Afortunadamente, las organizaciones son cada vez más conscientes de que deben de tener en cuenta la grave crisis planetaria que nos amenaza con numerosos problemas de índole personal, social y medioambiental.
Así, vemos diferentes enfoques como la Responsabilidad Social Corporativa y la Economía Circular, por citar algunos. Todos estos enfoques son bienvenidos porque aportan valor, y todos ellos son antropocéntricos: en mayor o menor medida, subyace el planteamiento de la superioridad de la especie humana sobre todo lo demás, de forma que el planeta es visto como una fuente inagotable de recursos para hacer negocio.
La Biomimética Organizacional propone, en cambio, basarse en una cosmovisión que sea capaz de colocar a las organizaciones en una postura de aprendizaje continuado mirando a la naturaleza, e integrarse como otro ecosistema que respeta a los demás sistemas que componen el planeta.
Gestionar de acuerdo con este modelo supone plantearse la empresa de acuerdo con esos criterios previamente definidos – teniendo en cuenta que estructuras y procesos modelan comportamientos -, y también implantar un nuevo modelo de liderazgo biomimético científicamente contrastado.
Esta postura está cada vez mejor vista por la juventud, de forma que está moldeando sus preferencias de compra: los millennials y los centennials exigen cada vez más que los productos y servicios que adquieren demuestren de qué formas respetan a la naturaleza.
La tendencia va en aumento, hasta el punto de que muchos jóvenes de Noruega están pleiteando con su gobierno para conseguir que el país deje de hacer negocio con el petróleo (su principal riqueza) asumiendo que ello conlleve un descenso de su nivel adquisitivo: prefieren un país rico en biodiversidad que la posibilidad de comprar muchos bienes de usar y tirar. De hecho, cada vez más jóvenes empatizan con su condición común en una Tierra desestabilizada y están convencidos de que no es casualidad que compartamos enormes porcentajes de nuestra herencia genética con otros muchos seres vivos.
Gestionar la empresa de acuerdo con el modelo de Biomimética Organizacional supone dar un paso adelante para escuchar e integrar los anhelos de esa juventud que proporciona ya un porcentaje importante de las ventas y que a corto y medio plazo será quien ocupe puestos de responsabilidad en las compañías.
Y, sobre todo, supone volver a posicionarnos donde nos corresponde: nosotros y nuestras organizaciones como diferentes subsistemas del gran sistema Tierra, donde siempre se cumple el principio de que lo que ocurre en un subsistema afecta a todos los demás subsistemas.
La Biomimética Organizacional es una magnífica herramienta para gestionar, asegurando resultados, en base a la ética y en pro de la Naturaleza.
El próximo día 30 de marzo, y bajo el epígrafe “¿Qué necesito para que mi empresa sea sostenible?”, hablaremos de Biomimética Organizacional en el evento Juntos por un mismo Norte, I Festival de Innovación y Emprendimiento que se organiza en Chile con apoyo del Gobierno y con destacados ponentes nacionales e internacionales como Gunter Pauli.