Entrevistamos a Álvaro Goicoechea, Director Fairtrade Ibérica que nos explica las iniciativas solidarias que ha puesto en marcha Comercio Justo para paliar los efectos de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 y la importancia que tiene para su entidad la comunicación del impacto social de su actividad, así como los retos y desafíos de futuro.
¿Cuál considera que es la situación actual de la sostenibilidad en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
La sostenibilidad está encima de la mesa más que nunca. Antes solo hacíamos referencia a la sostenibilidad de manera parcial aplicándola solo a criterios medioambientales. Afortunadamente hemos dado un paso adelante, y tal y como reflejamos desde Fairtrade Ibérica la sostenibilidad es e implica tanto a las personas como del planeta. Es importante que todos tomemos consciencia y conciencia de que incluso con pequeños actos como puede ser la compra de un producto podemos conseguir avanzar la sostenibilidad. Tenemos entre todos; empresas, organizaciones, entidades, consumidores e instituciones la oportunidad y el poder de desarrollar un modelo conjunto transparente, claro y sencillo de interpretar. El gran desafío es hacer real y accesible un cambio de mentalidad que se perciba a nivel de la sociedad y del consumidor. Que no solo se quede en un cambio de mentalidad sino también un cambio de actitud.
¿Y cuáles son los próximos retos y desafíos de su organización en esta materia?
En estos momentos tenemos que saber convivir con necesidades tanto a nivel de los países productores como a nivel de los países consumidores. Solo trabajando de manera conjunta haremos que la cadena completa de valor se beneficie, además de poder transmitir a los consumidores el gran valor de consumir productos de Comercio Justo certificados con sello Fairtrade. Cuando hablamos de comercio, siempre pensamos o hacemos referencia a los productos, mercancías, precios, pero tenemos que ser conscientes de que estamos hablando de personas, debemos tener muy presente que el comercio está compuesto y formado por personas, desde un productor, o un fabricante hasta el consumidor, y esto es un factor que el Comercio Justo tiene muy presente. Todas las personas se han visto sometidas a una gran presión en estos últimos meses y la solución para conseguir continuar adelante en esta crisis económica y sanitaria, es trabajar de forma conjunta para salir muchísimo más fortalecidos de esta crisis a corto plazo, y mirar con optimismo a medio plazo y un futuro cercano.
¿Qué iniciativas solidarias ha puesto en marcha Comercio Justo para combatir esta pandemia?
En Fairtrade hemos llevado a cabo una recaudación de fondos para productores, que ha llegado a los 3,3 millones de euros, divididos en 2,2 millones de euros para un fondo de ayuda de emergencia a los países productores, y un millón de euros para un fondo de resiliencia a medio plazo. Estos fondos han permitido tener acceso a las nuevas necesidades médicas y sanitarias, hacer frente al aumento de los costes de producción y la bajada de la demanda, y empezar a implementar nuevos códigos biosanitarios que serán necesarios a medio plazo. Y en España desde Fairtrade Ibérica, estamos llevando a cabo la mayor campaña de marketing y publicidad de nuestra historia sobre todo en redes sociales, prensa digital y prensa especializada. Hemos ofrecido la posibilidad de ayuda financiera a algunos de nuestros clientes para facilitarles los pagos y hacer frente al cierre de algunas. Por último, hemos puesto a disposición de nuestros clientes material específico en punto de venta para afrontar con el mayor optimismo la vuelta a la normalidad, y donde ahora más que nunca la ayuda está en nuestra mano, y queremos transmitir el importante mensaje; “sé parte de un movimiento local para el cambio global”, y dar a entender que cuando ayudas aquí también estás ayudas allí, es decir con nuestro gesto de compra, ahora más que nunca es importante apoyar a las marcas, comercios y empresas que apuestan por el Comercio Justo para proteger a los más desfavorecidos del planeta.
¿Qué importancia tiene para su organización la comunicación del impacto social de su actividad?
Es de vital importancia cuando uno defiende que es sostenible, no vale con que tan solo se convierta en un eslogan publicitario con posicionamiento, se tiene que ver reflejado con las medidas y el impacto social que se está consiguiendo. Hay que ser transparente en la comunicación no solo a la hora de comunicar el impacto sino también a la hora de comunicar qué impacto se quiere conseguir. Muchas veces las promesas que hacen las empresas y las organizaciones están por encima de las realidades, con lo cual hay que ser muy precavido con lo que se compromete que uno va a conseguir, y hacer un seguimiento realista de los resultados, ya estén por encima o por debajo de los objetivos. En nuestro caso, estamos trabajando de una forma muy clara y transparente para dar a conocer qué medidas estamos tomando desde Fairtrade, y donde se están implementando los 3,3 millones de euros de ayuda a los productores Fairtrade.
Aún se oye en determinados foros y personas que las empresas ‘hacen’ RSE por cosmética, por lavado de imagen, por greenwashing, ¿qué opina de ello y cómo revertir la situación?
La propia sociedad no va a permitir el greenwashing. Hace un tiempo había empresas que se podían permitir hacer RSE como una actividad de marketing, pero hoy en día, las demandas de los nuevos consumidores y de la sociedad, incluso iniciativas como la debida diligencia, o la información no financiera, no van a permitir que se haga y se juegue con la RSE como una herramienta de lavado de imagen. Creo que las empresas ya son muy conscientes de que los consumidores han cambiado y que son más críticos, que cada vez buscan más seguridad por parte de las marcas. Nos encontramos con una sociedad en la que hay unos consumidores más sensibles, más consciente y exigentes, y eso va a hacer que las empresas tengan que aportar y trabajar intensamente para conseguir una coherencia y transparencia.