Entrevista con Cecilio Peregrin, director corporativo de Primaflor, para hablar sobre el papel del sector alimentario durante la crisis del coronavirus así como sobre las políticas de responsabilidad social corporativa y sostenibilidad aplicadas por su empresa y la labor de la Fundación Primaflor.
La actividad del sector alimentario ha tenido un papel fundamental durante la crisis provocada por el COVID-19 y desde Primaflor habéis querido tener un reconocimiento con vuestros trabajadores por el esfuerzo realizado durante la pandemia ¿en que ha consistido ese reconocimiento?
Para nosotros nuestros trabajadores son parte son parte de la gran familia que componemos Primaflor. Durante esta crisis sanitaria todo el mundo ha hecho un gran esfuerzo, ha habido un temor y tensión contenida, sin embargo, la gente, nuestros equipos, ha respondido de una forma muy adecuada. Hay una parte de esos equipos, que no vienen a trabajar pero que conviven con ellos, que son los niños. Pensamos que han sido los grandes sufridores porque se han tenido que quedar en casa, no han podido salir a jugar… Por eso hemos querido hacerles un regalo, una mochila con unos libros para que puedan estudiar y divertirse este verano. También les hemos regalado una plantita para que empiecen a conocer Primaflor más de cerca y que sepan por qué sus padres no han podido estar con ellos porque han estado trabajando con nosotros. Al final, de lo que se trata, es, ni más ni menos, que provocar una sonrisa en los niños.
En Primaflor posicionáis la responsabilidad social corporativa en el centro de vuestra cultura empresarial. ¿Cómo contribuís a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible?
Empezamos a trabajar en la responsabilidad social corporativa en el año 2014, cuando alguien nos dijo que deberíamos empezar a trabajar en ello. Cuando todos preguntamos qué era la RSC nos dijeron: “básicamente poner por escrito lo que estáis haciendo ya”. Es algo que llevamos haciendo toda la vida, que tenemos muy interiorizado, y que es parte de nuestra sensibilidad. A partir de ahí, lógicamente, los Objetivos de Desarrollo Sostenible son una continuación a lo que es nuestra política de RSC. Hacemos estudios de materialidad y son los propios trabajadores, los propios grupos de interés, quienes nos van diciendo cuáles son las inquietudes. Una de las grandes inquietudes es todo lo referente a los ODS, obviamente, no podemos atacar los 17 de forma plena. Vamos poquito a poco haciendo incidencia en los que nos tocan más de cerca, pero sin olvidarnos de todos los demás.
¿Cómo reducís el impacto ambiental de vuestra actividad en Primaflor?
Nosotros llevamos ya unos años trabajando con los ODS, algunos de los cuales tienen que ver con la tierra, con el consumo de agua, para hacer de la Tierra un lugar mucho más sostenible. Llevamos a cabo acciones que van desde rotación de cultivos, para dejar la tierra descansar, a la adquisición de la flota de coches, en la que ya tenemos algunos coches eléctricos. Hemos cambiando la iluminación a LED, con lo cual hemos reducido el 50% del consumo eléctrico. Estamos utilizando drones para los chequeos en campo, de manera que pueden obtener con un big data una información más precisa en cada momento por si hay algún problema. De esta forma, el tráfico de gente en coche que puede haber por la finca también se reduce. Tenemos calculada la huella de carbono en cada una de las fincas y estamos viendo cómo podemos reducirla. En concreto, hemos reducido las emisiones en 1.200 tn el año pasado. Hemos cambiado los bowls de las ensaladas que van con proteínas y con topping, de plástico de PET a rPET, que es plástico reciclado y reciblable, y eso ha hecho que dejemos de utilizar 250 tn de plástico. En definitiva, vamos haciendo cosas, todas muy enfocadas los ODS de los que hablamos antes.
¿Qué proyectos de innovación tenéis en marcha actualmente en materia de sostenibilidad y de responsabilidad social?
Todas las inversiones que nosotros estamos haciendo ahora mismo están muy enfocadas a la reducción de la huella de carbono, reducción de plásticos. Estamos trabajando con entidades I+D+i para poder valorizar los excedentes metidos en la cadena productiva con vías a tener una economía circular y, sobre todo, residuo cero. El plan es continuar con todo lo que estamos haciendo, pero todavía queda terreno para avanzar.
En 2019 creasteis la Fundación Primaflor ¿Cuál es su misión?
Este es uno de los proyectos más importantes de los últimos años en la empresa. Lo digo porque, además de atender a los fines que la conforman –como es la atención de la infancia, la promoción del bienestar a través actividades culturales, actividades deportivas…– la Fundación es una respuesta a nuestra comunidad. La importancia que tienen la tierra y la importancia que tiene la gente, es darle un espacio al cuidado y la atención que debemos prestarles. En momentos como el actual, en el que nos vemos afectados por la pandemia que ha puesto a examen la fuerza de las cadenas de suministros, que hemos demostrado a la gente lo que hay detrás de todo lo que compramos y de todo lo que comemos, es más importante que nunca.
La Fundación tiene como misión la promoción de las actividades culturales, educativas, deportivas… para nuestra comunidad, pero no exclusivamente. Siempre nos ha hecho mucha ilusión cuidar de todas las personas, siempre lo hemos hecho. La Fundación Primaflor nace para reconocer la tierra, la sociedad y fortalecernos a nosotros mismos.
¿Qué objetivos se ha marcado la compañía en torno a la responsabilidad social y la sostenibilidad?
Nosotros hacemos nuestros estudios de materialidad cada cierto tiempo y al final de ahí sacamos la información de por dónde debemos de ir. Evidentemente, los próximos proyectos son continuar con la economía circular y continuar con la disminución de emisiones. Acabamos de firmar un contrato de siete años para un nuevo sistema de electricidad, pasar definitivamente de los plásticos e intentar pasar definitivamente a envases compostables. A corto plazo, los próximos objetivos son esos.
Escucha aquí la entrevista completa con el protagonista: