¿De qué modo tu compañía apuesta por las buenas prácticas socialmente responsables?
Vivimos tiempos complejos y convulsos y es en estos momentos en los que hay que ahondar en las raíces para seguir construyendo nuestro presente y futuro. Juan Gil comenzó hace años su impulso y apuesta por el cultivo ecológico, por ser un referente en sistemas sostenibles y todo ello, con un único objetivo, preservar nuestro viñedo para perpetuar nuestros vinos como un estandarte de calidad y de ahí nuestro lema “Somos Tierra”.
El cuidado del medio ambiente está latente en la conciencia social. Todo el trabajo del área de sostenibilidad, calidad y campo necesita años para ver la luz, pero es sumamente gratificante comprobar que el consumidor valora ese esfuerzo.
¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
Cuando las actuales instalaciones ubicadas en el paraje de La Aragona se construyeron, hace ya más de dos décadas, el referente era llevar con orgullo la marca de nuestra familia que se remota a 1916 y ser respetuosos con nuestro entorno. La bodega se encuentra ubicada en el centro del viñedo y es capaz de soportar una variación térmica de 12 grados centígrados sin alterar la temperatura interior, un hito en aquel momento en el que además la moda era construir bodegas museo y que actualmente, sigue siendo parte fundamental de la calidad de los vinos.
En la actualidad, contamos con una de las bodegas más grandes de Europa energéticamente sostenible, acabamos de poner en marcha una planta solar fotovoltaica capaz de generar 1 megavatio. Y hemos sido la primera bodega de la Región de Murcia en obtener la certificación de necesaria para gestionar residuos al revalorizar los subproductos procedentes de la elaboración de vino convirtiéndolos en humus para nuestro viñedo más especial.
¿Y alguna buena práctica en concreto con los objetivos que persigue que te gustaría destacar en esta entrevista?
Como mencionaba anteriormente, a día de hoy, Juan Gil es la única bodega de la Región con autorización para la gestión y elaboración de residuos y, además, cuenta con la instalación más grande de Europa dedicada a la elaboración de vino cuya energía proviene de fuentes renovables.
Actualmente, con recursos propios, Juan Gil es capaz de producir 300.000 kg de humus procedente del raspón de la uva que se desecha durante la elaboración del vino. Hemos sido pioneros en conseguir transformar un subproducto sin valor como es el desperdicio del raspón de la uva en un producto con valor añadido, y muy importante para nosotros ya que lo usamos como una enmienda agrícola efectiva para nuestros cultivos de calidad, los que van destinados a los mejores vinos, es decir, los viñedos plantados en vaso de baja producción, aquellas viñas más viejas de la finca.
En la actualidad, está en proyecto la ampliación de los recursos e instalaciones que destinamos a la producción de humus ya que la intención es aumentar progresivamente la cantidad y conseguir hacer humus de la misma calidad con otros subproductos como es el sarmiento de la poda de nuestros viñedos.
Además, cabe destacar el proyecto puesto en marcha para conseguir embotellar los vinos jóvenes en botellas ligeras, es decir, con un peso inferior a 400 gramos en botella cónica y capaz de mantener estabilidad en una línea de embotellado de última generación está siendo muy bien acogido por los consumidores en cuya conciencia prima el respeto al medio ambiente frente al embellecimiento estéril del packaging.
En este sentido, hay que comentar que, pasados dos años del inicio de este nuevo reto, el 40% de los vinos que se embotellan por parte de Viñas Familia Gil ya utilizan las llamadas botellas ligeras, un envase con un 28% menos de emisiones de huella de carbono y un 14% más eficiente en el transporte. Esto nos sitúa a la estela de países como Canadá, pionero en el impulso de este avance.
¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de la Federación Española del Vino (FEV) a la hora de mejorar vuestra RSC?
Pertenecer a la Federación Española del Vino, nos ayuda a tejer alianzas con otras bodegas e influir con todo el sector del vino de España en la consecución de objetivos comunes, es estos momentos la FEV tiene muchas líneas de trabajo relacionadas con la mejora del responsabilidad social corporativa del sector, de hecho esta trabajando en mejorar su esquema de sostenibilidad WfcP en este sentido.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel de contribución a los ODS con las acciones conjuntas que estáis emprendiendo en vuestro sector?
Evidentemente el sector del vino y la viticultura están intrínsicamente relacionados con los ODS, y todos los esfuerzos emprendidos en la sostenibilidad de nuestro proceso se ven reflejados en alguno de los ODS, destacando.
La salud y el bienestar, Bodegas Hijos de Juan Gil siempre abogan por un consumo responsable de vino, y defendemos que le vino es un alimento saludable.
Vida y Ecosistemas, la viticultura esta estrechamente ligada a la tierra, nosotros somos agricultores tenemos 1000 Hectáreas de vid en producción ecológica, lo cual influye positivamente en la conservación del territorio, además el consumo de agua en estas plantaciones es mínimo.
El agua, la energía, las emisiones de efecto invernadero y los residuos forman los cuatro pilares de actuación de WfcP y están directamente relacionados con los ODS.
Vuestra empresa posee el certificado Wineries for Climate Protection, específico sobre sostenibilidad en bodegas. ¿Qué importancia tiene para vosotros haber superado la auditoría para obtenerlo y en qué medida recoge vuestro compromiso con la gestión sostenible?
Para nosotros ha supuesto un hito el lograr la certificación, pues a parte del esfuerzo que ha supuesto, ha contribuido a fijar objetivos y planificar acciones en el ámbito de la sostenibilidad.
Además, este sello nos ayuda a comunicar a nuestros clientes los logros obtenidos en el ámbito de la sostenibilidad y poner el valor los esfuerzos que desde la compañía se están llevando a cabo en los últimos años sobre todo en el tema de energías renovables y economía circular.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de tu organización en materia de sostenibilidad?
El más importante que estamos acometiendo en estos momentos en el de la transformación de todos nuestros viñedos a producción ecológica, además de influir en nuestros proveedores que también inicien el cambio con nosotros, de esta manera contribuiremos a la conservación del medio rural en el que estamos. Lo cual a su vez se verá reflejado en los próximos años en el aumento de nuestra oferta en vinos ecológicos comercializados.
Como consecuencia de todos estos esfuerzos encontramos un vino con nombre propio, Juan Gil Etiqueta Amarilla. La nueva añada del joven de la gama Juan Gil saldrá al mercado en primavera estrenando su condición de vino ecológico y en botella sostenible. “Juan Gil Etiqueta Amarilla es un monovarietal de Monastrell que en su añada 2021 consolida su mayor reto en los últimos años, certificar su elaboración con uvas y procedimientos ecológicos. En cata se muestra un vino fiel a su estilo que define muy bien cómo fue la vendimia manifestándose más afrutado y fresco que años anteriores”.
De esta forma, Juan Gil Etiqueta Amarilla se suma a Juan Gil Etiqueta Plata en la certificación de vinos ecológicos, suponiendo esto que más del 50% de la uva que elabora Juan Gil es ecológica. “Es imparable la conversión al cultivo ecológico y en la próxima campaña estaremos trabajando en ecológico el 75% de las uvas que vendimiamos y el 100% de las que provienen de nuestros viñedos en propiedad. En este esfuerzo nos acompañan los más de 300 viticultores que año tras año trabajan a nuestro lado”
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: “La sostenibilidad en el sector del vino español”