En un mundo cada vez más interconectado, donde la estabilidad financiera de una empresa depende tanto de factores económicos como de acontecimientos políticos y sociales, la sostenibilidad se ha convertido en un elemento central en la gestión de riesgos. Así lo explicó Raffaele Bruni, director y fundador de BM&C Società Benefit, con sede en Milán.
Raffaele Bruni también es presidente del Banco de San Marino, es un economista de profesión y experto en proporcionar herramientas a inversores institucionales y empresas para lograr una gestión de riesgos financieros sostenible.
En conversación exclusiva con Corresponsables explicó cómo la combinación del monitoreo geopolítico y de la responsabilidad social permite a los inversionistas tomar decisiones más informadas y resilientes.
Así, desde BM&C, Raffaele Bruni analiza la calidad de las inversiones y trabaja de forma activa con los inversionistas para definir sus objetivos en materia de sostenibilidad. “No solo hacemos una fotografía de la situación, sino que acompañamos a los inversores en la construcción de carteras responsables”, explicó.
Más allá de lo ambiental
Bruni enfatizó que los factores geopolíticos han cobrado un peso determinante en los mercados financieros. Por ejemplo, “en este momento son más importantes los aranceles de Trump que el Producto Interno Bruto, así como la pandemia de COVID-19 demostró que los eventos extra financieros pueden afectar drásticamente la economía”, destacó.
Otro ejemplo relevante es América Latina, una región en la que convergen intereses de potencias globales. “China está construyendo en Perú el puerto más poderoso de Latinoamérica. Esto tendrá un impacto directo en la economía regional, si pensamos al canal de Panamá y a la relación de fuerzas en la región entre Estados Unidos, China, Rusia e Irán”, dijo y advirtió sobre la inestabilidad en el mar de China Meridional y cómo un conflicto en la zona podría provocar un desplome inmediato de los mercados financieros.
Además, Raffaele Bruni considera necesario integrar la dimensión social en las inversiones sostenibles. “Muchas empresas se enfocan en la parte ambiental, pero descuidan los derechos laborales y humanos”, puntualizó; pues “no podemos considerar una inversión como sostenible, si solo cumple criterios ecológicos, pero ignora la situación de los trabajadores”.
Para el experto, la geopolítica y los derechos humanos están estrechamente vinculados, y su comprensión es clave para los inversionistas responsables. “La sostenibilidad social y la geopolítica deben ir de la mano al momento de evaluar los riesgos de una inversión”, enfatizó.
Asimismo, señaló que la responsabilidad social no solo beneficia a los empleados, sino también a las comunidades y a la reputación de las empresas. “Si una empresa no tiene buenas prácticas con su entorno, enfrentará problemas de imagen y perderá la confianza de clientes y empleados”, advirtió.
Valores compartidos
Raffaele Bruni recomendó construir alianzas entre las empresas que comparten una visión responsable. “No basta con que una sola empresa adopte buenas prácticas. Es necesario crear una red de socios y proveedores que sigan la misma filosofía, lo que genera un efecto multiplicador”, indicó.
Aseguró que para lograrlo, es importante que los emprendedores construyan su red, “pero una red social, una red de intelectuales, de intercambios. Es muy importante porque eso agrega riqueza cultural a la empresa y ayuda a todos a trabajar diferente. Es también una ocasión para sentir que uno forma parte de algo más grande”, dijo.
Y tanto las grandes corporaciones como las pequeñas empresas pueden desempeñar un papel clave en la sostenibilidad social. Por ejemplo, “nosotros trabajamos con el sector financiero, que generalmente no tiene buena reputación. Por eso para nosotros es fundamental ser diferentes. ¿Cómo lo hacemos? Demostrando en concreto la diferencia, a través de las certificaciones y con la práctica cotidiana”, dijo.
Para Raffaele Bruni es indispensable la combinación de sostenibilidad social y geopolítica en la inversión responsable. “El ahorro es la serenidad de las personas. Gestionarlo con responsabilidad implica comprender los riesgos geopolíticos y garantizar un impacto positivo en la sociedad”, concluyó.