María Fernanda Suárez, presidenta de La Coordinadora Estatal de Comercio Justo, da cuenta de los desafíos que tiene el Comercio Justo en España. A pesar de que hay una mayor conciencia en la población sobre el consumo responsable, Suárez reconoce que todavía hay que hacer esfuerzos para concienciar y sensibilizar a los consumidores sobre la importancia de ejercer su poder de compra para incentivar el respeto tanto por los productores como por el medio ambiente. Suárez, también, hace un llamado a las empresas privadas a que se sumen a este movimiento, ya que estas son actores claves para lograr un impacto a retos globales como el cambio climático y el fin de la pobreza.
¿De qué forma vuestra organización está apostando por el Comercio Justo? ¿Nos puede explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
La Coordinadora Estatal de Comercio Justo es una plataforma que agrupa a 25 organizaciones que trabajan en Comercio Justo, entre ellas las más significativas del
sector. Somos una entidad de referencia en el Comercio Justo en España. Nuestra finalidad es potenciar el Comercio Justo en nuestro país.
La Coordinadora Estatal de Comercio Justo nació en 1996, a partir de la voluntad de varias organizaciones que trabajaban en Comercio Justo que querían unirse en una plataforma para impulsar este movimiento social y económico.
Entre nuestras líneas de acción destacan: la realización de estudios del sector (anualmente realizamos el informe de ventas de Comercio Justo en España, entre
otros estudios); incidencia política, con el fin de conseguir cambios políticos favorables al Comercio Justo y sus valores; velar por el cumplimiento de los principios del
Comercio Justo y defensa de la identidad del Comercio Justo; sensibilización y movilización social (desarrollo de campañas e iniciativas de comunicación para difundir el Comercio Justo entre la sociedad).
¿Puede especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo?
En estos momentos estamos trabajando especialmente en dos iniciativas que ejemplifican de manera clara nuestro trabajo y nuestra función: por un lado, estamos
realizando una campaña dirigida a los partidos políticos y candidatos/as que se presentan a las Elecciones Generales, Europeas y Municipales y Autonómicas, a
quienes hemos enviado nuestras propuestas con el fin de que las incluyan en su programa electoral y las tengan en cuenta en la próxima legislatura. Una de las
medidas que solicitamos, por ejemplo, es el desarrollo de una ley que garantice que las empresas respetan los derechos humanos y medioambientales a lo largo de toda la cadena de fabricación dentro y fuera de sus fronteras (sería una Ley similar a la aprobada en Francia recientemente).
Por otro lado, estamos desarrollando la campaña por el Día Mundial del Comercio Justo, que se celebra el próximo 11 de mayo. Entre las organizaciones miembro hemos preparado el lema, imagen, materiales y mensaje para la celebración de este día.
Nuestro lema este año es “Somos Comercio Justo, ¿y tú?” Con ello nuestra finalidad es lanzar un mensaje común al hilo de esta celebración, y así llegar a la mayor cantidad de público posible. En nuestra web (www.comerciojusto.org) está toda la información sobre el Día Mundial, los actos en las más de 50 localidades españolas, nuestro mensaje para este día, etc.
¿Cuál es la situación actual del comercio justo en nuestro país y sus principales barreras y obstáculos?
Si atendemos a las cifras de ventas, el Comercio Justo no ha parado de crecer desde el año 2000 (el primer año del que tenemos datos globales). En el último año el consumo de Comercio Justo fue de 43 millones de euros, lo que supone un 8% más que el año anterior. Sin embargo, pese al crecimiento constante, España todavía está lejos del consumo medio en Europa. En nuestro país, el gasto medio en productos de Comercio Justo por habitante en el último año fue de 93 céntimos, mientras que la media en Europa es de 14 euros por habitante. En este sentido todavía nos queda mucho camino por recorrer. Para ello lo fundamental es avanzar en la sensibilización de la ciudadanía y la difusión del Comercio Justo. También es esencial contar con el apoyo de las administraciones públicas.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización en materia de Comercio Justo? ¿y del Comercio Justo en general?
Como te decía antes, el principal reto es impulsar la sensibilización de la sociedad. Se ha avanzado mucho, y los y las consumidores cada vez están más concienciados sobre la importancia de realizar un consumo responsable que respete a las personas que elaboran los productos que consumimos. De hecho, uno de los últimos informes que hemos publicado, es buena prueba de ello. En él se recoge que una mayoría de la población española demanda a las empresas de ropa que tenga en cuenta su impacto social y ambiental, y que desarrolle medidas para evitarlo. Sin embargo es necesario continuar con la sensibilización social y la difusión de alternativas como el Comercio Justo.
En este sentido, también es necesario seguir trabajando con empresas y pymes, ya que este sector tiene un papel esencial en la sociedad. Un empresariado comprometido con el consumo responsable, con la producción sostenible y respetuosa con los derechos humanos, logra un impacto muy importante ante los retos actuales globales como son el aumento de la desigualdad o el cambio climático.
Por último, otro de los grandes retos del movimiento del Comercio Justo en general y de nuestra organización en particular es lograr cambios políticos que favorezcan otro modelo económico y comercial más humano y sostenible. Por ejemplo, sería esencial el desarrollo de una legislación internacional que garantice que las empresas respetan los derechos humanos y medioambientales en toda la cadena de fabricación (actualmente se está negociando en Naciones Unidas), o la aplicación de criterios dedesarrollo sostenible en los acuerdos comerciales internacionales, o lograr el compromiso por parte de los gobiernos de implicarse en el avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el referido a la producción y el consumo sostenibles.