España se encuentra ante una oportunidad única de reindustrializar su tejido productivo a través de la movilidad sostenible y la electrificación. Esta ha sido una de las principales conclusiones de la tercera edición del Foro ANFAC de la movilidad, organizado por La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones y con la colaboración de Grant Thornton y Mapfre. El evento, que se ha desarrollado bajo el título “La movilidad de Tod@s” ha contado con la participación de las principales empresas, organizaciones y asociaciones del sector de la movilidad, que han analizado la situación del sector y los avances y perspectivas para los próximos años en el ámbito de la movilidad sostenible.
El sector de la automoción es una oportunidad de país
Sobre esta temática, Mar Garcia Ramos, Socia de Automoción y Movilidad de Grant Thornton en España, ha destacado que el sector de la automoción representa actualmente una oportunidad de país a través de la reindustrialización del sector asociado con la electrificación. “En España este modelo industrial electrificado está creando un tipo de innovación basado en el desarrollo de muchas pymes y startups. Necesitamos una movilidad que satisfaga las necesidades de personas y empresas por igual, que fomente la innovación sin prejuicios tecnológicos y que, redunde en mayor riqueza para el país.”
Así, entre algunas de las oportunidades que lleva consigo el cambio a la electromovilidad en áreas del sector que están en proceso de cambio y que ayudarán a potenciar la industria destacan el nuevo powertrain eléctrico, una mejora de los costes y del time to market o el battery pack. Para Mar García, “El reacondicionamiento de vehículos y el reciclado son otros dos grandes aspectos que destacamos. Debemos tener en cuenta que tenemos una gran oportunidad de entrar en el reciclado a nivel industrial, lo que podría aumentar la competitividad y mejorar la cadena de valor del sector.”
Pero para que estos cambios sean posibles es necesaria una fuerte y decidida financiación de proyectos en I+D e innovación tecnológica. Para ello, la inversión pública es clave, así como las deducciones fiscales a las que puedan acogerse las compañías gracias a su apuesta por la innovación en nuevas tecnologías, aunque todavía muchas empresas del sector no utilizan estos incentivos.
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