¿De qué forma está vuestra organización apostando por las buenas prácticas sostenibles?
El hormigón es el producto fabricado por el hombre más consumido del mundo, o el segundo producto más consumido si tenemos en cuenta el agua. Gracias a sus características, como su capacidad aislante y su larga vida útil, es junto con el cemento un material necesario para construir los edificios e infraestructuras imprescindibles para el desarrollo de nuestras sociedades.
Actualmente, 2/3 partes de la población mundial vive en ciudades, una cifra que se estima que se duplicará en 2050. Así, nos enfrentamos al reto de dar respuesta a este crecimiento mientras, en paralelo, reducimos las emisiones. Y el cemento está llamado a desarrollar un papel clave en esta transformación.
Conscientes de ello, la sostenibilidad es el eje de la estrategia de Cementos Molins. Integramos la sostenibilidad en cada uno de los procesos, desde el diseño hasta el final de la vida útil de los productos, pasando por todas las áreas de la compañía: producción, calidad, logística, comercial, recursos humanos, finanzas… así como por el comportamiento diario de nuestros colaboradores.
¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución en dichas prácticas hasta la actualidad?
Cementos Molins siempre ha estado comprometida con la protección del entorno y la sostenibilidad. Y esta concienciación se ha reflejado a lo largo del tiempo en todo el proceso de fabricación, en la extracción de recursos, la reforestación de las canteras, la implantación de la última tecnología de eficiencia energética o la colaboración con las comunidades.
Ahora, hemos dado un paso más. Hemos diseñado una hoja de ruta de sostenibilidad que llevará a la compañía a recortar sus emisiones un 20% en 2030 en relación a 2020. Este compromiso supondrá una aceleración en los planes de reducción de emisiones que la empresa lleva acometiendo desde 1990 y pone el foco en el objetivo estratégico de suministrar hormigón neutro en carbono en el año 2050.
El “Sustainability Roadmap 2030” trabaja de manera simultánea en cinco prioridades: Seguridad y Salud, Cambio Climático y Energía, Economía Circular, Medio Ambiente y Naturaleza y Responsabilidad Social Corporativa.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
En el capítulo de Seguridad y Salud, tenemos como objetivo registrar cero accidentes en 2030. Para conseguirlo, la compañía pone en foco en la cultura de liderazgo en seguridad, la identificación y corrección de conductas inseguras, el reporte y análisis de todos los accidentes y la vinculación de los objetivos de seguridad y salud a la remuneración variable.
El pilar de Cambio Climático y Energía fija una reducción del 20% de emisiones de CO2 respecto a 2020, y alcanzar un 55% de consumo de energía eléctrica procedente de fuentes renovables. En este apartado, apostamos por el uso de combustibles alternativos, así como en lograr la máxima eficiencia energética en nuestros procesos. Impulsamos la generación de energía eléctrica renovable: tenemos una planta fotovoltaica en construcción y varias proyectadas, y estamos certificando el origen renovable de gran parte de la energía eléctrica procedente de red. También trabajamos sobre los productos, elaborando cemento y productos derivados con menor huella ambiental.
En materia de Economía Circular, tenemos el objetivo de lograr una tasa de sustitución energética global del 40%, habiendo conseguido ya ratios puntuales del 60%, y una reducción significativa del contenido de clínker en el cemento. Nuestra hoja de ruta también impulsa los procesos de recuperación de calor residual, la menor generación de residuos y la incorporación de materiales reciclados en los productos y procesos de la compañía.
El frente de Medio Ambiente y Naturaleza establece una reducción de las emisiones canalizadas de material particulado (PM) en un 50%, de NOx en un 40%, y de SOx en un 10%. Además, en 2030 todas las plantas de Cementos Molins dispondrán de programas de biodiversidad y de gestión del agua.
Por último, en el área de Responsabilidad Social Corporativa se contará, en 2030, con planes formales con las comunidades locales en el 100% de las plantas de fabricación y, respecto al talento femenino, la presencia de mujeres en puestos de gestión alcanzará al menos el 23%. Los programas de voluntariado corporativo, las alianzas con actores sociales, las compras locales y las encuestas y planes de acción para la mejora en la satisfacción de empleados constituyen otro gran soporte para la consecución de los objetivos 2030.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización/empresa en materia de gestión socialmente responsable?
Desde que se reguló la obligatoriedad de presentar un informe de información no financiera, la transparencia se ha convertido en uno de los retos de las empresas. En los últimos meses se han publicado nuevas normas en esta materia que van a obligar a las empresas que no lo estén haciendo aun a alcanzar unos estándares muy elevados de transparencia y aseguramiento en muy poco tiempo.
Este punto nos beneficiará a todos. Por un lado, los grupos de interés van a disponer de información veraz, contrastada y comparable de las empresas y, por otro lado, se reducirán prácticas como el greenwashing.
Otro reto es el de la innovación. En Cementos Molins estamos trabajando en los procesos, productos y formas de aplicación que nos lleven a nuestro objetivo de neutralidad de carbono. Para ello también necesitaremos crear estructuras de partenariados con otras compañías e industrias.
¿Qué importancia tiene para vuestra empresa colaborar con la Fundación Empresa y Clima y qué beneficios creéis que os aporta en vuestra transición climática?
Estamos muy satisfechos de formar parte de la Fundación porque es una entidad que cuenta con el conocimiento y el acceso a las autoridades reguladoras capaces de aglutinar las necesidades de las empresas y trasladarlas a los organismos responsables de plasmarlas en las normativas y acuerdos internacionales. Por otro lado, ser miembros de la FEC nos permite fomentar el intercambio de experiencias con otros actores sociales y contribuir así al ODS17.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: La transición hacia una economía verde, promovido por la Fundación Empresa & Clima