Poner el medioambiente en el primer plano ante la sociedad siempre es necesario, pero hacerlo en una fecha como hoy, en la que se celebra el Día Mundial del Reciclaje es, si cabe, aún más importante. Los últimos informes, como el presentado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), nos demuestran que estamos en un momento crítico en la lucha contra el cambio climático y que los problemas ambientales -diversos y graves- se están extendiendo de forma exponencial a lo largo de todo el Planeta.
Ante esta realidad, que parece un muro insalvable, es fácil quedarse paralizado, no saber cómo reaccionar y angustiarse ante el futuro incierto que tenemos por delante. Incluso hay un término para definir esta situación: solastalgia. Sin embargo, lejos de ello, cada vez son más quienes han comenzado a adoptar hábitos que permitan cambiar ese rumbo. Administraciones públicas, empresas, sociedad civil, ciudadanos… el conjunto de la sociedad está entrando en un nuevo paradigma en el que conceptos como el consumo y la producción responsable, la reutilización de los productos y la circularidad de los residuos a través del reciclaje comienzan a ser, más que un hábito, un modo de vida con el que contribuir a cuidar nuestro entorno.
Prueba de ello es que, según un estudio que el Instituto Catchment ha hecho para Ecoembes, 4 de cada 5 ciudadanos ya dicen separar sus envases en casa para su posterior reciclaje. Es decir, cada cuatro días los ciudadanos depositan sus envases en los contenedores amarillos para darles una segunda vida, haciendo del reciclaje el hábito ambiental más asentado entre la sociedad de nuestro país. Este dato, más que una cifra, es el reflejo de que la colaboración y el compromiso con el medioambiente está entrando cada vez más en los hogares españoles.
Y eso, en Ecoembes, como pieza que forma parte del sistema de gestión de envases en nuestro país, nos enorgullece especialmente. No solo porque la participación ciudadana es mayoritaria sino, también, porque la voluntad de mejora de todos los que forman parte del ciclo del reciclaje -desde las empresas que diseñan los productos sosteniblemente hasta las administraciones que buscan eficientar la recogida y selección de residuos- ha hecho posible que, solo en 2021, se pudieran enviar más de 1,57 millones de toneladas de envases a instalaciones recicladoras (un 5,3% más que el año anterior) para poder, de esta forma, reintroducirlos al mercado sin tener que extraer nuevas materias primas.
Pero no queremos ser triunfalistas: en estas dos décadas todos hemos conseguido mucho, hemos avanzado a grandes pasos, pero eso no significa que nos tengamos que conformar. Hay margen de mejora: podemos reciclar más y también podemos reciclar mejor. Los objetivos legislativos en materia de reciclado y de recogida separada de residuos cada vez son más ambiciosos y suponen grandes retos para todos. Por eso, más allá de lo que la normativa nos diga, miremos a nuestro alrededor, seamos sinceros con nosotros mismos y preguntémonos ‘¿estoy haciendo todo lo que debería por el Planeta?’
El reciclaje se asienta entre la sociedad española
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