Fomentar la economía circular es una de las principales máximas de Nestlé. Por ello, la división de aguas de la Compañía ha fijado como objetivo que al menos el 50% del plástico PET utilizado para la producción de botellas sea reciclado (rPET) para 2025.
Con la finalidad de avanzar todavía más en este camino, los formatos de 0,75 cl y 1,5 litros de Nestlé Aquarel, que hasta el momento contenían un 50% de rPET, incrementan hasta el 100% el plástico reciclado utilizado en sus envases.
“En Nestlé seguimos avanzando en ampliar el uso de plástico reciclado en formatos clave a la vez que fomentamos la economía circular entre nuestros consumidores. Así, todo el plástico reciclado destinado para su elaboración proviene, principalmente, de otras botellas que ya han sido recicladas, proporcionándoles de esta manera una segunda vida. Además, al reciclar cada uno de estos envases de agua, nos aseguramos que el proceso de transformación de cada botella en otras nuevas sea continuo”, ha destacado Philippe De Maillardoz, director de Nestlé Waters España.
De este modo, durante este año, Nestlé España utilizará más de 2.600 toneladas de rPET en sus formatos de agua. Todo ello como respuesta a la visión de Nestlé de que ninguno de sus envases, incluidos los plásticos, termine en la naturaleza con la finalidad de crear un futuro sin residuos.
Sostenibilidad en el centro
Estos formatos de botellas de agua están producidos en las plantas embotelladoras de Nestlé en Herrera del Duque (Badajoz) y Arbúcies (Girona).
Estos centros productivos cuentan desde hace unos años con el estándar de la Alliance for Water Stewardship (AWS). Esta certificación mundial promueve el uso responsable del agua que beneficia a las comunidades locales de forma social y económica, al tiempo que garantiza la sostenibilidad ambiental de las cuencas hidrográficas.
Esta certificación constata cómo Nestlé se preocupa por el agua a través de cuatro áreas clave: en sus fábricas, fortaleciendo los esfuerzos de eficiencia del agua; en la cuenca hidrográfica, trabajando para proteger los recursos hídricos compartidos; en la cadena de suministro agrícola y en la comunidad donde está ubicada.
Además, las plantas tampoco generan residuos a vertedero, al fomentar la reutilización, reciclaje o valorización de aquellos que se producen, siendo también modelo de desarrollo económico sostenible.
Por último, aunque la energía eléctrica que se compra en ambas factorías proviene de fuentes renovables, la planta de Nestlé en Herrera del Duque cuenta desde este año con un nuevo parque solar fotovoltaico, que gestiona la compañía especializada en energía solar fotovoltaica POWEN. Con más de 2.100 paneles de última generación y con una potencia total de más de 1.100 kW, esta instalación genera casi el 20% del consumo eléctrico actual de la fábrica.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables y en el Caso Práctico de Nestlé en el Anuario Corresponsables 2024.