La necesidad de alimentar a una población cada vez más numerosa a nivel mundial, así como la globalización en el consumo de alimentos y su desestacionalización, implica un incremento continuo en el uso de recursos naturales.
Ello conlleva, además, la generación de una gran cantidad de residuos a lo largo de la cadena de valor, orgánicos principalmente en la producción de alimentos, y de envases y embalajes en el último eslabón post-consumo.
En el ámbito industrial, se reaprovechan los residuos orgánicos para la fabricación de compost, piensos o energía -en el caso de Nestlé en España, nuestras 10 fábricas ya son cero residuos a vertedero, y las cascarillas de cacao y el poso del café son empleados como fuente de energía en nuestras propias fábricas-.
Pero, probablemente, el aspecto que suscita más controversia es la generación de residuos de envases y embalajes. Nunca había sido tan urgente como hasta ahora abordar este problema, que es una prioridad para Nestlé.
Conviene recordar la función del Packaging, que no es otra que proteger los alimentos, su calidad organoléptica y nutricional, sus condiciones de salubridad y, así, evitar el desperdicio alimentario. Teniendo en cuenta, pues, la necesidad del Packaging, el reto es su reciclaje y la opción de darle una segunda vida.
Para ello conviene trabajar en diferentes frentes: en el desarrollo de envases con mejores tasas de reciclaje, en la creación de nuevos materiales, en el fomento del mercado de materiales reciclados y en el lanzamiento de envases reutilizables o rellenables, así como en la concienciación ciudadana respecto al hábito del reciclado y la mejora de las infraestructuras.
Respecto a este último punto, es necesaria la participación de toda la industria, de la administración y de los propios consumidores. Nestlé ha liderado tres iniciativas en el que participan otras empresas.
En 2010, mediante las marcas NESCAFÉ Dolce Gusto y Nespresso, Nestlé creó un sistema de reciclaje de cápsulas al que en 2021 se sumaron 24 empresas fabricantes de café constituyendo CircularCaps, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es crear, desarrollar y gestionar un sistema colectivo de recogida y reciclaje de cápsulas de café, y que cuenta con más de 4.250 puntos de recogida en España que permiten dar una segunda vida al aluminio y al plástico.
Otras iniciativas son la fundación de la Coalición por el Reciclaje del Aluminio y Acero Ligero y la Alianza para el Reciclaje de los Pequeños Plásticos, que promueve soluciones y facilita al consumidor el reciclaje de este tipo de envases y residuos a través del contenedor amarillo en aquellas ciudades con las que colabora, como es el caso de Valencia.
En definitiva, de la capacidad que tengamos, como sociedad, para dar una segunda vida a los materiales y, así, disminuir la demanda de recursos naturales, dependerá el equilibrio de la vida en nuestro planeta, siendo el reciclaje un factor fundamental para alcanzar una verdadera y necesaria economía circular en el ámbito de la alimentación.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Reciclaje.