En el contexto de emergencia climática que vivimos, el sector de la edificación no debe pasar desapercibido, ya que ejerce un papel crucial: es responsable del 36% del consumo de energía final y del 39% de las emisiones de CO2 derivadas de la energía a nivel mundial. Además, se estima que en 2050 el parque construido habrá doblado su tamaño actual para satisfacer el creciente aumento de población mundial, que podría alcanzar los 10.000 millones de habitantes.
Con las tendencias actuales, el sector de la edificación generará, en este horizonte temporal, la totalidad del presupuesto de emisiones de gases de efecto invernadero (11,6 GtCO2/año), que el IPCC considera que permitirían alcanzar el escenario límite de aumento de 2ºC.
Afortunadamente, la Unión Europea ha adoptado un papel de liderazgo en la lucha contra el calentamiento global y el impulso de la eficiencia energética en la edificación a través de diferentes iniciativas, con el objetivo de reducir la demanda energética y aumentar la integración de energías renovables en la red. Además, es relevante que este año la COP dedique una jornada a las ciudades, regiones y entorno construido.
Sin embargo, a pesar del importante avance que supone la implementación de estas medidas, lo cierto es que solamente se centran en una parte del problema de la edificación: el llamado carbono operativo generado en la fase de uso del edificio. Hay que recordar que las emisiones de CO2 vinculadas a la edificación se liberan no solo durante la fase de uso, sino también durante las fases de fabricación, transporte, construcción, rehabilitación y fin de vida: el llamado carbono embebido. Es el sumatorio de ambos lo que permite calcular la totalidad del carbono del ciclo de vida de un edificio.
Por eso, el proyecto #BuildingLife, liderado por WorldGBC y GBCe y presentado en la COP26, busca impulsar la acción climática del sector de la edificación y lograr la descarbonización del entorno construido en todo su ciclo de vida, a través de una hoja de ruta a nivel europeo y 10 hojas de rutas nacionales, incluida la española, que guíen los cambios urgentes a llevar a cabo en los próximos años.
Desde GBCe, además, contamos con herramientas como VERDE y DGNB System ES para certificar la sostenibilidad de los edificios y podemos adelantar que la próxima versión de VERDE incorporará ese análisis del ciclo de vida y huella de carbono de los edificios tan necesario.