Globalia se encuentra inmersa en un proceso de importantes y sustanciales cambios en todas y cada una de las divisiones que la forman, cambios que abren una nueva etapa marcada por grandes retos profesionales, teniendo claro y muy presente que estos retos profesionales van de la mano de una cultura de cumplimiento basada en los principios de integridad, transparencia y normalidad, que son la base de su manera de actuar y afrontar los retos.
Hablamos con Miguel Angel Uriondo, director de comunicación de Globalia que asegura que cuando comunica pensando en RSE no lo hace para que la gente piense que son estupendos por ello, es porque se siente orgulloso del trabajo que hace mucha gente y quiere que luzca, y que otras personas se sientan interesados en imitarlo. Además, Globalia cuenta con una flota de aviones más ligeros que permite una reducción en gases de hasta el 20%, en ruidos, en consumo de combustible y papel, y en el volumen de plásticos de un solo uso.
¿Cómo ha evolucionado la estrategia de comunicación de Globalia en estos últimos años hasta la actualidad y cuáles son sus principales líneas de actuación en la actualidad?
Llegué a la dirección de Comunicación de Globalia el 1 de junio y ya estoy poniendo en marcha mi primer plan estratégico. Queremos hacer una comunicación más transparente, que preste mucha más atención a las necesidades informativas de nuestros empleados, de los periodistas y del público. Es pronto para que me ponga medallitas, pero creo que estamos consiguiendo muchas cosas y muy deprisa.
Estamos en un proceso de transformación radical de la web corporativa, hemos reforzado las relaciones con medios de forma drástica, hemos integrado las áreas de comunicación interna y externa y estamos alineando la estrategia del grupo en todos nuestros mercados internacionales, en relación directa con el departamento de Marketing, con el que estamos plenamente sintonizados.
Queremos potenciar nuestra relación en PR con la alianza SkyTeam y hemos tratado de introducir nuevas mecánicas en la comunicación para hacernos más accesibles y eficientes, con un tono más abierto y una mayor vocación de servicio. Afortunadamente, me he encontrado con un equipo muy competente y motivado para darlo todo en esta nueva etapa. Para mí es importante decirles a todos los periodistas, de España y del resto de países en los que operamos, que estamos aquí, que vamos a ayudarles en la medida de lo posible, que entendemos cómo trabajan y que vamos a tratar de ser rápidos y no vender humo.
¿Qué papel tiene en la misma la comunicación de la RSE y la comunicación responsable, qué destacaría de la misma?
Somos una empresa fuertemente comprometida en todo lo que tiene que ver con la sostenibilidad y con temas como la protección de la infancia. El compromiso que tiene con esto nuestro consejero delegado, Javier Hidalgo, es absoluto.
En un entorno en el que se pide cada vez más de las aerolíneas, y estamos en el centro de muchos debates, no dejamos de destacar la importancia de tener una flota cada vez más renovada y con emisiones más reducidas.
La gente rara vez piensa en que los aviones estaban emitiendo exactamente el doble en 1990 que hoy en día, y que nuestra flota Dreamliner, con aviones más ligeros, permite reducciones de hasta el 20%. Y no sólo en gases: también en ruidos y en consumo de combustible. No dejamos de trabajar, además, en reducir el consumo de papel y el volumen de plásticos de un solo uso en todos nuestros negocios. Casi cada proyecto sobre el que tengo visibilidad está de alguna manera relacionado con esto.
Una cosa que me alegra muchísimo es hablar con los ciudadanos y representantes de los países en los que abrimos rutas. En Europa es difícil imaginar qué supone esto para los habitantes de algunos países. He aprendido que es muy fácil desdeñar esta conectividad viviendo en Europa, con una oferta brutal, pero es muy bonito darte cuenta de que tu trabajo conecta a la gente y amplía sus horizontes. Ahora pienso cada día en Love Actually: “Cada vez que me deprimo por cómo está el mundo, pienso en la zona de llegadas del aeropuerto de Heathrow. Cuando parece que la opinión más extendida es que vivimos en un mundo de odio y codicia, yo no lo veo. A mí me parece que el amor está por todas partes”. Y me parece apasionante llevar todo ese amor de un lado al otro.
Todo esto está profundamente ligado con la transformación de la industria del Turismo. Estamos, por ejemplo, en medio del proceso de recepción de candidaturas para nuestra segunda competición de start-ups de Turismo a través de nuestro hub de tecnología y sostenibilidad Wakalua y de la mano de la Organización Mundial del Turismo (OMT). ¡Lo bueno es que todavía hay tiempo para presentarse! Lo que tenemos claro es que el turismo va a cambiar en torno a ambos ejes, y que queremos estar ahí.
¿Puede poner ejemplos, citar buenas prácticas de su organización en estos temas?
Durante el 2018 hemos incrementado nuestras acciones en RSE, cooperando con distintas organizaciones. Estamos especialmente orgullosos de la participación de nuestro personal con la asociación AEA Solidaria apartidista y aconfesional, que fue creada tras el terremoto de Haití en 2010 por un grupo de trabajadores.
Es alucinante el trabajo que hacen con hogares infantiles y entregando material humanitario que llevamos en las bodegas de los aviones: cajas de ropa, zapatos, material escolar, medicinas, etc.
Trabajamos además con un montón de Fundaciones, entregando cientos de billetes, y estamos especialmente orgullosos de la inauguración, el próximo 2 de noviembre, de La Matica en Boca Chica (República Dominicana) para contribuir a la protección y cuidado de la infancia y la adolescencia, que atenderá a 140 jóvenes de la calle y luchará por reducir y prevenir la explotación sexual de niños y adolescentes. Con la Fundación Scholas, impulsada por el Papa Francisco, tenemos también una relación muy estrecha. Divulgamos su proyecto educativo a bordo de los aviones de Air Europa y mostramos su trabajo con escuelas y comunidades educativas de más de 191 países, especialmente con las que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, para construir un mundo sin excluidos.
¿Cuáles son las principales ventajas y beneficios de apostar por una comunicación responsable?
Si tienes una compañía que se esfuerza tanto como la nuestra, tiene sentido. Aunque también creo que es mejor dedicar nuestro tiempo a poner en marcha proyectos que presumir de ellos. Cuando lo haces, tiene que ser para ayudar a que otras compañías sigan nuestros pasos.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales errores que se siguen cometiendo en la actualidad en torno a la comunicación de la RSE y cómo subsanarlos?
Yo no me paso todo el día diciendo con qué ONGs colaboro como individuo. Si lo hiciera, me mirarías mal, te parecería presuntuoso. Otra cosa es si intento convencerte a ti de apoyarlas. No es lo mismo presumir que convencer.
Cuando comunico pensando en RSE no lo hago para que la gente piense que somos estupendos. Sí, me siento orgulloso del trabajo que hace mucha gente y quiero que luzca y que otras personas se sientan interesados en imitarlo. Si no soy capaz de transmitirlo así, creo que me estaré equivocando.
Aún se oye en determinados foros y personas que las empresas ‘hacen’ RSE por cosmética, por lavado de imagen, por greenwashing, ¿qué opina de ello y cómo revertir la situación?
Puede ser. En nuestro caso, nos encontramos con una situación muy evidente: es antieconómico no preocuparse por aspectos como la sostenibilidad. Los clientes se preocupan tanto por el medio ambiente como por volar en aviones más nuevos y flamantes. En esta industria, cuanto más nuevo es el avión también es más sostenible. Si miras las edades medias de las flotas puedes hacerte una idea de cómo impacta cada aerolínea en el medioambiente. Spoiler: somos de las mejores.
Cada vez que hago publicidad de nuestra flota Dreamliner estoy hablando a la vez de una experiencia extraordinaria y de una más sostenible. Qué difícil es eso y cómo lo agradezco.
¿Cómo están fomentando en su organización la comunicación y el diálogo con los grupos de interés, cómo o llevan a cabo y cuáles son las principales buenas prácticas qué destacaría?
No es mi área de responsabilidad, pero agradezco la oportunidad de aprender cada día de Manolo Panadero, nuestro director de Relaciones Institucionales. Una persona querida y respetada por toda la industria. Debería pagarle por cada vez que me siento en su despacho. A mi manera, y dentro de la parte que sí me compete, intento mantener las mejores relaciones con todas las áreas de Comunicación de nuestra industria para estar al tanto de todo. Estoy aprendiendo mucho.
Pero también tengo mi visión sobre lo que está pasando en el mundo de los medios. En cuanto he tenido ocasión, me he inscrito en la comisión de Ética de Dircom. Creo que hay mucho trabajo que hacer del lado de los anunciantes. Del mismo modo que la mayor parte de los medios son serios y hacen su trabajo como buenamente pueden, persiguiendo la verdad aunque a veces no nos venga bien, también existen cosas que se hacen llamar “medios” y que mienten constantemente sobre las empresas. Supuestos “periodistas” que no se molestan en llamarnos cuando publican mentiras sobre nosotros y que no parecen tener ni la más mínima ética profesional.
Tengo el caso de uno de estos “medios” que escribió que habíamos cerrado un hotel. Ni se molestaron en llamar al hotel, y el número estaba en Google. No, oiga, si tienen alguna información y quieren publicarla, pueden escribirnos a comunicacion@globalia.com y nosotros responderemos en poco tiempo.
¿Cuál considera que es el papel de los medios de comunicación ante la RSE? ¿Están cumpliendo actualmente ese papel?
No soy un hipócrita. Cuando era redactor jefe de El Español era bastante difícil que te comprase estos temas. Así que no voy a decir, ahora que estoy en ‘the upside down’, que son cosas que todos los días deberían estar en portada. Por eso es bueno que haya medios que se dediquen a eso.
De hecho, a veces ni siquiera sé si conviene aparecer. Veo lo que está pasando con Amancio Ortega, con todo el esfuerzo que está haciendo en coordinación con las AAPP, y ya no entiendo nada. Oiga, que ese señor es un héroe, que ha entregado a la red pública gallega siete residencias nuevecitas que van a generar 800 empleos, que ha triplicado el número de equipos de radioterapia en España… Le tendríamos que poner una estatua,y en lugar de eso, nos ponemos a debatir.