Tras dos años de crecimiento más contenido a escala mundial por condicionantes como los problemas en las cadenas de suministro o la oscilación de los precios de la energía, se espera que 2024 sea el año en que la movilidad eléctrica continuará, en términos globales, profesionalizándose y ganando protagonismo en cada vez más segmentos.
Así lo augura el Forecast Global 2024 sobre Movilidad Eléctrica, desarrollado por Juice Technology, una de las compañías líderes a nivel mundial en el diseño y comercialización de soluciones de recarga para vehículos eléctricos, y Future Matters, empresa especializada en prospectiva, transformación digital y movilidad eléctrica. Cuatro tendencias que marcarán la movilidad eléctrica a partir de 2024:
Buenas noticias para las matriculaciones en Europa y Estados Unidos
Se espera que el porcentaje que supone la cuota de mercado de los vehículos eléctricos (tanto híbridos como eléctricos puros) en las nuevas matriculaciones de Europa y Estados Unidos se incremente hasta el 50% en 2025 y hasta el 80% en 2030. Esta previsión verá impulso, sobre todo, por la creciente disponibilidad de vehículos eléctricos a precios atractivos diseñados por los nuevos fabricantes de vehículos eléctricos estadounidenses, chinos y de otros países asiáticos.
El estudio considera que este desarrollo se podría ver amenazado si se emprenden políticas desfavorables o si se ejerce una intensa influencia por parte de algún grupo de presión (por ejemplo, la industria del gas y el petróleo), con el objetivo de entorpecer o frenar de manera específica la movilidad eléctrica.
Flotas y empresas, protagonistas del crecimiento
Mientras que años atrás los vehículos eléctricos atraían sobre todo a clientes particulares, cada vez es más notorio el crecimiento del segmento de vehículos para empresas y flotas comerciales. Se estima que la cuota de matriculaciones de este tipo de vehículos crecerá desde el 15% actual hasta un 45% a finales de 2025, a nivel global.
Esta tendencia, que engloba a todos los sectores de flotas empresariales (desde los vehículos de empresa hasta los utilitarios y los de alquiler) está motivada por consideraciones ecológicas (compromisos ESG y objetivos de CO2). Pero también irán ganando peso las razones económicas, por dos cuestiones: en primer lugar, comienza a crecer la oferta de vehículos eléctricos de gama media, y, en segundo lugar, se empieza a considerar el TCO (Total Cost of Ownership, o “coste total de propiedad”), lo que implica que, a largo plazo, el vehículo eléctrico puede suponer un ahorro de costes por, entre otros motivos, gastos de mantenimiento más bajos que en el caso de los coches de combustión.
Tarifas más económicas a medio y largo plazo, condicionadas por un mayor peso de las energías renovables
En un futuro próximo cabe esperar que los precios de la energía bajen y que cada vez haya más disponibilidad de tarifas energéticas variables. Esto vendrá condicionado de forma determinante por el creciente peso de las energías renovables en la combinación energética.
Sistemas inteligentes de gestión de carga, cada vez más relevantes
Los coches están asumiendo un papel clave a la hora de aportar estabilidad a la red eléctrica local, como elemento activo de la suavización de los picos de carga. El requisito previo para ello es una distribución eficaz de la corriente disponible a través de sistemas de carga inteligentes. Por ello, la gestión dinámica de la carga será un requisito ineludible en todas las estaciones de recarga que se lancen en el mercado y un tema de gran importancia para todos los agentes involucrados (fabricantes de vehículos, operadores de red y clientes).
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