¿Cuándo y cómo se fundó Innovative Film Solutions (IFS)?
Nos remontamos al año 2007, es decir, 7 años antes de la creación de Innovative Film Solutions. Tras varias experiencias internacionales y profesionales, decidí cursar un MBA y es allí donde conocí a mis compañeros de vida y profesión. Después, viajé a Italia, donde estuve 6 años emprendiendo negocios de distinta índole. También estuve en Chile donde trabajé en un proyecto basado en la producción de la primera botella biodegradable y compostable de Sudamérica, y allí, fue donde se construyeron los cimientos de lo que después sería Innovative Film Solutions. En el 2014, regresé a España y puse en pie una organización, de origen familiar, que tiene como base, la innovación industrial y la reorganización estructural, acompañado de unos fuertes valores de trabajo en equipo, compromiso y superación.
¿En qué momento de la trayectoria empresarial de Innovative Film Solutions, vislumbraron la necesidad de orientar sus productos hacia la vertiente social?
Ya desde el MBA con nuestro proyecto de innovación, he estado vinculado al mundo de la economía circular y la sostenibilidad. Desde los comienzos, IFS fue adquirida para convertirse en la empresa líder en la fabricación de plásticos biodegradables. Además, contamos con una fábrica sin humos donde se reutiliza el 98% de los materiales usados en la producción. Desde el primer día, eliminamos cualquier fabricación de productos que no sean reciclables e incluso eliminamos todos los componentes con riesgos cancerígenos como puede ser los Ftalatos.
Desde sus inicios IFS ha puesto el foco de su actividad en reducir el impacto medioambiental y social que genera el uso de film plásticos, desarrollando materiales alternativos 100% sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Estamos muy concienciados y es una de nuestras prioridades que la compañía transmite a nuestros empleados. Ya no sólo que nuestros procesos estén orientados hacia la sostenibilidad sino que todos nuestros productos y los que vendamos a nuestros clientes intermediarios o finales, persigan el tope en sostenibilidad.
Una de sus principales señales de identidad es permanecer a la vanguardia de la tecnología. ¿Qué acciones ha implicado este esfuerzo? Y ¿con qué entidades u organizaciones la llevaron a cabo?
La combinación de años de experiencia en el sector del plástico, junto con una tecnología de última generación, y un equipo mentalizado a generar el cambio, nos ha convertido en centro de referencia en innovación y desarrollo. Gracias a nuestro avanzado sistema productivo, reducimos al máximo la generación de residuos plásticos. Además, disponemos de la tecnología necesaria para el posterior reciclado y reutilización en la cadena productiva del pequeño porcentaje de material de desecho generado.
En este empeño por innovar en tecnología, nos congratula haber recibido el Sello de Excelencia concedido por la Comisión Europea a nuestro proyecto REBICOM: New Innovative recyclable and Biocompostable films for envelops and flexible packaging. Este sello se encuadra dentro del Programa Marco de Investigación e Innovación 2014-2020 de la Unión Europea y es un reconocimiento al potencial de las pequeñas y medianas empresas en las áreas de medidas para el cambio climático, medio ambiente, eficiencia de los recursos y materias primas.
Estos avances se han materializado en la puesta en marcha en el mercado español de un producto realmente innovador en el sector, con beneficios tangibles, tanto para los consumidores como para la sociedad en general y, sobre todo, para el medio ambiente. El resultado es la gama de productos de higiene íntima femenina, compostables y biodegradable NUR, un concepto innovador que pretende dar un nuevo enfoque al ciclo menstrual femenino.
El proyecto ha sido llevado a cabo conjuntamente con Manipulados Espelt, S.A., fabricante de productos de higiene femenina desde 1982, bajo el reto de crear una compresa totalmente natural y respetuosa con el medio ambiente, empleando materias primas plenamente funcionales, pero respetuosas con la propia salud.
¿En qué consiste su Sistema de gestión en I+D+I?
La estrategia definida por la compañía está centrada en la innovación y constituye el epicentro de nuestra actividad. En esta línea desarrollamos proyectos de I+D+I con el fin de fabricar productos innovadores que sustituyen a otros films con los que nuestros clientes obtienen un importante ahorro en costes, además de poseer una mejor calidad.
Además, contamos con un equipo de I+D+I, que junto con el director Técnico de la compañía, trabajan de manera continuada en la investigación de nuevas formulaciones para el desarrollo de materiales biodegradables compostables, que reduzcan considerablemente el impacto medioambiental que genera el uso de films plásticos en la sociedad.
A esto se suma que contamos con tres certificaciones de reconocimiento a nivel mundial, conseguidas en los últimos 10 meses, lo que supone un logro importante en tiempo record, y que pone de relieve nuestro firme compromiso con el medio ambiente: el Certificado del Sistema de Gestión de Calidad AENOR, la ISO 9001:2008 de Sistemas de gestión de la calidad, y que somos pioneros en la calificación más alta al conseguir el BRC CERTIFICATION BODY. IOP-2017/0004 del packaging en contacto con alimentos. Esto es lo que nos ha permitido una concienciación en un giro de 360 grados.
¿Qué dificultades sociales y sostenibles plantea el trabajo con los plásticos y sus derivados?
IFS siempre ha puesto el foco de su actividad en reducir el impacto medioambiental y social que genera el uso de film plásticos, desarrollando materiales alternativos 100% sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Pero no es una tarea fácil y nos hemos encontrado con muchos obstáculos, por un lado la mala información o información engañosa sobre los plásticos que genera mala publicidad.
El plástico es uno de los mejores inventos para acciones gastronómicas que antes no existían. La cuestión es que no se ha explicado bien. El plástico hay que saber usarlo. Y aquí la UE lo dijo bien, quien contamina, paga. Y me parece muy bien. La bolsa de un sólo uso que es la que se va a prohibir, nos permite hacer cosas que antes no se podía. Lo que hay que hacer es ser conscientes de que tenemos un problema y regular ese uso correcto para que esa economía circular sea posible.
Por otra parte, nos hemos encontrado con dificultades en lo relacionado con la financiación que haga posible producir plásticos sostenibles a precios asequibles, pero trabajamos constantemente en la optimización de procesos y nuevas aplicaciones.
¿Qué nuevos avances han realizado en materia de plásticos biodegradables?
Creo que realmente tenemos que trabajar en las alternativas reales y sostenibles que puedan tener una aceptación con todos los agentes de la sociedad. Que el mundo del packaging pueda tener una aplicación real. Tenemos una limitación en la materia prima biodegradable que tiene un coste mayor y un rendimiento menor. Te cuesta más y produces menos. Y eso al final, se tiene que traducir al cliente final.
Por ello, nosotros estamos trabajando en poder dar a nuestros clientes las herramientas para que puedan ofrecer al consumidor final, un producto sostenible a un precio competitivo y que el proceso resulte rentable para las partes implicadas. Queremos que toda nuestra producción sea para un fin sostenible.
¿Qué inversión destinan anualmente en concepto de sostenibilidad?
En los últimos años de IFS, la media de inversión en innovación orientada hacia la sostenibilidad ha sido superior al 10% de la facturación, lo que se traduce en dos millones de euros aproximadamente. Además de la parte económica, estamos implicados personalmente y somos fieles al objetivo de potenciar y fomentar el conocimiento de la economía circular, siendo uno de los líderes que participé en la cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular que se organizó este año en Madrid por la Fundación Advanced Leadership.
¿Qué objetivos se plantean a corto y medio plazo para ser más responsables de forma social, económica y sostenible?
Nuestros objetivos están focalizados en convertir a IFS en una compañía líder de la fabricación de plásticos biodegradables para el packaging. Ahora queremos ir más allá, y estamos trabajando en otras aplicaciones sostenibles. A corto y medio plazo queremos terminar la materia prima que tenemos y conseguir más certificaciones que nos permitan alcanzar ese producto. Una vez terminado ese producto, lo que nos queda es que las certificadoras nos certifiquen que con nuestro proceso, cumplimos todas las normativas.
¿Qué acciones y esfuerzos han supuesto para IFS haber conseguido el sello de excelencia concedido por la Comisión Europea al proyecto REBICOM: New Innovative recyclable and Biocompostable films for envelops and flexible packaging?
Es un reconocimiento al trabajo bien hecho. Cada mañana nuestra mirada está puesta en cómo avanzar en este ambicioso reto. Este logro lo hemos conseguido gracias al gran equipo con el que cuento. En dos años, hemos duplicado la plantilla. Nuestra actividad es compleja porque cambiamos la naturaleza de un producto y a través de una máquina de última generación que está diseñada para realizar un producto, hemos conseguido que esta misma máquina desarrolle un producto distinto. Somos la única empresa en el mundo que ha conseguido hacer polietileno en línea. Esta es una de las ventajas para sacar un producto que a día de hoy, no está.
¿Qué sinergias han buscado con otras entidades para hacer más fuerte su vínculo con la RSE?
Participamos activamente en las iniciativas medioambientales llevadas a cabo en el Parque Tecnológico de Asturias, donde se encuentran nuestras instalaciones, a través del proyecto Residuo 0. También estamos en constante búsqueda de nuevas oportunidades y aplicaciones para que a medio y largo plazo, toda nuestra producción sea 100% biodegradable y compostable. Estamos seguros de que cuando tengamos la certificación que nos falta y una vez finalizado nuestro nuevo producto, estamos seguros de que no nos van a faltar compañeros de viaje.
¿Cómo valora la RSE en España? ¿Considera que existe conciencia empresarial? ¿Qué retos se plantean en materia de RSE y sostenibilidad de cara al exterior?
Creo que es necesario promover la incorporación de políticas y principios de RSC en las empresas para conseguir su transformación en organizaciones amables, no solo con los empleados, sino también con la sociedad en general y sin olvidar el medio ambiente, al margen del cumplimiento de la ley.
En España todavía hay una brecha ética de responsabilidad que contrasta con otros países más exigentes con la RSC, que actúan de forma más acorde a principios éticos y cívicos, pero hay que decir que nuestro país está trabajando en ello, y cada vez somos más conscientes de la importancia de la sostenibilidad y de que no podemos seguir consumiendo recursos como si fueran infinitos.
A favor de España, es importante recordar que nuestro país ya es el que cuenta con más empresas firmantes en el Pacto Mundial de Responsabilidad Social Empresarial de Naciones Unidas. Afortunadamente la innovación tecnológica y la economía circular rompen con el modelo lineal de producir, consumir y tirar, y apuesta por el aprovechamiento total de los residuos, y esta es la línea que debemos seguir todas las compañías.
¿Cómo considera que comunican las empresas sus buenas prácticas socialmente responsables?
He visto grandes campañas por parte de empresas españolas importantes, que me han “calado” e imagino que cada vez son más las compañías concienciadas con la importancia de implantar un plan factible y real de RSC.
Como CEO de la compañía,intento ser el máximo promotor del compromiso y responsabilidad dentro de IFS en lo que tiene que ver con prácticas productivas sostenibles, y estas se transmiten día a día a todo el personal. Además, el equipo comercial está completamente comprometido y por ello, trabajan constantemente en la búsqueda de aquellas necesidades reales que plantea el sector del packaging y en su tendencia constante orientada hacia la aparición de alternativas ecológicas.