Las últimas estimaciones de Naciones Unidas indican que cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo, mientras se cree que aproximadamente la mitad de este material se concibe para un solo uso. Una realidad que genera que entre 19 y 23 millones de toneladas de residuos plásticos acaben cada año en nuestros ríos, lagos y mares.
La contundencia de estas cifras y el contexto actual, constituyen una llamada a la acción para esta sociedad que exige cambios en la forma en que diseñamos, producimos y consumimos. La sociedad sabe que no existen atajos, porque sabemos que en nuestro mundo los recursos naturales son escasos y limitados. Bajo esta premisa, creo que es más importante que nunca entender el valor de la economía circular como un modelo fundamental para la sostenibilidad del planeta.
En este sentido, desde Cepsa, como compañía comprometida con el medio ambiente, somos plenamente conscientes de que la economía circular es una de las principales palancas del cambio para implantar procesos de producción y consumo responsables. La economía circular abarca el ciclo completo de producción. Este modelo se basa en las 7 erres: rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y reciclar.
En Cepsa asumimos el firme compromiso de maximizar el uso de residuos como materia prima, dándoles una segunda vida. Lo hacemos aprovechando nuestra capacidad y conocimiento industrial, que se refleja además en las nuevas soluciones sostenibles que estamos desarrollando.
Retos para 2030 que se enmarcan en nuestra estrategia ´Positive Motion´, en la que asumimos que la economía circular es una de las palancas clave de la transición energética y esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En este sentido, estamos orgullosos de afirmar que, en el marco de nuestros objetivos de economía circular para 2030, nos hemos comprometido a aumentar la circularidad de los residuos procedentes de nuestras operaciones en un 50 % para 2030, lo que supondrá minimizar, reciclar y valorizar 8000 toneladas en nuestros centros industriales en Andalucía.
Asimismo, en nuestros Parques Energéticos, el 15 % de las materias primas serán renovables y circulares para 2030, cifra que representa 2,8 millones de toneladas de materias primas.
También hemos asumido el reto de sustituir nuestras fuentes fósiles en la fabricación de los productos energéticos y químicos que comercializaremos, introduciendo materiales renovables y reciclados.
La base de nuestra estrategia es lograr la reducción progresiva de las emisiones CO2 de alcance 1 y 2 para conseguir una disminución del 55 % en 2030 respecto a 2019. Al mismo tiempo que acompañamos a nuestros clientes en su proceso de descarbonización.
Para ello, trabajamos en la producción de productos cada vez más bajos en carbono, con el objetivo de reducir en esta década, entre un 15 % y un 20 % la intensidad de carbono de nuestros productos energéticos que vendamos, que incluye los alcances 1, 2 y 3. Son los pasos que marcan nuestra hoja de ruta hacia las cero emisiones netas (net zero) en 2050.
Desafíos ambiciosos y compromisos en firme que, nos impulsan a seguir avanzando de la mano de la investigación y de la innovación. De hecho, somos pioneros en la investigación de la producción de biocombustibles a partir de residuos, un ámbito en el que continuamos trabajando, tanto en nuestro Centro de Investigación como a través de alianzas con diferentes entidades especializadas.
Todo, con el fin de mantener el valor de los productos, materiales y recursos en la economía el mayor tiempo posible, alargando su vida útil. Y con la mirada puesta en reducir las emisiones y el uso de recursos naturales escasos, que además de suponer un ahorro económico, estimulan la innovación y favorecen la generación de empleo.
Es el momento de implantar modelos y procesos de producción sostenibles. El gran reto de las compañías energéticas es lograrlo estableciendo procesos que apuesten por modelos circulares.
Este compromiso, nos permitirá avanzar hacia el residuo cero, mediante el desarrollo de soluciones más sostenibles: reduciendo la generación de residuos en nuestras operaciones e impulsando la simbiosis industrial en colaboración con otras empresas, para dar una segunda vida a materias primas residuales que antes eran desechadas. Un reto global y un compromiso común de todos y para todos.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Reciclaje.