Entrevistamos a David Vega, CEO de Lexington que nos habla de la estrategia ASG de la compañía basada en los ejes de la sostenibilidad medioambiental, RSC y buen gobierno, así como el futuro del sector de espacios de trabajo flexibles con la llegada de una nueva forma de trabajar desde que comenzó la pandemia, y que ha conseguido hacer evolucionar el sector.
Hablemos de Lexington, ¿Cuándo nació la compañía, y cuál es su misión/visión de la sostenibilidad y RSC?
Lexington se funda en el año 1981. Somos pioneros en el mercado español prestando servicios de oficina flexible. Lo que antes se denominaban centros de negocio que hoy en día se llaman coworking o espacios Flex.
Tengo la percepción de que la sociedad ha trasladado la responsabilidad de la ASG a las empresas, y que es una labor de las grandes empresas. Desde Lexington entendemos la ASG como un compromiso de todos: de los grandes, medianos y pequeños para con nuestra sociedad, y nuestro medio ambiente.
Lexington desde hace varios años viene desarrollando una estrategia in company. Hay una nueva forma de gobernanza donde hay que asimilar como propios, determinados pensamientos que hace años apenas les dábamos importancia, porque el impacto que tenían en nuestro entorno, no estaba cuantificado. Hoy en día sabemos cuál es la huella de carbono de las empresas, qué impacto tiene todo lo que hacemos desde el punto de vista medioambiental y social. Hace unos años creamos una campaña “Make it eco”, que tenia como objetivo reducir el impacto que nuestra empresa y nuestros actos tienen en el medioambiente. A partir de ahí, estamos implementado una estrategia desde hace varios años, y cada año queremos que tenga un mayor alcance y encaje en la cultura de la empresa.
En este sentido, y con respecto al impacto en el medio ambiente, hemos actuado a través de varios puntos:
- -Desde hace un año, en enero de 2021, la retirada del plástico. Una de las acciones directas que hemos implementado en este aspecto ha sido la retirada del uso de botellas de agua de plástico. Esto supone una retirada de 30.000 botellas de plástico al año del circuito del consumo de la empresa. Estas botellas se han sustituido por grifos de agua purificada en todas nuestras instalaciones.
- -Otras actuaciones van dirigidas a la parte del reciclaje como la separación de residuos, contenedores para tóner, reducción del uso del papel con procesos digitalizados que empezamos a implantar en el año 2018 con una nueva plataforma tecnológica. Esto ha permitido que muchos de los procedimientos internos de la organización se hayan digitalizado, y con ello hemos evitado el consumo de papel.
Cada vez tienen más importancia los edificios en los que nosotros nos ubicamos. Nuestro edifico en Paseo de la Castellana de 5.500 m2 tiene certificación LEED. Esto no solo nos garantiza la calidad de algunos de los aspectos que tienen una incidencia directa en nuestro día a día como es la calidad del aire, sino en los materiales empleados. Además, nos permite saber que la construcción ha tenido un tratamiento sostenible en la medida de lo posible, y con un impacto menor en el medio ambiente. Por otro lado, las ventajas que otorgan estos edificios a las personas, redundan positivamente en su calidad en el trabajo y en su productividad.
Con respecto a la parte social, Lexington tiene un plan anual donde por un lado está el compromiso de las personas que conformamos la empresa con la sociedad. Por ello, tenemos voluntariado, donde los trabajadores de la compañía dedican una jornada dos veces al año a acciones de voluntariado en asociaciones con fines sociales, colaborando con ellas en campañas de Navidad. Este año hemos colaborado con la Asociación de Ayuda contra el Cáncer, Aladina etc. Hacemos donaciones directas a organizaciones como Save the children, que en el 2020 con el COVID-19, la organización colaboró con unas subvenciones.
Otra parte es la de Gobierno Corporativo que tiene que ver con la cultura de empresa que empieza desde arriba, y se transmite a todos los peldaños de la compañía. Esto es un trabajo del día a día en el que estamos intentando de que todas las personas que formamos la empresa tengamos esa conciencia. Son aspectos que la compañía intenta ampliar e implementar en la medida de lo posible. Convertimos nuestros espacios de trabajo en entornos saludables y amigables que beneficien a las personas, y por ende, a las organizaciones en toda su extensión desde la parte económica hasta la parte de retención de talento.
¿Cómo está actualmente el mercado de oficinas en España y cuáles son las previsiones para el futuro más próximo?
El mercado de oficinas en España resiste. Cuando comenzó la pandemia yo escuché en varias ocasiones que la oficina había muerto. La oficina no ha muerto, lo que ha hecho es transformarse. Se ha transformado nuestro modo de trabajar que ya venía haciéndose. La pandemia ha sido un acelerador de todo lo que venía produciéndose anteriormente, y que nos ha puesto a examen de un día para otro. Ahora, lo que más falta, es la parte interna de personas y de asimilar las nuevas formas de trabajo. Desde un punto de vista tecnológico, teníamos los medios. El sector de los espacios flexibles venía creciendo a dos dígitos antes del COVID-19. Con la pandemia, las compañías han paralizado sus planes de crecimiento y expansión, pero en el momento que habido una vuelta a la oficina, todos estos planes se han reactivado y el sector vuelve a seguir creciendo. En el año 2021 se han incorporado unos 60.000 m2 de flex al mercado, y la previsión es que este año siga creciendo por encima de esta cifra. La salud del sector flex es sana y salimos reforzados de la pandemia. Las soluciones flexibles que nosotros proponemos es una solución híbrida de oficina que permite que las empresas puedan encontrar un producto que encaje la nueva forma de trabajar actualmente: presencialidad y trabajo.
¿Cuáles son, en su opinión, los retos y desafíos de la Responsabilidad Social, sostenibilidad y ODS en nuestro país y en concreto en Lexington?
En este punto, no queremos ver la RSC como retos y desafíos sino como algo natural que es un compromiso que la empresa adquiere. Donde antes importaban solo el resultado económico del viaje que iniciabas, ahora lo que importa es cómo se consiguen esos resultados económicos. Este es el camino que andamos para conseguir llegar al final del viaje. En Lexington no lo contemplamos como un reto, si no como una actividad más que acometemos en el día a día. Con esa filosofía intentamos trabajar y afrontar nuestro futuro. Tan importante es cuidar de la calidad de una presentación que se hace a un cliente como del comportamiento rutinario que llevamos a cabo a lo largo de nuestra jornada laboral.
Aquí puedes escuchar la entrevista completa a David Vega