El ámbito de la sostenibilidad ha evolucionado en estos últimos años desde una perspectiva centrada en el medio ambiente a otra que incluye aspectos sociales, económicos, de buen gobierno; entre otros. Este nuevo paradigma a obligado a muchas organizaciones a revisar sus estrategias de RSC e incluir las nuevas demandas de los grupos de interés.
¿Puede hablarnos de la Responsabilidad Social de su organización? ¿Cómo ha evolucionado en estos años? ¿Cuáles son actualmente sus principales áreas estratégicas?
Como ha ocurrido en muchas compañías, hace ya años que en Lyreco comenzamos hablando de desarrollo sostenible desde el punto de vista del medioambiente. En aquel momento era lo lógico y nuestro sistema de gestión respondía a ello, pero rápidamente nos dimos cuenta de que era un concepto que se quedaba corto, por eso la evolución natural fue crear una estrategia de responsabilidad social corporativa para todo el grupo que abarcaba las tres patas de sostenibilidad: social, económica y ambiental.
Esa primera etapa de desarrollo sostenible se ha venido desplegando durante cinco años (2012 a 2017). Una vez finalizado ese primer ciclo, vimos que teníamos que buscar un nuevo enfoque sobre sostenibilidad para cubrir las demandas internas, de nuestros clientes y de la sociedad. Por ello, pusimos en marcha una encuesta a más de 2.500 empleados, proveedores, clientes y otras organizaciones, para definir una matriz de materialidad. Esta encuesta se hizo partiendo de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, a los que estamos ligados desde 2004 mediante el Pacto Mundial (Global Compact).
De dicha encuesta extrajimos las líneas principales de negocio para el nuevo plan que, aparte de los tres ejes que ya teníamos (economía, medio ambiente y personas) añade tres más para cubrir también la gobernanza, la cadena de suministros y la comunidad. Para Lyreco es importante que este plan de acción sea consistente en todo el mundo y que la sostenibilidad sea el centro de nuestro negocio.
A nivel local nuestra tarea ahora es centrarnos en desarrollar acciones para esta nueva etapa, pero siempre alineados con el grupo. Realmente está perfectamente alineado con lo que ya veníamos haciendo, las estrategias son bastante continuistas y muy en línea con el espíritu Lyreco. Por eso, lo que hemos hecho es seguir la tendencia del mercado de consolidación con los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, incorporando la visión y las demandas internas y de terceros.
¿Qué iniciativas o proyectos nos podría compartir de su estrategia de Responsabilidad Social? ¿Cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Aunque tenemos en marcha varias iniciativas, nuestro proyecto estrella es Lyreco for Education (LFE), programa en el que llevamos trabajando desde 2008 y cuyo objetivo es hacer de la educación el foco de todas nuestras acciones en el ámbito social. Con “Lyreco For Education” trabajamos para mejorar el acceso a la educación de niños en países en vías de desarrollo. A lo largo de estos años, hemos colaborado en distintos proyectos con ONGs en Bangladesh, Vietnam, Brasil y Togo.
De 2015 a 2018 hemos apoyado un proyecto en Madagascar, el 6º país más pobre del mundo. reconstruyendo y renovando escuelas, mejorando la calidad de la educación (formando a educadores y familias) y centrados en la prevención de los desastres.
Aparte de las iniciativas con clientes o proveedores y para promover la implicación interna del proyecto, organizamos periódicamente distintas acciones para recaudar fondos. Además, hay que señalar que la empresa iguala las donaciones que hacemos las personas que trabajamos en Lyreco.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación de la Responsabilidad Social? ¿Cómo lo trabajan?
Uno de los aspectos diferenciadores es la web específica para de la organización comunicar todas nuestras acciones de desarrollo sostenible, utilizando las herramientas online no sólo para comunicarnos con los empleados, sino también de cara a nuestros clientes y otras partes interesadas. Estamos convencidos de que la comunicación en responsabilidad social corporativa tiene que ser muy clara para llegar a sensibilizar, de manera que las distintas partes se sientan corresponsables de estas decisiones y puedan vivir la sostenibilidad como algo inherente a su día a día. Tener una web dedicada a estos temas nos ayuda mucho a lograr estos objetivos.
A nivel interno también cuidamos la comunicación para que las novedades se conozcan siempre dentro de la organización antes de que se hagan públicas fuera. Para ello resulta esencial la colaboración entre los distintos departamentos.
Otro de los puntos importantes a la hora de comunicar sobre nuestra responsabilidad social es ser muy transparentes, ya que las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral piden confiar en marcas que representan sus valores. A esas generaciones hay que mostrarles claramente que creemos en lo que hacemos, somos coherentes y que la sostenibilidad es nuestra razón de ser.
También es importante tener en cuenta los distintos canales para comunicar, ya que son variados y es necesario cubrir las necesidades de todos los empleados. Lo que intentamos es que el foco en la comunicación en todos los canales sea muy parecido, pero adaptando el lenguaje para que no sea técnico sino comprensible por todo el mundo.
De esta forma conseguimos otro de nuestros objetivos, que es empoderar a las personas que trabajan en Lyreco y darles toda la información sobre la estrategia de sostenibilidad de la compañía para que sean ellas los que puedan comunicarlo a los clientes y los proveedores en su contacto diario con ellos.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
La RSE es un tema de interés creciente. Hasta hace pocos años, cuando hablabas de temas ambientales o sociales parecía que era solo territorio de las grandes compañías. Sin embargo, durante los últimos años hemos ido viendo que los clientes de todos los tamaños nos demandan que les ayudemos a incorporar la sostenibilidad en sus compras y en su forma de hacer negocios con nosotros: midiendo su huella de carbono, reemplazando productos de su cesta de la compra por otros más respetuosos con el medio ambiente; en resumen, teniendo una actitud más sostenible.
Es verdad que, si nos comparamos con otros países europeos, todavía nos queda recorrido. En nuestro mercado, por ejemplo, no es habitual aún que los clientes nos soliciten que les justifiquemos el origen de los productos que compran, mientras que en otros países se exigen ya auditorías para toda la cadena de suministro.
En España y Portugal lo más habitual es que los clientes nos pidan ideas para mejorar su sostenibilidad, no sólo mediante la opción de compra de productos ecológicos, sino también a la hora de plantear soluciones globales: optar por servicios de impresión en lugar de adquirir productos, saber que detrás de nuestra marca blanca hay garantía de que se cumplan varias máximas (no explotación en su producción, priorizar al fabricante local, cumplimiento de las legislación ambiental y de normativas de trabajo internacional, criterios de compra de proximidad) etc.
No hay que olvidar que detrás de los productos hay personas, por eso es importante que nuestros clientes tengan la seguridad de que nuestras prácticas empresariales cuidan aspectos de sostenibilidad. En este sentido, vemos cómo se va ampliando el área de influencia hacia un concepto de sostenibilidad mucho más global y ético. Y todo ello se engarza con las demandas de las personas que se incorporan al mundo laboral y de consumo, y con la evolución de los departamentos desde un enfoque puramente de medioambiente a otro más amplio de sostenibilidad, buscando que los modelos de negocio sean más coherentes y alineados con lo que pide la sociedad, con esas nuevas generaciones que quieren verse reflejados en tu logo.
¿Cuáles son los próximos retos y desafíos de su organización en esta materia? ¿Cómo los piensan llevar a cabo?
Estamos en pleno proceso de refrendo de la nueva estrategia, y nuestros principales retos serán empoderar a los empleados, implantar acciones a nivel local, mejorar nuestra puntuación en las auditorías de sostenibilidad (tenemos una puntuación Gold en las evaluaciones de EcoVadis) y la de nuestros proveedores, afianzar nuestros KPIs de sostenibilidad, y acelerar estas buenas prácticas empresariales justas con clientes, partners y colaboradores.
Ha ido creciendo el interés de nuestros clientes y colaboradores no sólo en lo ambiental sino también por la sostenibilidad de la cadena de suministro, lo que hay detrás de nuestros productos, etc. Nuestros clientes nos piden soluciones para fomentar una economía circular y que les ayudemos a reducir su huella de carbono. Por ello cada año aumentamos la gama de referencias con menos impacto ambiental, ampliamos los servicios de recogida y reciclado de los residuos generados al usar nuestros productos, por lo que ponemos menos envases en el mercado.
Todos estos retos tienen también su reflejo en el nuevo posicionamiento y nueva imagen que anunciamos recientemente, en el que el lema “Working Together for Tomorow” y el color azul y verde elegido demuestra que la sostenibilidad forma parte de todos nuestros procesos de toma de decisiones, y pone de manifiesto nuestro compromiso con el futuro de forma coherente.