Carlos Villar, director general de Bodegas Protos, nos habla sobre el lanzamiento al mercado de los primeros vinos ecológicos de la bodega de la Rivera del Duero, así como sobre los planes actuales y a futuro de la compañía en materia de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa.
Protos lanza al mercado sus primeros vinos ecológicos, ¿cómo surge esta iniciativa y cuáles son las principales características de estos vinos?
Esta es la consecuencia de una estrategia que lleva bastantes años rondándonos la cabeza. Tenemos claro que no solo tenemos que hacer un gran producto, tenemos claro que no solo tenemos que ser rentables para nuestros accionistas sino que al final tenemos que tener una conciencia social que sea la base de casi todas las decisiones que tomemos. Siempre hay que pensar en cada decisión si va a afectar o no va a afectar a nuestro sistema, si va a afectar al medio ambiente y cómo va a evolucionar. Llevamos años con esta manera de actuar y nos faltaba sacar un producto que realmente fuera consecuente de esta forma de pensar.
En nuestra zona, en Ribera Duero, Rueda, etc., no hay muchos viñedos en ecológico. Quizás es porque conlleva muchísimos riesgos en años complicados o de más lluvias, hay más enfermedades y su tratamiento es peor. Pero teníamos claro que queríamos hacerlo y, aunque tengamos que ir a rendimientos menores para evitar estos riesgos sanitarios, pensamos que era importante tener una categoría de vino ecológico en nuestro surtido. Al principio ha sido a través de viñedos de nuestros proveedores, mientras nuestras propias viñas se transforman en ecológico porque en el momento que decides como productor que quieres ser ecológico no puedes poner unas viñas sí y otras no sino que todo el viñedo a tu nombre tiene que ser ecológico porque tiene que ser un compromiso serio por parte del titular de la explotación. Era una decisión seria y complicada de meditar pero se ha hecho.
Estamos muy contentos con el resultado porque, quizás, el segundo gran desafío era hacer un gran vino ecológico. Muchas veces al no utilizar elementos químicos, sanitarios o pesticidas podríamos tener problemas para tener buenos productos, pero estamos muy contentos con el resultado. El blanco es un blanco muy afrutado, muy directo, muy serio y luego con el Protos Tinto Ecológico hemos hecho un vino de alta gama con nueve meses de crianza en barrica de roble francés, un vino de guarda, además, no nos hemos querido quedar en un vino de consumo inmediato sino hacer una cosa seria. Muy al estilo del resto de los vinos de Protos.
Estos vinos son el punto de partida de un plan a largo plazo, ¿en qué consiste?
Es el punto de partida de un plan a largo plazo porque no queríamos sacar un par de productos ecológicos y ver qué pasa sino que queríamos que fuera un compromiso serio. Por eso hemos pasado todos nuestros viñedos de Protos Ribera Duero a ecológicos, de tal manera que en el futuro podamos tener una cantidad suficiente para poder también atender a estos mercados crecientes que son sensibles esta protección del medio ambiente, a una vida más saludable, y dejar algo mejor a los que vienen detrás. La decisión es más seria por eso, porque aunque vengan años buenos o años malos no podemos quitarlo. Para ser un viñedo ecológico como mínimo tienes que estar tres años sin utilizar ningún producto químico y en el momento que quieras utilizarlos vuelves otra vez al punto de partida. Vuelves a no poder hacerlo durante tres años. Por lo tanto, es una decisión coherente, una decisión a largo plazo, pero que estoy convencido de que tenemos muchos clientes actuales y muchos clientes potenciales que van a valorar, igual que nosotros, que es mejor hacerlo de esta manera y, sobre todo, si podemos sacar grandes vinos.
Además de la conciencia social en la elaboración de los vinos, Protos apuesta por prácticas ecológicas de ahorro en consumo de agua en el trabajo en viñedo y en bodega. ¿Cuáles son las principales acciones que habéis llevado a cabo hasta ahora?
Somos muy conscientes y quizás más en esta zona (aquí llueven menos de 400 litros por metro cuadrado y año. Estamos casi al mismo nivel que Alicante en Castilla y León, o por lo menos en la zona del Ribera y Rueda) de que el agua ya es un bien escaso y en el futuro lo será más. Por tanto, al ser un bien preciado, tenemos que cuidarlo especialmente en cada cosa que hagamos.
Nosotros en el viñedo solo tenemos riego por goteo para dar a la planta exactamente lo que pueda necesitar, sin malgastar ni una gota de agua. Y solo añadimos agua en el viñedo, solo regamos por goteo, cuando tiene un estrés hídrico importante. Nunca regamos para obtener cantidad, sino solo regamos para que la planta no sufra y pueda dar calidad. Nuestro gasto en los viñedos es un gasto muy pequeño. Y, evidentemente, mucho más comparado con cualquier otro cultivo de regadío.
Por otra parte, en bodega también somos muy conscientes del tema porque evidentemente trabajamos con vino, trabajamos con un producto alimenticio, tenemos que tener una higiene y lavar mucho. Por ejemplo, todas las mangueras tienen una boca mucho más estrecha para que la cantidad de agua que pueda salir no sea grande, ponemos en todos los grifos válvulas para que esté mezclada con aire y no sea tanto el gasto. Es decir, todas las decisiones que se toman en cuanto agua, y no es de ahora porque, como decía, vivimos en una zona carente de este bien preciado, todas las decisiones se toman pensando en cómo gastar menos.
Una parte importante para gastar menos agua, desde nuestro punto de vista, es la información y la concienciación. Creo que no solo tienes que hacerlo sino que todo el mundo que trabaja contigo tiene que saber que la filosofía es esta e interiorizarla porque sino ellos son los que luego tiran de manguera o son los que abren las llaves. Entonces, yo creo que concienciación e información es la que hace que realmente se ahorre en los consumos de agua.
¿Cómo se encuadran todas estas buenas prácticas dentro de la política de responsabilidad social y sostenibilidad de la bodega?
Nuestra política de responsabilidad social va en todo lo que hacemos. Es decir, cada vez que tomamos una decisión pensamos si va acorde con este modo de sostenibilidad y protección del medio ambiente. Por ejemplo, todos los edificios que hemos construido y seguimos construyendo son semienterrados, porque es la manera de aprovechar la inercia térmica del suelo y no gastar en energía que tenemos que producir con el consecuente deterioro del medio ambiente. Además, no solo conseguimos bajar las temperaturas sino que también la humedad es mayor, cosa que en el mundo de vino, de las barricas, también es un tema importante y no tenemos que usar humificadores.
En todas las bodegas nuevas que estamos haciendo también usamos la geotermia, porque es una fuente de energía que hasta ahora se utilizaba muy poco, pero que es útil para no subir o bajar muchos grados. Muchas veces por el tema para agua sanitaria, para muchos usos, es mejor utilizar la geotermia que utilizar otra fuente de energía. Evidentemente, todo lo que hacemos también es con luz LED o luz de bajo consumo. Estamos implementando en todas las bodegas parques fotovoltaicos. Es un proyecto a más largo plazo, ahora estamos intentando que el 20% como mínimo de la energía consumida provenga de parques fotovoltaicos propios. Pero es una inversión constante, de aquí a 10 años es probable que el 80% o más sea autoconsumo.
Llevamos años también intentando no utilizar el cloro. Todo el agua que utilizamos la desinfectamos con luz ultravioleta, para utilizar menos cloro y que haya menos residuos. Utilizamos cada día menos sulfuroso. En nuestro sector el sulfuroso es una parte importante, sobre todo porque es biocida y aparte controla mucho mejor la antioxidación de los vinos. Pero todos los productos que hoy se utilizan en el mercado de quinta gama, de alimentación de cuarta y quinta gama, cada día lleva más de este sulfuroso que antes solo utilizaba casi en nuestro sector. Lo que estamos haciendo nosotros es lo contrario, intentamos utilizar cada día menos. Por ejemplo, en el lavado de barricas utilizamos ozono para desinfectar en vez de tener que utilizar sulfuroso. Estamos investigando con levaduras nuevas que producen de una manera natural este azufre para proteger los vinos sin tener que añadir. Nuestro sector, sobre todo las empresas más potentes, están trabajando mucho en esto porque entendemos también que es nuestro deber, ya que antiguamente pues éramos uno de los sectores que más lo utilizaba.
Por último estamos muy comprometidos con el reciclaje tanto de papel como de cartón, de vidrio, etc., pues, evidentemente, es algo que lo tenemos muy interiorizado. Pero también porque trabajamos siempre con vidrio y esto ya es una cosa que llevamos muchos años haciendo toda la sociedad.
¿Cómo lleváis a cabo el diálogo con vuestros grupos de interés?
Primero está claro que los que más concienciados tienen que estar son los accionistas. Para que todo esto funcione ha habido una comunicación y se ha puesto sobre la mesa si esto es un proyecto a largo plazo y no una corriente de moda. Y son los accionistas los primeros que han tenido que estar totalmente convencidos de que quieren hacer esto y que lo quieren hacer desde ahora y en el futuro. Después, evidentemente, esto ha traspasado a la dirección general y luego a todos los trabajadores. Tú puedes decir lo que sea que si luego ellos no se lo creen, no lo van a utilizar. A partir de aquí sí que empezamos a trasladar este sentir a los demás, porque creemos que para que esto funcione no solo tenemos que estar convencidos nosotros sino que a través de empresas como la vuestra, a nuestros clientes, a nuestros proveedores…Que sepan que somos así y que cada día vamos a exigir más que nuestros proveedores también sean así. Esto es una cadena, todos tenemos que apostar por la misma manera de trabajar para que realmente esto funcione.
¿Cuáles son las metas de futuro de Protos en materia de responsabilidad social y sostenibilidad?
Nos gustaría, por un lado, disminuir o tratar de evitar o tener a cero la huella de carbono. Sé que es algo complicado, pero cada día tenemos más reciclaje en la mayor parte de nuestras maderas auxiliares y yo entiendo que podemos llegar a ello si creamos un autoconsumo total, etcétera.
Por otra parte, no es solo el tema medioambiental sino también el tema social. Nosotros pensamos que nuestra mayor labor, quizás, es fijar población en el medio rural. Nosotros estamos en pueblos y tenemos que dar trabajo a la gente de nuestras comunidades rurales. Sobre todo, cogemos muchísima uva de más de 200 familias vinicultoras. Al final, darles una razón de vivir o un empleo en el medio rural es la mejor manera de que este medio rural siga existiendo y que siga viviendo. Todos los que estamos en las ciudades necesitamos que el medio rural se cuide porque es nuestro balón de oxígeno.
Más allá de eso, evidentemente, tenemos mucha conciencia social de cercanía. Patrocinamos muchos equipos, a los niños en colegios, temas de museos, patrimonio… Y luego desde hace seis ediciones hacemos el Premio Brindis Solidario que damos a una ONG española que trabaje en un proyecto que beneficie a alguna asociación de alguna enfermedad rara o algún tema que beneficie a los españoles. Y, bueno, cada día vamos sumando un punto más, no quitamos lo que estamos haciendo y cada día ponemos algo. Yo creo que esto es una cuestión de evolución y de recorrido a largo plazo.
Escucha aquí la entrevista completa con el protagonista: