Este lunes 20 de mayo ha sido el día en que, si todas las personas que vivimos en la tierra consumiéramos recursos naturales al ritmo que lo hacemos las españolas, los recursos se habrían agotado, es decir, el día en que la tierra entra en números rojos por déficit ecológico, o lo que es lo mismo, la mano del ser humano ha agotado los recursos naturales de este año y ya empieza a consumir los de 2025, dejando marcada su consecuente huella ecológica.
Encabezan la lista Qatar, que agotaría los recursos a su nivel de consumo el 11 de febrero, Luxemburgo 20 de febrero, Emiratos Árabes Unidos, 4 de marzo y Kuwait (5 de marzo). En el lado opuesto, si todos y todas viviéramos como lo hacen en África, excepto Sudáfrica, tendríamos suficientes recursos regenerativos todo el año.
El modo de vida actual, la alimentación, deforestación, sobrepesca, sobreexplotación agrícola y ganadera, el transporte y la emisión de gases de efecto invernadero, es la causa de esta falta de recursos naturales.
Proteger los espacios, restaurar ecosistemas, cambiar los hábitos de consumo y reducir la huella de carbono son, entre otras, algunas de las soluciones que apoya Cruz Roja para revertir esta situación
La biodiversidad: clave para la vida y la salud en el planeta
En un mundo donde la biodiversidad es la piedra angular de la salud y el equilibrio de los ecosistemas, Cruz Roja se posiciona en la protección y restauración de estos recursos vitales.
Con el objetivo de resaltar la importancia de este tema crucial, la Organización Humanitaria hace un llamado urgente a la acción en el marco del Plan Compensa y en el contexto de “El día de la sobrecapacidad de la tierra”, un día que sirve de recordatorio de la necesidad urgente de actuar para proteger nuestro hogar compartido y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
“La biodiversidad es esencial para la salud y el equilibrio de los ecosistemas. Es imprescindible para mantener la vida en el planeta”, afirman desde Cruz Roja. “Cada especie, desde las ranas hasta las mariposas, desempeña un papel fundamental en la sostenibilidad y la prosperidad de nuestro entorno“.
El impacto de la desaparición de las ranas y otros anfibios sería devastador. “Son depredadores naturales de insectos y arácnidos, ayudando a controlar poblaciones que transmiten enfermedades graves para la salud humana”, “Sin ellos, las pandemias podrían ser más frecuentes e intensas, afectando a nuestra seguridad y bienestar“.
En respuesta a esta crisis, Cruz Roja ha puesto en marcha la reforestación de Zalla, una iniciativa que busca aumentar la biodiversidad y restaurar los ecosistemas. “Además de plantar árboles, estamos creando hábitats para anfibios autóctonos y polinizadores como las mariposas”, explican en Cruz Roja
Las mariposas, junto con las abejas, son esenciales para la polinización y la seguridad alimentaria. “Su extinción llevaría a una reducción drástica en la diversidad alimentaria y servicios ecosistémicos”, destaca.
Además de sus acciones directas en la restauración de ecosistemas, Cruz Roja también hace un llamado a la acción individual. “Cada pequeño esfuerzo cuenta”, insiste Cruz Roja. “Desde fomentar la diversidad y plantar especies autóctonas en nuestros jardines hasta reducir el consumo de recursos, todos podemos contribuir a preservar la biodiversidad y no desgastar los recursos naturales del planeta”.
Acciones por el planeta de Cruz Roja
Cruz Roja es la primera organización humanitaria con el sello “Compenso”, certificación que complementa a “Calculo-Reduzco” dentro del proceso de Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO₂ establecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
El sello “Calculo-Reduzco-Compenso” se otorga a las organizaciones que calculan y registran su huella de carbono durante un mínimo de cuatro años, y cuenta con su propio plan para reducir las emisiones.
En este sentido, Cruz Roja ha conseguido el sello completo después de certificar 33 toneladas de CO2 con su proyecto de reforestación; a estas toneladas, habría que sumarles las 2.553 toneladas de CO2 disponibles para compensar la huella de Cruz Roja Española en los siguientes años.
Como consecuencia de la reducción del 4,44 % de la media de la intensidad de emisiones en el trienio 2020-2022 respecto al trienio 2019-2021, para el alcance 1+2, Cruz Roja también cuenta con el sello “Calculo y reduzco”, sin dejar de calcular el alcance 3, el que mayor aumento de la huella de carbono provoca, siendo una de las pocas organizaciones que lo hace.
Para Cruz Roja, alcanzar la neutralidad climática para 2050 es un objetivo ambicioso pero esencial para proteger el planeta y asegurar un futuro sostenible. Todo este trabajo acerca a la Organización a los objetivos climáticos que se han marcado y les permite ser reconocidos como Sociedad Nacional Campeona del Clima por parte de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Detrás de este objetivo se encuentran las acciones de eficiencia energética de la organización y su plan +CO(MPENSA)2, que calcula y reduce sus emisiones en el 2022 y compensa las generadas en 2021 como compromiso sólido con el medioambiente y la lucha contra el cambio climático.
Además de modificar su flota de vehículos, el uso de energías renovables, la promoción del transporte sostenible entre sus empleados y voluntariado, reducir el consumo de agua y papel, o crear su propia calculadora de emisiones, Cruz Roja trabaja para eliminar por completo su huella de carbono, fomenta el empleo verde, promueve la recuperación de espacios tradicionales y sensibiliza a la población sobre cómo proteger y transformar el entorno.
En Andalucía, el proyecto pionero Eisenia ha ganado uno de los premios Ideateca de Cruz Roja, y une lombrices y residuos orgánicos para producir compost. Ana Salvador, directora autonómica de Medio Ambiente en Cruz Roja Andalucía, es su impulsora. “Cogemos un material reciclado, por ejemplo, un cubo de pintura, y dejamos en ella la basura orgánica, por ejemplo, la cascara de un plátano, etc. Llamamos a este recipiente vermicompostera porque luego vamos a añadir las lombrices, que van a producir el vermicompost. Hay que esperar un poco, pero luego las lombrices producen todos los días esa especie de hummus que vamos retirando y que podemos usar en un huerto, en jardinería, en macetas…”, expone.
A esta cartera de actividades se sumó a finales de 2023 “Mediterráneo responsable“, ejecutado junto a TM Grupo Inmobiliario y la Asociación Hippocampus. Es un proyecto en defensa del mar Mediterráneo y su biodiversidad, y se desarrollará en todo el Arco Mediterráneo durante los dos próximos años, movilizando a más de 2.500 personas, gracias a la puesta en marcha de iniciativas estructuradas en las etapas de investigación, concienciación y acción.
Qué podemos hacer en nuestro día a día para contribuir a generar mayor biodiversidad
- Fomentar la diversidad en nuestro entorno: Plantar varias especies de plantas autóctonas en nuestro jardín o balcón fomenta la creación de hábitats y alimentos para diferentes especies de animales y polinizadores.
- Eliminar el uso de pesticidas y fertilizantes químicos: Optar por prácticas de jardinería y agricultura orgánica proteger la biodiversidad al evitar la contaminación del suelo y del agua.
- Construir refugios para la vida silvestre: Instalar cajas nido, comederos y bebederos para aves, murciélagos y otros animales proporciona refugio y alimentos, especialmente en entornos urbanos donde la biodiversidad suele ser muy limitada.
- Reducir el consumo de recursos: Reducir, reutilizar y en última instancia reciclar ayuda a conservar los recursos naturales y a reducir la presión sobre los ecosistemas. Consumir de manera responsable y minimizar el desperdicio ayuda a proteger la biodiversidad.
- Apoyar prácticas sostenibles: Optar por productos certificados como ecológicos, de comercio justo y sostenibles puede promover prácticas agrícolas y de manejo forestal que protegen la biodiversidad y los ecosistemas.
- Educación y sensibilización: Nadie cuida lo que no conoce. Informarse sobre la importancia de la biodiversidad y compartir ese conocimiento con amigos, familiares y la comunidad puede ayudar a aumentar la conciencia y la acción en favor de la conservación de la biodiversidad.
- Evita el uso de plásticos de un sólo uso: La producción de nuevos plásticos es responsable de importantes impactos ambientales como pérdida de biodiversidad, sanitarios como contaminación de ecosistemas y socioeconómicos como afectación directa al turismo.
- Usa transporte público: Las emisiones derivadas del transporte son las que más presión ejercen para favorecer el cambio climático, seguido de la industria.
- Realiza esfuerzos para proteger y preservar los espacios naturales cercanos: Por ejemplo, a través de las acciones contra la basura en entornos naturales.
- Agricultura regenerativa y pesca sostenible: Para seguir alimentando a la humanidad, tenemos que encontrar formas de cultivar que mantengan la productividad del suelo, los niveles de las aguas subterráneas, los ciclos del agua y la diversidad genética, evitando al mismo tiempo la contaminación.