Nos encontramos ante una era de cambios: pandemia, recesión, cambio climático…Un escenario incierto en el que las empresas no sólo tienen que sobrevivir sino lograr que las personas que las integran “vivan” prósperamente como la Agenda 2030 plantea como objetivo, y hacerlo con el menor impacto en el planeta.
¿Cómo pasar de sobrevivir a vivir?, ¿Cómo lograr ese salto cualitativo?. Las empresas que sobreviven gestionan sus riesgos, las que viven gestionan riesgos y también sus oportunidades. Muchas ya se han dado cuenta, quien integra en su estrategia de negocio tanto riesgos como oportunidades llega más lejos, se convierte en una empresa más rentable, más resiliente y responde mejor a sus grupos de interés. Por tanto, la sostenibilidad ha dejado de ser una opción para transformarse en una necesidad competitiva.
Las grandes empresas hace tiempo que lo saben y hace mucho que subieron al tren de la sostenibilidad, pero las pequeñas y medianas aún siguen sobreviviendo.
Desde COPADE llevamos años trabajando con pymes, tratando de ayudarlas a subir a ese tren. Por ello, hemos desarrollado la certificación Compromiso Huella Social y ODS, vinculada a una herramienta para ayudar a las empresas a medir su Huella Social, es decir, sus efectos en su entorno: en las personas y en el mediomabiente.
La certificación permite obtener información de valor para poner en marcha cambios en la empresa dirigidos a potenciar impactos positivos y a eliminar, reducir y mitigar negativos. Ese cambio hacia modos de operar más sostenibles permitirá a la empresa adelantarse a normativas, mejorar su imagen y reputación y generar valor compartido con sus grupos de interés.
Por otra parte, esas empresas sostenibles, en las que se halla coherencia entre la imagen que buscan proyectar y las actividades que realizan, atraen cada vez a más gente que no sólo tiene en cuenta el factor económico a la hora de incorporarse a una organización o continuar trabajando en ella. Una empresa que se preocupa y ocupa de mejorar su Huella atrae y retiene talento.
Y por último y no menos atractivo el factor económico: la sostenibilidad no solo ahorra costes, las empresas que decidan afrontar estos retos, podrán beneficiarse, en muchos casos, de financiación pública o privada.
En el modelo de medición de la Huella Social propuesto por la Fundación COPADE existen cinco categorías de medición: personal de la entidad, comunidades, cadena de valor, medioambiente y gobernanza. COPADE analiza las actividades de las pymes en estas cinco categorías con la garantía de que los resultados se materializan en contribución al cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
No se trata de sobrevivir a una era de cambios, sino de VIVIR un cambio de era.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Medición y Comunicación del Impacto Social, en colaboración con Possible Lab.