¿De qué modo tu compañía apuesta por las buenas prácticas socialmente responsables? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad? ¿Y alguna buena práctica en concreto con los objetivos que persigue que te gustaría destacar en esta entrevista?
El esfuerzo empresarial para articular proyectos contra el cambio climático es más que necesario. Ahora se empieza a tomar conciencia, pero en Bodegas Familiares Matarromera ya introdujimos este concepto desde el origen de la compañía. Entonces ya nos preocupó el consumo de energía y comenzamos a aplicar energías renovables; fuimos los primeros en instalar sistemas de producción fotovoltaica; el primer cálculo de la huella de carbono de un producto en España fue de uno de nuestros vinos… Pero lo más importante es que esta filosofía no es marketing, de verdad creemos en ello. De hecho, BODEGA EMINA, en la Ribera del Duero, es la primera instalación de autoconsumo de solar fotovoltaica de Castilla y León.
Ahora tenemos este tipo de instalaciones en casi todos nuestros centros y varias parcelas para el abastecimiento de riego sin la utilización de combustibles fósiles. Además, disponemos de calderas de biomasa en gran parte de nuestras bodegas, reduciendo la necesidad de consumo de gas.
¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de la Federación Española del Vino (FEV) a la hora de mejorar vuestra RSC?
Siempre hemos apostado por la cooperación en éste y otros temas tan importantes para nuestra compañía como puede ser, por ejemplo, en nuestros proyectos de innovación. Formar parte de la FEV favorece los intereses de nuestro sector para trabajar con ilusión, esfuerzo y cooperación para aportar valor.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel de contribución a los ODS con las acciones conjuntas que estáis emprendiendo en vuestro sector?
La aprobación de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) han sido grandes logros para aquellos que queremos conseguir un mundo más justo y sostenible.
Las empresas somos un elemento clave en la consecución de estos ODS. Somos el principal motor de nuestra sociedad y los primeros interesados y responsables en velar por el desarrollo sostenible de nuestro planeta. Más aún en el sector vitivinícola, teniendo en cuenta su impacto económico, social y medioambiental. España es uno de los tres principales elaboradores de vino del mundo, cuenta con la mayor superficie vinícola, y es el mayor exportador de vinos a nivel mundial.
Además, el mundo del vino ha evolucionado como parte de la vida y cultura españolas y tiene implicaciones directas sobre los recursos naturales necesarios para la elaboración de los productos, así como de las condiciones de vida y trabajo de miles de personas a los que da empleo. En este sentido, las empresas del sector debemos implementar prácticas que aborden cada una de esas áreas.
En Bodegas Familiares Matarromera apoyamos los 17 ODS, contribuyendo activamente en aquellos en los que por nuestro tipo de actividad podemos generar mayor impacto.
Vuestra empresa posee el certificado Wineries for Climate Protection, específico sobre sostenibilidad en bodegas. ¿Qué importancia tiene para vosotros haber superado la auditoría para obtenerlo y en qué medida recoge vuestro compromiso con la gestión sostenible?
Estas certificaciones logradas en áreas clave de nuestra compañía son fruto del compromiso de mejora de nuestra organización y reflejan la búsqueda de la excelencia. Todo ello forma parte del plan estratégico y de la política sostenible de la compañía, y mantenemos ese espíritu desde que Carlos Moro fundó Matarromera en 1988.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de tu organización en materia de sostenibilidad?
Nuestro sector está directamente amenazado por las consecuencias del cambio climático. El incremento de temperaturas y la sequía puede suponer un desplazamiento de zonas de cultivo, y la adaptación a las nuevas condiciones para nosotros es algo crítico.
Bajo la certificación Wineries For Climate Protection elaboramos nuestros vinos tintos EMINA y CM, de Bodega Carlos Moro en la DOCa Rioja, utilizando procesos más sostenibles que nos ayudan a reducir nuestro impacto medioambiental. El 100% de las etiquetas empleadas en estos vinos cuentan con la certificación FSC, es decir, proceden de bosques aprovechados de forma racional y hemos reducido el peso de nuestras botellas de vidrio contribuyendo así a un menor impacto medioambiental en su transporte.
Nuestro objetivo es reducir la huella de carbono en un 50% en 2030. Es un tema sumamente importante. Debemos romper con la visión errónea de que el medio ambiente lo soporta todo. Los empresarios tenemos la obligación de contrarrestar el impacto negativo que nuestra actividad tiene en el medio ambiente y apostar por modelos de negocio más respetuosos con el entorno. Tenemos que hablar de sostenibilidad, de responsabilidad, de reciclar, de eficiencia…
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: “La sostenibilidad en el sector del vino español”