Entrevista con Juanjo Mestre y Jacobo Umbert, socios fundadores de The Wake Up Movement, para charlar sobre el modelo de negocio de su ecommerce, un espacio que busca fomentar el consumo consciente y dar un espacio a las marcas que se esfuerzan por ofrecer productos sostenibles.
¿Qué es The Wake Up Movement (WUM)?
Jacobo Umbert: The WUM es un espacio en el que facilitamos encontrar productos de todo tipo de categorías con un alto componente de diseño y lo más sostenibles posible.
Juanjo Mestre: Nosotros lo definimos como un catalizador de consumo sostenible. Es decir, damos la posibilidad de que consumir de forma sostenible sea fácil y por eso le metemos el componente de diseño, para que cada uno se vea representado en su propio estilo de vida a la hora de elegir un consumo más sostenible.
Jacobo Umbert: Durante mucho tiempo se ha tenido que sacrificar la expresión personal a la hora de vestir, a la hora de llevar un estilo de vida consciente y nosotros queremos luchar precisamente contra eso. Que puedas tener el estilo que tú quieras y no por ello tener que ser incoherente con los principios que tengas de sostenibilidad o respeto al medio ambiente.
¿Cómo surge esta idea?
Juanjo Mestre: Esta idea surge principalmente porque nosotros intentamos dar ese paso a llevar un consumo y un estilo de vida lo más sostenible posible. Y nos encontramos con dos barreras principales: la primera es que tenemos que cambiar el estilo de vida. Entonces, nos paramos a pensar, tenemos nuestros valores y lo que queremos es acercarnos a un consumo lo más respetuoso posible con el medio ambiente. Es en esa transición donde empezamos a darnos cuenta de que era muy difícil. Primero, porque hay pocas marcas, porque es difícil acceder a ellas, hay muchísima falta de información de por qué cada producto tiene un precio y por qué los productos más mainstream tienen precios más accesibles. Entonces empezamos a luchar contra esa barrera y a hacer nuestro propio directorio al que dirigirnos cuando necesitábamos algo. Al final nos dimos cuenta de que ese problema lo compartía más gente y decidimos dedicar nuestra vida y nuestro tiempo a solucionar ese problema.
Jacobo Umbert: Básicamente, dejar de ser parte del problema y empezar a ser parte de la solución.
¿Qué criterios seguís para elegir los productos?
Juanjo Mestre: Tenemos dos criterios fundamentales: el primero es el más estricto o más riguroso, es una parte más técnica en la que comprobamos que los materiales con los que se está fabricando el producto sean respetuosos con el medio ambiente, bien a través de certificaciones, bien a través de una trazabilidad completa del producto: cómo se está fabricando el producto, dónde, en qué condiciones, quiénes lo están haciendo y cómo se está transportando el producto. Y luego tenemos un segundo criterio que es más subjetivo, que es la parte estética, en la que intentamos ser lo más fehacientes posible con esas dos directrices: el diseño y la sostenibilidad. Cuando pasa ese primer filtro de ser un producto que tiene la calidad suficiente y la trazabilidad suficiente como para estar en The WUM, después decidimos si vemos este producto en The WUM.
Jacobo Umbert: Solo trabajamos con marcas que sí que expresan de una manera muy rigurosa toda la cadena de producción, todos los materiales… Cuando tenemos dudas, porque también ahora está muy de moda decirse sostenible sin serlo, tenemos un comité de la Universidad Politécnica de Madrid que nos ayuda. Y en el segundo criterio lo que intentamos es que la gente quiera estos productos básicamente por la estética que tengan, por el atractivo que les pueda suscitar y que el hecho de que sean sostenibles sea algo que ya se dé por hecho. Que en The WUM puedas buscar y lo que te atraiga sea la estética del producto, porque creemos que así debería ser tanto en WUM como en el resto de negocios.
¿Qué ventajas tiene para las marcas el uso de vuestro espacio?
Juanjo Mestre: En primer lugar, el posicionamiento. Nosotros llevamos una línea estética a la que le dedicamos mucho cariño. También les ofrece otra capacidad, que es más para el consumidor, pero al final quien sale beneficiada es la empresa, que es que al ofertar decenas de productos únicos de marcas de diseño, de estudios, poder conseguirlas en un único carrito es uno de los principales atractivos para los ciudadanos y pertenecer a esta oferta, a cualquier marca, es de los primeros intereses que les genera.
Jacobo Umbert: Yo creo que es también el darse a conocer a un público nuevo, a un público a lo mejor más novel a la hora de consumir de forma sostenible y acceder a una comunidad que se va creando poco a poco en la que llegan de una forma también más natural. No voy a llamarlo privilegio, pero sí es un añadido que va a llevar la marca sobre su propia forma de producir, de vender y comunicar el hecho de estar en un lugar que está haciendo un trabajo riguroso de selección de las marcas y de los productos.
¿Cómo garantizáis que toda la cadena de producción de los artículos que vendéis sea ética?
Jacobo Umbert: Lo hacemos con ese proceso que es tan riguroso. Cuando nosotros tenemos alguna duda sobre la trazabilidad de un producto o el certificado de los materiales o la producción se lo pasamos a un comité experto, que son los que nos van a hacer esa trazabilidad. Después volvemos a la marca y le decimos que necesitamos recuperar esta información para asegurarnos de que estamos haciendo nuestro trabajo bien. En parte por lo que decía antes, queremos dar por sentado la sostenibilidad. Ese es el paso uno. Si nosotros no nos podemos asegurar de en qué fábrica estás haciendo el modelado, tampoco vamos a poder asegurarlo y no vamos a dar el segundo paso.
El 1% de vuestras ventas se destina lo que llamáis una hucha colectiva, ¿cómo funciona?
Juanjo Mestre: Este sistema nosotros lo pensamos desde el principio, todavía nos queda desarrollarlo a nivel técnico bien en la plataforma pero va estarlo en los próximos días o semanas. Lo que hacemos es que por cada cantidad de dinero que acaba terminando en tu check out, te damos una cantidad de puntos. Es lo que llamamos puntos WUM. Esos puntos WUM son los que nuestros usuarios, en comunidad, van a decidir a dónde se van a destinar. Nosotros convertimos todos esos puntos en el 1% de las ventas.
Jacobo Umbert: Es una forma de seguir impulsando proyectos sostenibles o proyectos de desarrollo sostenible que van a tener impacto y que no solo decidimos nosotros. Nosotros no nos lo tomamos como un “uy, míralos qué majos que están donando x”, no. Es una decisión que todos tomamos. Es una decisión que entre toda la comunidad vamos a apoyar. Nosotros tenemos una serie de proyectos que nos han parecido interesantes por lo que sea, bien porque impulsan el desarrollo en la sostenibilidad aquí en España, bien porque es un problema global como puede ser el del Amazonas. La idea es que seamos entre todos los que digamos “soy yo, como usuario, el que me estoy gastando el dinero, quiero tener parte del voto sobre qué vais a hacer con esto”. Entonces, la idea un poco es eso, que entre todos podamos decidir qué proyectos queremos impulsar y ser fehacientes a la hora de llevarlo a cabo.
The WUM es la mano que ejecuta la acción, pero podría hacerlo cada uno de forma individual. Creemos que si juntamos a 10.000 personas y cada uno pone un euro tiene más sentido que el que 10.000 personas vayan donando su euro de forma independiente.
¿Creéis que es posible conjugar estilo y precio con un modelo sostenible en el sector de la moda?
Jacobo Umbert: Sí, creemos que es posible y por ello estamos apostando tanto con este proyecto. Pero sí que es verdad que los jugadores, los agentes por así decirlo, son las empresas, que cada vez hay más y es un gusto, que todavía son muy pequeñas. Hasta que las grandes productoras no den el cambio va a ser mucho menos accesible. Todavía las fábricas tienen pedidos mínimos muy altos de productos sostenibles y es muy difícil por accesibilidad, por información. Las marcas no saben bien qué materiales tienen que usar y ahora está todo muy encarecido por falta de oferta.
Juanjo Mestre: Luego, yo creo que además también hay que cambiar un poco la forma de acercarnos a los precios. O sea, nosotros siempre pensamos en un axioma, que es el de comprar menos y comprar mejor. Nos hemos acostumbrado a tener un consumo elevadísimo y súper excesivo que al final deja de dar valor a lo puramente material. O sea, a lo que es la materia en sí. Entonces, creemos que hay que acercarse un poco a modelos que son un poco más costosos en la fabricación porque requieren más trabajo, porque verdaderamente requiere más trabajo recabar toda la basura del mar, con eso sacar un hilo y ese hilo conseguir que sea lo suficientemente potente como para tejer un producto que vaya a durarnos muchos años. Esos procesos son caros. Lo que sí es que nos va a dar un producto de mucha calidad y que encima no tiene impacto. Eso es un poco lo que nosotros valoramos. Y nosotros creemos que es mejor comprar menos productos que sean mejores, que comprar muchas camisetas, muchas sudaderas que le vamos a dar un uso prácticamente ridículo por un precio igualmente ridículo.