¿De qué modo tu compañía apuesta por las buenas prácticas socialmente responsables? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad? ¿Y alguna buena práctica en concreto con los objetivos que persigue que te gustaría destacar en esta entrevista?
Emcesa ha integrado en su estrategia empresarial una clara línea enfocada a avanzar en el desarrollo e integración de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) como un camino hacia la mejora de la sostenibilidad. Precisamente esto es lo que ha motivado a la compañía para unirse al Grupo de Innovación Sostenible para el sector alimentario (GIS) como socio de pleno derecho.
La implantación de un código ético general que abarque desde proveedores hasta la propia plantilla de la empresa, o el desarrollo de un completo plan de RSC son algunas de las acciones más relevantes que la compañía desarrolla con el afán de responder positivamente a las expectativas de la sociedad.
En el ámbito económico, Emcesa contribuye al empleo local con la contratación de trabajadores de la zona de Toledo.
En lo que a medio ambiente se refiere, apuesta por el envasado sostenible de sus productos, utilizando plástico reciclado de posconsumo PET, la mejor solución para cuidar del medio ambiente y garantizar la economía circular.
Igualmente, Emcesa ha invertido recientemente en una instalación fotovoltaica con 1.731 kWp (kilovatio-pico) lo que supondrá igualmente un ahorro muy relevante de emisiones de CO2.
Respecto al impacto social, Emcesa colabora desde hace años con el Banco de Alimentos de Toledo, en línea con el ODS 2 enfocado en poner fin al hambre en el mundo. Gracias a esta acción, la entidad puede dar continuidad a su proyecto de acopio y distribución gratuita de alimentos de primera necesidad entre entidades benéficas dedicadas a la asistencia y el cuidado directo de personas necesitadas en la provincia de Toledo.
En definitiva, una historia vinculada a la sostenibilidad y cuyo proyecto más reciente ha sido la obtención de nuevos productos cárnicos frescos mejorados y más saludables a partir de la sustitución de grasas animales por otras grasas alternativas de origen vegetal o marino. Permitiendo elaborar productos con un perfil nutricional más saludable para el consumidor.
¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte del GIS a la hora de mejorar vuestra responsabilidad social?
Formar parte del GIS como socio significa tener la oportunidad de compartir nuestra experiencia con todos los actores que conforman la cadena alimentaria. Además, nos anima a desarrollar nuevos proyectos, con los que esperamos contribuir a que el sector agroalimentario sea referente en términos de innovación sostenible.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel de contribución a los ODS con las acciones conjuntas que estáis emprendiendo en vuestro sector?
Las empresas debemos volcarnos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. En Emcesa, como marca referente en la producción de elaborados cárnicos, trabajamos para facilitar sinergias con nuestros proveedores y colaboradores en este objetivo común. La sostenibilidad en todas sus vertientes es un eje estratégico para nosotros y, en concreto apostamos por transformar nuestros productos en alimentos saludables para la sociedad y el planeta utilizando los recursos de una manera que no tenga efectos destructivos sobre este.
¿Qué impacto creéis que tiene vuestra actividad en España a nivel ambiental?
La sostenibilidad medioambiental es un compromiso en el que el sector ganadero cárnico español lleva trabajando desde hace años, un reto global que nos importa a todos y que en momentos extraordinarios como los que vivimos deja de manifiesto una verdad que invita a la reflexión.
En este sentido, aseguramos que nuestro sector aporta de forma muy positiva tanto en lo económico, como en lo social y ambiental al medio rural, donde genera empleo, tanto masculino como femenino.
Dentro de nuestra línea de negocio para favorecer el impacto medioambiental apostamos, por ejemplo, por el envasado sostenible de nuestros productos utilizando plástico reciclado de posconsumo PET, la mejor solución para cuidar del medio ambiente y garantizar la economía circular.
El plástico reciclado rPET es la solución de envasado de alimentos más sostenible que existe en la actualidad, y es uno de los pocos materiales reciclados que tiene autorizado un proceso de súper-limpieza por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que consigue que el envase obtenido sea de nuevo un material apto para el contacto con alimentos.
Además, Emcesa gracias al reciclado de sus envases por un gestor autorizado, ha sido reconocida por Ecoembes por su contribución a la protección del medio ambiente con el ahorro de 150 t de CO2 equivalentes en el año 2021, que no es una cifra insignificante.
Igualmente, la empresa considera la gestión del agua como un elemento más de su compromiso con el medio ambiente. Por ello, desde hace años Emcesa lleva a cabo la depuración de aguas residuales dentro de su proceso productivo.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de tu organización en materia de sostenibilidad?
Hoy en día, prácticamente la totalidad de los envases utilizados por Emcesa están producidos con al menos un 80 % de plástico rPET. Sin embargo, en Emcesa somos ambiciosos y queremos ir más allá, por lo que para 2023 pretendemos poner en el mercado envases con el 100% de plástico reciclado rPET. Con este objetivo lograremos adelantarnos al plazo marcado por la Estrategia Europea de Economía Circular para los Plásticos, ofreciendo a nuestros clientes productos más sostenibles y respetuosos con los ecosistemas.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Alimentación y Sostenibilidad, en colaboración con el Grupo Alimentario de Innovación y Sostenibilidad (GIS)