El último trimestre de 2023 representa también el último año antes de que las grandes empresas españolas informen sobre su impacto medioambiental y su estrategia de sostenibilidad acorde a la nueva regulación. La Directiva Europea sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) obligará a presentar esta Memoria el 1 de enero de 2025, recopilando las actividades corporativas en ESG (Environmental, Social and Governance) realizadas durante 2024. Ésta se aplicará a las empresas que cumplan al menos dos de estos tres criterios: 40 millones de euros de ingresos netos; balance (cifra de activos) superior a 20 millones de euros; más de 250 empleados.
“La normativa sitúa por primera vez la información no financiera al mismo nivel que el obligado reporte de cuentas financieras, por lo que este último ensayo resulta clave para prever si las empresas españolas cumplirán con los estándares de la UE a partir de 2025”, apunta Sergio Brihuega, CEO de Sygris, proveedor tecnológico español que lleva 15 años digitalizando los procesos de sostenibilidad empresarial.
Reporting al alza
Según un reciente estudio de la Red Española del Pacto Mundial de la ONU, el número de empresas españolas que informan sobre su contribución a los ODS ha aumentado significativamente desde la aprobación de la Agenda 2030, pasando del 32% en 2016 al 85% en 2021.
Los datos coinciden con la propia experiencia de Sygris, que desde 2008 ha ofrecido soluciones para gestionar y digitalizar las áreas de sostenibilidad de compañías como Telefónica, Mapfre, BBVA, Coca Cola o CaixaBank, y que en el último año ha experimentado un crecimiento del 25% en volumen de nuevos clientes.
“Esta mayor apuesta empresarial por informar sobre la contribución a los ODS implica que la sostenibilidad ya no es sólo una práctica deseable, sino necesaria para crear valor a largo plazo y competir en la economía global”, continúa el responsable de la compañía.
Requisitos y tecnología
Los requisitos de la normativa -denominados Estándares Europeos de Informes de Sostenibilidad (ESRS por sus siglas en inglés) establecen sobre qué deben informar las empresas y cómo hacerlo. Es así como las organizaciones deberían comenzar ya a evaluar si sus prácticas de medición y reporting son las adecuadas para cumplir con la ley.
Tras analizar la norma y desde su experiencia, Sygris ha detectado algunos aspectos que probablemente requerirán la ayuda de expertos, como la definición de la doble materialidad para las empresas, cuándo informar sobre las cadenas de valor, la calidad esperada de los datos o el grado de coherencia con los estados financieros de la empresa.
También es el momento de evaluar sistemas tecnológicos y adoptar nuevas herramientas digitales que ayuden en la tarea. “Ya se trate de soluciones estándares o a medida, deben ser eco-responsables por diseño y capaces de conectar, optimizar y automatizar dinámicamente todos los procesos de gestión de datos de la sostenibilidad empresarial”, concluye Brihuega.
A pesar de la imposición regulatoria y según los datos del Pacto Mundial, ocho de cada diez empresas españolas (el 79%) consideran la sostenibilidad una ventaja competitiva, mientras el 59% ya cuentan con algún profesional dedicado a temas de ESG. Ya sea por competitividad o por obligación, es el momento de abanderar este nuevo rumbo y no quedarse a la deriva.
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