En Lenovo nos esforzamos por hacer las cosas de manera diferente para seguir mejorando constantemente: para nuestros clientes, nuestros empleados, las comunidades donde hacemos negocios y el medio ambiente. Tenemos un profundo compromiso con la innovación y una mentalidad impulsada por un sentido de nuestra responsabilidad a largo plazo. Nuestro objetivo es que el mundo se adapte a su gente. Esta pandemia ha puesto de manifiesto que son muchos aún, empresas y usuarios, los que necesitan de esa transformación que solo es posible si unimos tecnología y responsabilidad social. La tecnología puede y debe ser un catalizador positivo para el cambio y la evolución. Lenovo está canalizando esta capacidad para crear un futuro más inteligente, donde todos prosperen juntos.
Vivimos una situación sin precedentes desde una perspectiva económica y social, pero no hay duda de que este escenario nos ofrece una gran oportunidad para redefinir el propósito social de las empresas, poniendo en marcha planes de acción que impacten de forma real sobre las necesidades de la sociedad y los grupos de interés. En tiempos de coronavirus, apostar por la RSC es apostar por la búsqueda de una solución a esta crisis desde un compromiso con la salud, la igualdad, la educación y el derecho al trabajo, sin olvidarnos por supuesto del planeta, todo ello bajo unas condiciones que aseguren unos parámetros de calidad.
Y por este último, nuestro planeta, Lenovo se preocupa especialmente. Entendemos que el cambio climático es una grave amenaza que debemos frenar entre todos. Tal y como la ciencia climática actual nos recuerda constantemente (en los últimos informes de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), la contribución humana al cambio climático es más necesaria que nunca. En Lenovo apostamos por ello con una estrategia integral de cambio climático para abordar todos los aspectos de nuestro negocio, y establecer así objetivos y metas de rendimiento escrupulosos que garanticen, con certificaciones de calidad, códigos de conducta y documentos técnicos, que cada paso que damos es en la dirección correcta. Un camino que hoy nos lleva, orgullosos, a formar parte de la lista de las 100 empresas más sostenibles de Corporate Knights de 2020.
Pero este y otros logros en política de sostenibilidad no nos llevan al descanso, nuestro compromiso es firme y se extiende a la lucha para reducir lacras como las emisiones de gases de efecto invernadero y la huella de carbono global, así como impulsar reducciones similares en nuestra cadena de suministro y nuestra base de clientes en el uso de nuestros productos.
Como empresa tecnológica que somos, creemos que tenemos que ser los primeros en desarrollar dispositivos que, gracias a la innovación, contribuyan a mejorar la eficiencia energética. Por eso tomamos, de principio a fin, las decisiones que impacten de forma positiva sobre el medio ambiente, desde la elección de las materias primas o de la energía usada, el rendimiento ambiental en la cadena de suministro, la gestión efectiva de los residuos y uso responsable del agua, hasta el fin de la vida útil del producto, ofreciendo al consumidor opciones de reciclaje.
Así por ejemplo nuestro proceso de soldadura a baja temperatura mejora la fabricación de PC conservando la energía, aumentando la fiabilidad y reduciendo las emisiones de carbono, con un ahorro anual de 5.956 toneladas métricas de CO22. Y, como de verdad creemos que el impacto es tan importante, regalamos el know-how a la industria. Además, somos el principal fabricante de ordenadores en cuanto a contenido total de plástico reciclado: utilizamos aproximadamente más de 42 millones de kilos de plástico con contenido posconsumo, como las botellas de agua, en la fabricación de nuevos productos de informática y monitores.
En cuanto al gasto de agua y residuos, nuestras operaciones de fabricación y desarrollo de productos no tienen procesos húmedos, es decir, que sólo extraemos agua de fuentes municipales y únicamente para uso y consumo humano. Por lo tanto, nuestro impacto en los recursos hídricos locales es mínimo. Y por supuesto, reducimos al máximo residuos peligrosos como aceites, refrigerantes, disolventes orgánicos, baterías, bombillas fluorescentes y balastos. Todos estos materiales se eliminan de acuerdo con la normativa medioambiental local a través de proveedores acreditados que son investigados mediante un estricto proceso de auditoría de Lenovo.
Y al otro extremo, al final de la cadena de suministro, apostamos por un packaging de los dispositivos sostenible para el que se utilizan productos biodegradables y ligeros en su fabricación, como el bambú y la caña de azúcar. A la vez que hemos optimizado el diseño y distribución de los envíos para rebajar el consumo de material de empaquetado. A todo ello, como no, se suman nuestros clientes, también comprometidos con dicho desarrollo, que participan en nuestras sesiones informativas, convocatorias y encuestas, entre otras acciones. Así, conseguimos involucrar en gran medida a los usuarios.
Porque para proteger el medio ambiente y nuestro planeta, cada acción, cada movimiento y decisión cuenta. Como líder de tecnología global, Lenovo tiene la determinación de crear un mundo mejor, no solo a través de los productos y servicios que ofrecemos, sino también por medio de nuestro compromiso de implementar prácticas sostenibles. Queremos asegurarnos de causar un impacto positivo en el mundo desde el punto de vista social y medioambiental, y seguiremos trabajando sin descanso para conseguirlo.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Medioambiente, promovido por Ayuda en Acción dentro de su proyecto #1Planet4All, financiado por la Unión Europea.