por ejemplo, el año pasado, Monoprix decidió pasar a una oferta exclusiva de bananas Fairtrade orgánicas. ¡Se trata de una decisión histórica! Es un paso definitivo para que le comercio justo pase de ser un mercado de nicho a ser la norma social de referencia.
Un trabajo mano a mano con el sector de la distribución, un acompañamiento cercano de las empresas comprometidas con el Comercio Justo son parte de la clave de este crecimiento.
¿Cuáles son los principales retos y desafíos que tiene el Comercio Justo en Francia?
Los franceses comulgan de forma mayoritaria con los valores del Comercio Justo, pero todavía no pasan de las palabras a los actos en la misma proporción. Uno de los principales frenos es la idea preconcebida de que los productos de comercio justo son caros.
Entre los retos para los próximos años está el hecho de instalar de manera sólida y masiva la necesidad de un precio justo para los agricultores para desarrollar el consumo de productos de Comercio Justo, pero también desarrollar las licitaciones públicas y obtener más apoyo por parte del Estado.