Entrevista con Marc Prats, embajador Act For Green en España, y Enric Escoda, responsable de comunicación de Somfy Iberia, para charlar sobre el programa Act For Green y sobre la política de responsabilidad social corporativa y de sostenibilidad de la compañía fabricante de soluciones para casas inteligentes.
En 2018 Somfy mostraba su compromiso social y medioambiental con el programa “Act for Green” ¿En qué consiste?
Marc: Act for Green es una iniciativa del grupo Somfy para reducir su impacto medioambiental. Básicamente podemos resumirlo en tres pilares: El primero sería el de edificios ecológicos. Intentamos que aumente la eficiente energética, que aumente el bienestar, el confort, la seguridad, el ahorro energético para las personas que residen o trabajan en un edificio. Otro punto importante son nuestros productos. Tratamos de que vayan de la mano del medioambiente en todo su ciclo de vida, desde la extracción de materiales hasta que se pone a la venta. Buscamos que todas las fases por las que van pasado sean lo más sostenibles posible. Y luego, también son muy importantes las personas, tanto a nivel interno, con unos empleados muy concienciados con el medio ambiente, como a nivel externo, donde Somfy ayuda a entidades sociales. Estos son los tres pilares en los que se basa la iniciativa de Act For Green.
¿Qué significa la etiqueta “Act For Green” y cuántos de los productos Somfy la llevan?
Enric: Nosotros somos una compañía fabricante de motores y automatismos para toldos, persianas, cortinas, accesos… También fabricamos sistemas para gestión inteligente de viviendas y edificios. Ya en 2015 Somfy lanzaba su propia etiqueta ecológica “Act for Green” que, literalmente, es “Actuar para lo Verde”, actuar para hacer cosas ecológicas, para ser ecológico. Ya no pensamos simplemente en “green”, nosotros tenemos que actuar, si no de poco sirve pensar. Es muy importante poder hacer este cambio.
El objetivo es reducir el impacto ambiental de nuestros productos en el transcurso de su ciclo de vida, desde la extracción de materias primas hasta el final de su existencia útil. La etiqueta ha ido extendiéndose por todos los productos de la empresa y ha experimentado una aceleración creciente. Entre el año 2018 y el 2019 se duplicaron los productos que obtuvieron la etiqueta hasta alcanzar el 50% del total. En este momento, ya figura en un 80% de los productos. Act for Green es un programa que es muy importante que se inicie con prácticas eco responsables de nuestros colaboradores y proveedores. Y a esta le sigue la eco concepción, porque tiene una forma de sostenibilidad de nuestros productos, que continua con el impacto positivo de las soluciones que aplicamos sobre los ahorros de consumos y los edificios.
¿Cómo colaboráis, desde Somfy, a la reducción de emisiones por parte de los usuarios de vuestros productos?
Enric: La cadena de ciclo de vida verde continua en el edificio, siguiendo a nuestro producto. La gestión inteligente de los sistemas de protección solar, como cortinas, persianas o toldos, facilita enormemente el ahorro energético. Eso hace que disminuya, por ejemplo, el uso de la energía en aire acondicionado en verano, ya que con el automatizado podríamos llegar a descender la temperatura entre 5 a 9 grados, dependiendo del sistema aplicado o situado. En el uso de la calefacción en invierno podemos llegar, con un sistema de persianas y de cerramientos, que debe ser automático, hasta un ahorro del entre el 15 y 20%. Los usuarios de ese edificio, de ese hogar, de esas viviendas, son los beneficiarios reales de esa eficiente energética. También del confort lumínico y la seguridad de una gestión que, con el resto de los elementos de la construcción, hacen que sea sostenible. Con eso reducimos el impacto ambiental y aumentamos el ahorro energético o económico de las familias a final de mes. La energía más eficiente es la que no se consume y, por lo tanto, eso es lo importante.
Marc: Para colaborar en reducir las emisiones también trabajamos desde un punto de vista interno, que está en manos de Somfy como empresa y de las personas que trabajamos en ella. Por ejemplo, para reducirlas queríamos saber qué emitimos y cuánto emitimos. Hicimos un estudio muy completo para saber el impacto de nuestra huella de carbono y, a partir de ahí, poder detectar todo aquello que debemos mejorar.
Tenemos un plan a largo plazo para alcanzar el carbono cero, neutralizarlo. Si emitimos “x”, de alguna forma, reducir “x”, para que así quedarnos tan amigos con el medio ambiente. También apostamos por trabajar con proveedores sostenibles. Por ejemplo, hemos cambiado el proveedor de la luz por aquel que nos da energía renovable. Proveedores que nos proporcionen materiales reciclables. Intentamos ya no usar plásticos, optar por materiales compostables, por ejemplo, apostamos por la eco-movilidad, estamos cambiando la flota de vehículos a híbridos. Si nos tenemos que desplazar en taxi, trabajamos con compañías que solo usan taxis eléctricos o híbridos.
A nivel interno reciclamos cartuchos de las impresoras, pilas, baterías, el papel lo usamos doble cara, compramos papel reciclado, no solo de imprimir sino también papel de pizarra, de manos, servilletas, invertimos en una máquina para aprovechar cartón (antes lo tirábamos y ahora lo aprovechamos para hacer nuestras cajas). Estamos aumentando nuestra digitalización, con lo cual reducimos considerablemente el nivel de impresiones. Facilitamos al empleado de Somfy y a su círculo cercano el uso esos productos que nos van a ayudar a ser más sostenibles en nuestros hogares para ser más eficientes. También apostamos por una dieta más saludable y proporcionar cajas de frutas a los empleados. Y concienciar a todos de que todo esto va a tener sentido si aplicamos unas buenas prácticas en nuestro día a día.
El pasado mes de septiembre los equipos Somfy España celebraron la Semana del Desarrollo Sostenible. ¿qué acciones se llevaron a cabo?
Marc: Fue la primera edición de la semana del Desarrollo Sostenible del Grupo Somfy, celebrada a nivel mundial y repleta de actividades, conferencias e informaciones. Había una doble agenda a nivel internacional en Francia, donde está nuestra central, y a nivel local se iba de la mano con la central en algunas actividades y otras las adaptábamos a cada país.
En España, teniendo en cuenta la situación de pandemia que hay, apostamos por una serie de actividades en formato digital como conferencias y vídeos que nos hablaban de eficiencia energética. También hicimos una entrevista en directo con la Fundació Arrels, a la que se hizo un donativo, para que explicasen su labor, que es la de ayudar a la gente sin hogar durante el confinamiento.
También hubo compañeros que nos asesoraban a través de un vídeo sobre la parte técnica de los productos Somfy, de forma fácil para todos los empleados, con consejos, para que podamos implementar en nuestra casa aquello que no tuviéramos. Recordamos también el manual de buenas prácticas para que todos los empleados seamos conscientes. Y luego hicimos una parte más lúdica con vídeo cadena de todos nosotros, en el que explicamos con qué nos comprometemos para ayudar a ser más sostenibles con nuestro granito de arena.
Dentro del compromiso social de la compañía para ayudar a paliar los efectos provocados por el COVID-19, está la colaboración con la Fundació Arrels. ¿De qué otras formas habéis ayudado desde Somfy?
Enric: Aquí en España hubo un acuerdo histórico entre la Fundació Arrels, Somfy España y la fundación Somfy internacional, Somfy Foundation, creada en 2004. Su concepto, su contenido o su objetivo es denunciar la exclusión social. Esto abre un amplio abanico de posibles actuaciones. Pero el acuerdo al que hemos llegado este año es para ayudar a las personas que viven en la calle. Algo tan sencillo como eso y tan difícil y doloroso. Apoyamos de forma económica el equipo de calle de emergencia, como ellos lo llaman. Ante la situación generada por el COVID-19, los recursos de la ciudad de Barcelona destinados a ofrecer servicios básicos a personas sin hogar, se vieron afectados y tuvieron que reducir su actividad e incluso algunos cerrar. La situación de crisis sanitaria fue aún más difícil para las personas sin hogar, que viven en la calle y que no podían confinarse en un alojamiento y que, además, no tenía a su alcance la información sobre la situación de lo que estaba pasando ni los recursos necesarios para evitar los contagios.
Por ese motivo, Arrels Fundació activó un equipo al que ellos llamaban de “calle de emergencia” para poder hacer seguimiento del estado de salud de esas personas que viven en las calles de Barcelona, con el objetivo de informarles, por un lado, detectar posibles casos de COVID-19 y de proveerlos de comida. También de productos de higiene personal para asearse y protegerse del virus y ropa en caso de necesidad. Además, dada la imposibilidad del confinamiento se daba un certificado nominal que corroboraba que no tenía alojamiento donde confinarse y que por ese motivo se encontraba en la vía pública. Los equipos de la calle de emergencia salieron a hacer la ruta y el seguimiento de lunes a domingo y estaban formados por una cuarentena de personas voluntarias. Durante la ruta se llegó a realizar el seguimiento de aproximadamente 140 personas diarias en varios barrios de Barcelona. Desde Arrels se proporcionó a los voluntarios los EPI necesarios para garantizar una buena protección frente al COVID- 19, así como la información necesaria para orientar a las personas de la calle, tanto en temas de recursos disponibles como de salud. En el punto de encuentro se repartían comidas, ropa, materiales en gel a los voluntarios para que estos lo repartiesen y ver cómo se encontraban de salud y proporcionarles este material. También es importante decir que durante el tiempo que se hicieron estas rutas había un equipo de salud de guardia que se activaba siempre que había sospechas de un posible caso de COVID-19. Este equipo informaba a los voluntarios sobre cómo proceder y qué servicios activar.
Desde el año 2015 contáis con un código ético que marca todas vuestras actividades. ¿Cuáles son las líneas principales de este código?
Enric: Las políticas de responsabilidad social son las que se destinan a hacer de los negocios un campo más justo y honesto. Eso lo hemos estado haciendo mediante la firma de un código ético que iniciamos en 2015. La asunción de una práctica de una política de transparencia en el trato con los clientes y, finalmente, la ejecución de una política de adquisiciones responsables en las que se revisa la ética de cada uno de los proveedores. Se intenta estudiar y también pedirles que formalicen que están aplicando una ética responsable. Esos códigos éticos provienen de la adaptación de nuestra forma de trabajar hacia una visión sostenible y ecológica. Buscamos reducir el impacto al planeta uniendo a las personas y el negocio. Para lograrlo, más que cambiar se trata de modificar ciertas actividades, apostando a los recursos sostenibles y detectando en qué podemos mejorar. Mientras, los empleados nos concienciamos para aplicar buenas prácticas dentro de la empresa. Esto, si lo aplicamos internamente, también queremos que suceda en la casa de nuestros proveedores. Nos basamos en esta línea de trabajo.
¿Cómo trabajáis para cuidar el compromiso sostenible de la compañía en toda la cadena de valor?
Marc: Nos cuestionamos constantemente si lo estamos haciendo bien. Y a partir de ahí, a raíz de la voluntad, del sentido común y de las cifras que vamos obteniendo, actuamos. Por ejemplo, el resultado del impacto de la huella del carbono nos puede decir por donde es más urgente empezar sin dejar de hacer otras cosas. Eso nos ha dado la visión de que, por ejemplo, en el proceso de fabricación, es cuando se producen el mayor porcentaje de emisiones y el departamento de I+D ya está trabajando para reducirlas. A nivel más local también nos hemos dado cuenta de que tenemos que apostar por una eco movilidad, tanto en el transporte de las mercancías como a la hora movernos nosotros. Preguntarnos también si nos tenemos que mover en avión, que es un medio que consume mucho, si hay que ir a una reunión o podemos hacerlo de manera remota. Quizá hay que aprender de las malas situaciones y ahora la pandemia nos está ayudando a ver las cosas de otra forma. Ampliar la cartera de proveedores sostenibles y cuando contactamos con un proveedor preguntar qué medidas aplican. Vamos haciendo brainstormings, sobre todo este año, mucho más a menudo, y a nivel internacional para ver qué están haciendo otros países, qué podemos hacer y cómo podemos mejorar en este aspecto. Y que en el próximo estudio de la huella de carbono podamos recoger los frutos y ver que realmente vamos en el sentido correcto y ver que esta es la única vía que hay.
Ya para terminar, como responsable de comunicación, ¿Qué importancia le dais en Somfy a la comunicación de las iniciativas de responsabilidad social y sostenibilidad?
Enric: Ya llevamos tiempo trabajando en un sistema de compromiso y responsabilidad social para que sea coherente en nuestras soluciones y nuestros productos, y también con nuestra forma de ser. Creemos que es importante informar y comunicarlo para implicar a todas las personas interna y externamente, así como a la gente que trabaja a nuestro alrededor.
Hemos creado, a nivel de empresa y estratégico, un programa que se llama Ambición 2030 en el que el grupo ha acelerado y consolidado su compromiso mediante la integración de su política de responsabilidad social de la empresa. Desde una fase inicial de la estrategia para convertirla en la base del crecimiento sostenible. En consecuencia, toda la empresa, tanto desde la sede central en Francia como en el extranjero, y aquí, estamos alineados con una estrategia común y de compromiso de responsabilidad social para fortalecer más la coherencia y la ambición en su forma de ponerla en acción. Realmente, como decía Marc, acabamos de implicar a toda empresa, empleados de más de 50 países en la Semana del Desarrollo Sostenible. Esta implicación ha activado ideas de actuación local y también de cada uno de nosotros.
Por otro lado, constantemente estamos aplicando la mejor de nuestra ingeniería en la creación de productos sostenibles. También participamos localmente en políticas de acciones de redes sociales responsables. Y también tenemos la gran suerte de poder trabajar con productos y soluciones que simplemente con su uso diario logran la reducción de emisiones y de la huella de carbono.
En definitiva, hay que comunicar para, de esa forma, inspirar a la gente a una mejor forma de vida, accesible para todos. Creemos que hay que informar de que existe una forma de cuidar el medioambiente y, básicamente, tomar la decisión desde el inicio. Todos lo podemos hacer y en nuestro caso se basa en informar sobre la solución ecológica que proponga Somfy. Para nosotros, como fabricantes de motores y automatismos de sistemas para la gestión inteligente de viviendas y edificios, el concepto está en equipar las edificaciones con sistemas automatizados que contengan en su ADN propio, la reducción de la huella de carbono. Y eso hay que comunicarlo porque así la gente también participa y no queda solamente en ideas, sino que demuestra que las cosas se están haciendo.
Escucha aquí la entrevista completa con los protagonistas: