El transporte tiene un alto impacto en el planeta. De hecho, representa una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la Unión Europea. Para mitigar este impacto, el Pacto Verde Europeo propuso reducir las emisiones GEI procedentes del transporte en un 90% en 2050, en comparación con el año base 1990. En este contexto, desde el entorno empresarial, no podemos esperar a que los gobiernos y las ONG intervengan por nosotros, ya que el cambio climático nos está demostrando que la inacción ya no es una opción.
Como responsables de alrededor del 80% del PIB mundial, las empresas tienen un papel clave en la respuesta a retos globales, como lo es la necesaria transición hacia una movilidad sostenible.
Desde Ferrer, tenemos un propósito claro, queremos generar un impacto positivo en la sociedad. Tal es nuestra convicción de trabajar para contribuir a mejorar el mundo, que el último Plan Estratégico de nuestra compañía se basa en tres ejes estratégicos, que definen lo que queremos conseguir con nuestra actividad: Great People, Liveable Planet y Social Justice.
Un espíritu que forma parte de nuestra manera de ser y de estar en el mundo, que trasladamos a todas y cada una de las decisiones que tomamos en nuestro día a día. En Ferrer no trabajamos para maximizar la rentabilidad económica en beneficio propio. Buscamos alcanzar un mínimo nivel de rentabilidad para poder garantizar la sostenibilidad de la empresa y así poder devolverle a la sociedad todo lo que esté en nuestras manos.
Como empresa BCorp que somos, a través de nuestros tres ejes estratégicos, promovemos una cultura centrada en las personas, basada en la confianza y en la responsabilidad en la que el talento prospera. Además, fomentamos la protección del medioambiente por nuestro propio beneficio. Por todo ello, desde Ferrer estamos recorriendo este camino con una estrategia de movilidad sostenible alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. La estrategia forma parte de nuestra respuesta a los enormes retos a los que nos enfrentamos como sociedad y nuestro propósito de generar un impacto positivo en la sociedad.
Nuestro Plan de movilidad sostenible nos permite conocer, optimizar y reducir el impacto de la movilidad en Ferrer, y por ello queremos que nuestra flota de vehículos sea 100% eléctrica en 2030. Asimismo, estamos repensando la forma en la que las personas de Ferrer acuden al trabajo, cómo se mueven durante su jornada laboral, cómo se desplazan durante la organización y celebración de eventos, con qué medios realizan los viajes de negocios y cómo se llevan a cabo los transportes logísticos.
Todo ello tiene un impacto en el medio ambiente y está en nuestras manos reducirlo al mínimo, impulsando nuevas formas de trabajar más flexibles y buscando alternativas más sostenibles para el conjunto de la cadena de valor.
Algunas de estas alternativas pueden ser fruto del aprendizaje y nuevos hábitos de movilidad adquiridos a raíz de la irrupción de la pandemia de la COVID-19. Así, por ejemplo, hemos apostado por la digitalización de nuestra fuerza comercial, reduciendo el consumo energético de la flota comercial en un 40% respecto a la situación prepandemia. Y hemos impulsado nuevos modelos de negocio virtuales en países de todo el mundo para cambiar nuestros patrones de movilidad, consiguiendo una reducción del 85% de nuestro impacto ambiental derivado de los viajes y del 9% derivado de nuestros desplazamientos a los lugares de trabajo.
Además, nuestro nuevo modelo de trabajo Great Work 100% flexible, de acuerdo con los distintos perfiles de la compañía, los cambios en búsqueda de la eficiencia en el transporte de nuestros productos y la mejora en los métodos de transporte utilizados, nos ha permitido reducir por un lado el impacto de los desplazamientos de las personas que trabajamos en Ferrer, y por otro reducir en un 20% el impacto derivado del transporte de las mercancías que comercializamos por todos los territorios del mundo.
Con este tipo de acciones, nos orientamos hacia una meta clara: ser carbono positivos de las emisiones directas de Ferrer en 2030, y ser carbono positivos de las emisiones globales de la actividad de Ferrer en 2050.
Más allá de cifras y medidas concretas, también pensamos que proteger el medio ambiente y fomentar que nuestro planeta siga siendo habitable para las generaciones futuras implica fomentar una cultura que despierte el lado activista de cada una de las personas de Ferrer. Para que la generación de un impacto positivo en la sociedad a través de aspectos como la movilidad sostenible sea un propósito que guíe el conjunto de nuestra actividad y dé sentido a nuestro negocio. Y esté presente dentro y fuera de nuestro trabajo.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Movilidad con Impacto – Cabify